jueves, 29 de septiembre de 2022
UN POSIBLE AMOR
Te
conocí sin querer, ni pensar
solté
mis palabras como nunca,
sintiendo
que una hermosa mujer,
tendría
yo que encontrar.
Fui
recorriendo tu cuerpo.
Tu
mirada, tus gestos, todos tus sentidos
Hasta
tus movimientos y los gestos…
Queriendo
saber con quién es el encuentro.
Entraba
en tu intimidad sin pedir permiso.
Tampoco
sentía que tú lo negaras.
Creí
que algo podía suceder,
porque
sin querer ya me gustabas.
Tus
ojos color marrón y de observar con amor,
fue la
expresión de una belleza sin poder enunciar.
Nada tenía
de especial, sin embargo…
Cuando
me miraron, me hicieron titubear.
Tus
labios de una forma perfecta,
dibujaban
en cada palabra toda sensualidad.
Pero
mucho más me gustaron,
cuándo
tus besos todo lo expresaron.
Tu vos
un tanto disfónica.
Me hablaba,
me contaba y todo aquello,
se
acostaron en mis curiosos oídos,
para
vivir mis sentidos, en dichosos momentos.
Mi
mente te busca en las mañanas.
Mi
corazón no entiende nada.
Pero si
mi conciencia me hace saber,
donde
están todas mis esperanzas.
Hermosa
señora mía,
porque
tuve que saber,
que el
tiempo había pasado
sin percibir
que existía y no estar a tu lado.
Tú
tienes nombre compuesto
Como
tantos en este mundo incompleto.
Pero
ahora hermosa mía es el tuyo,
que
llegó a mi boca y nombrarlo, me deleito.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
YA NO ERES MÍA
Entre tantas necesidades que en este mundo deseé,
muchas las obtuve, otras imaginé, pero el hoy,
me deja la soledad de no hallarte.
Es saber que algo no lo podré tener. ¿Cuál?...
Que tú no estás libre,
que los ojos que miran tantas realidades a tu
alrededor,
están en un solo ser.
Que tu corazón que dispersa sensaciones por
doquier,
solo lo detienes para amarlo con pasión.
Podría comprar todo lo que exista en el mundo con
mis palabras,
y conseguir todo lo que quisiese con mis
pensamientos.
Regalar lo más asombroso del sentimiento,
tener las manos apretadas, pensando que son las
tuyas.
Sentir tu cuerpo junto al mío todo el tiempo,
mirar tu belleza como que nunca termina.
Acercar tu aroma a mi mente
y jugar como un niño que nada le es prohibido.
Tentar la insolencia de poder besarte,
cuando nuestros labios despertaran.
Decir que el perfume de la seducción me ha
alcanzado y el tuyo se inicia.
Cuanto dejo en esta necesidad... Pero solo es
imaginar.
Quiero comprender
que todo lo que refriega tu imagen de mujer,
es saber
que:
YA NO ERES MIA.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor