miércoles, 2 de junio de 2021

                                      AMOR PARALELO

 


Caminaba entre la gente, sin saber que le pasaba, aturdido seguía sin sentido, todo era loco, todo era perdido, su dolor desencajado nubló su mirada, ya con lágrimas en sus ojos, todo era un aluvión de movimientos de imágenes sin forma ni color, y un golpe en su hombro, frenó y despertó ese torbellino que lo aturdía sin piedad. Gente apresurada remataban ese malestar, pero el dolor no lo soltaba, quería justificar lo vivido o lo que la vida le había propuesto. Recorrió su existencia en sus hijos pequeños y en su mujer, pensó que eran sus únicos amores, pero la imagen de su nuevo amor, lo dejaba paralizado en los sentidos. No quería reconocer a su amigo de la infancia como la causa. Una propuesta que imaginaba, pero nunca quiso escuchar y a la vez, la esperaba cada vez que estaban juntos. Él era su otro amor, caminatas, charlas, café, recuerdos, los habían unidos en una nueva realidad. Esa tarde de futbol con los demás, fue la excusa para encontrarse en la casa de este amigo que vivía solo, tenían el tiempo para dedicárselos sin límites. Entraron sin decirse nada y casi autómatas entraron al cuarto. Una cama los esperaba, y todo quedó en un silencio de suspiros, la mirada profunda  de aquellos ojos verdes y su pelo lacio rubio, lo había hecho sentir como un jovencito en su primera vez, no sabía que le estaba pasando, sí, lo que estaba sintiendo. Se quitaron la camisa mutuamente, los dorsos se mostraron apetitosos para cada uno, estiraron sus brazos, comenzaron las caricias y a la vez, desvistieron sus partes cruzadas, apretaron los cuerpos, el beso más apasionado y deseado llegó al fin. Nada se dijeron, solo sus lenguas se mezclaban con suspiros y lujuria, cada vez más el calor de la piel los envolvía, se recostaron sin dejar de besarse y sus sexos estuvieron a punto, para que cada uno los hiciese dueño en sus bocas, y se permitieron la libertad de lo que no imaginaban durante toda su amistad. Todo valió en esa desesperación y desenfreno pervertido de ese amor, que solo los dejó recostados y desnudos después de muchos vaivenes, donde cada uno, eligió la manera que más los hacía gozar. Los dos, cansados, transpirados y llenos de placer  por lo vivido, los hizo pensar que tendrían que vivir, ese amor en paralelo.  

                                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor