LUJURIA
Nos
encontramos como planeamos, frente a frente,
Las
miradas ya contaban lo deseado y lo buscado,
sobre ese
cuarto de color combinado y sábanas rojas
se
presentaba el decorado perfecto de lo que ahí pasaría.
Ninguno
de los dos nos sacamos la ropa,
pero sí
muy lentamente acercamos los cuerpos,
los
brazos a un costado dijeron de estar más juntos todavía.
Llegamos a
tentarnos muy suavemente, solo un juego de seducción,
rosabas
tu cadera como hembra en celos, sin tocarnos ni hablarnos,
el
momento se hizo deseado y sin decirnos nada, estabas en mí.
Te di
vueltas en tu propia figura, apoyé tus manos en la pared,
estabas
de espalda a mi fricción, ya eras mía, todo lo quise,
besé tu
cuello, mis manos solo se dedicaron desnudar tu cuerpo.
Retrocedí
esa distancia que necesité en sacarme mi ropa,
desnudos
los dos, miré tus glúteos, y tus piernas ya estaban abiertas,
acerque
mi boca a tu espalda, mis manos en los muslos,
los
acaricié débilmente, sentí tu piel caliente y escuché tus suspiros.
Te moviste
muy mansamente y tu figura se hizo más apetecible,
mi boca
recorrió tu plenitud descarnada por el deseo,
te diste
vuelta sin decir nada, tus labios entre abiertos,
mojados
por recorrer tu lengua de un lado a otro,
me
regalaste tus pechos, comí de ellos y todo lo hice de un solo beso.
Tus manos
en mis cabellos, llevaron mi cara entre tus piernas,
las
separaste sin reparo, todo era un torbellino de codicia,
me
pediste mi lengua, me dijiste… -Bésame aquí… que es donde quiero,
Todo se
fundió en lamer y el respirar de tu mojado.
Me
levantaste rápidamente, me pasaste tus dedos en mis partes,
dibujaste
lo que querías, y recibiste lo que esperabas.
Los dos
empezamos a ser uno mismo y cada cual busco llenar su boca,
perdidos
en la pasión desenfrenada, apetecidos por el goce.
Nada
detuvo esa maraña de caricias y besos,
donde
dejamos el semen, de una alocada lujuria.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor D/R