martes, 5 de octubre de 2021

                                                                           LA MUJER

Hablar de la mujer es ser inconsciente, imprudente, tal vez, “un don nadie”. 


Para mí, la mujer es sinónimo de vida; por ella nacemos, nos alimentamos, reímos, lloramos, sentimos calor y sabemos de nuestras necesidades. Por ella pensamos, nos enojamos, advertimos dolor,  nos sentimos hombres como especie, encontramos la razón de un porque, practicamos el machismo estúpido de la inconciencia. Para no sentirnos solos, por ella comenzó la guerra. Nos hace sentir pequeños y nos forja grandes. Porque nos sabemos inferior como linaje humano, competimos, y por consiguiente empleamos la fuerza; pero ella posee la más grande de las fuerzas, porque ostenta la perfección de fabricarnos sin error. Se muestra débil pero se sabe fuerte, se equivoca y nada le importa, la lastiman, sin embargo, sabe curarse y recuperarse, desaparece cuando quiere y se muestra en el momento justo. Tiene los tiempos repartidos para  cada instante de sus días, ama su fruto sin límites, lo atiende y deja su propio cuerpo al deseo, cuando ella lo pretende. Ella nos mira, nos elije, nos sonríe, nos habla y somos suyos. Nos hace sentir que decidimos, que sabemos de la vida y del poder, que somos por quien ellas suspiran… y la simpleza de su todo, nos regala esa creencia para dominar sin dominar. La mujer es la única que llora y ríe a la vez… Por parir a su hijo, por ser feliz, por sentirse enamorada, por estar nerviosa o sentirse amenazada, por pensar en un momento que no quiere encontrar y de alejarse de un amor que ya quiere olvidar. Por eso no alcanzan las razones y los porqués para  escribir sobre ella, tampoco el tiempo que se le debe dedicar, porque la mujer, tiene tanto para dar como tanto que sacar. Ella te hace un dichoso, maravilloso y hermoso macho, se sabe hembra, se encuentra en el medio de este mundo y tiene la dicha de estar triste y alegre, por la simpleza de ser mujer.

 

 

                                          Orlando Mario Soverchia- YoAmor    




 

Muero en esta vida 

y estoy viviendo en mi muerte. 

Quisiera salir de ellas y a la vez, 

sin saber por qué me siento abandonado. 

Porque una mujer me ha golpeado 

sobre todo mi pasado.


Orlando Mario Soverchia- Yo Amor             D/R


 




¡Sabes mujer!!!... eres tan bella tan bella, que los jardines de octubre no se ven y huelen, como tu cuerpo desnudo junto a mi lecho.

                   Orlando Mario Soverchia- YoAmor  

 

UNA VEZ



Un día apareciste en mi mundo, rompiste todos mis planes.

Habías pateado el tablero de mi vida,

de mis estados emocionales, de mis sentimientos.

Moviste cada punto y coma de mis narraciones, jugaste con tus correcciones

y golpeaste la puerta de mis pensamientos.

Escribía sin querer sobre lo que vivía, y dejaste mi pluma sin tinta

por narrar lo que sentía mi alma.

Fue lindo y confuso aquel estado, fascinando los delirios de seducción.

Acerque mi tiempo al tuyo y los dos conjugamos el verbo amar.

Todos, y sin ningún error, lo describimos sin pensar

en una cosecha de sentimientos,

y cultivamos los cuerpos mezclándolos entre las páginas del placer.

Narramos cada parte de aquella hermosa palabra,

de aquel verbo conjugado con pasión, pensado sin temor a equivocarnos.

Formamos las frases más simples

y sencillas de lo que nos producían estar juntos,

y sentirnos queridos uno al otro.

Nadie nos arrebataría estos principios, puesto que era todo nuestro,

necesitábamos que fuese tan solo exclusivo.

Y la vida, por alguna razón,

o por un vocablo mal ubicado en esta narración,

cambió el sentido de todo lo que habíamos anidado.

Pucha que estúpido es amar, y tonto sentir,

que pasa todo en un solo querer.

Presté atención en no tener ningún traspié en mis escritos

y una mala expresión fue suficiente

para que el aplazo de la vida,

no me deje seguir viviendo,

aunque sea solo por una vez.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor