viernes, 7 de enero de 2022

 

MIRADA


 

Este nombre es lo que me diste cuando te amé.

Tus ojos negros, tus labios rojos,

Y tu boca entreabierta negociaron el placer.

El silencio de nuestras voces,

y la música de los cuerpos apretándose,

afinaban los deseos de cada instante,

para transmutar en pasión y lujuria.

Las caricias y besos, no se separaban,

las miradas lascivas y profundas,

hacían el amor descontrolado

para trasmitir ternura llena de fuego.

El tiempo se detuvo en ese instante

en que los dos con el ceño arrugado,

la respiración acelerada,

el gemido profundo y ardiente,

hicieron el llanto de los dos,

conjugando el verbo amar sin control.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

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