miércoles, 17 de marzo de 2021

 

                                MI LUNA Y YO



UNA ETERNA NOCHE CON ESPACIOS DE SILENCIO,

CANTABAN LAS MARAVILLAS DE UNA MENTE SATURADA.

PROLIJAMENTE UBICADAS, CADA UNA EN SU TIEMPO,

JUGABAN CUAL DE TODaS DURARIAN EN MI SENTIR.

 

TRAJE A MI LA SOLEDAD PARA QUE ME ACOMPAÑE,

Y BUSQUE EN LA OSCURIDAD DEL MOMENTO MI LUNA.

QUE HERMOSA Y SIMPátICA ME MIRABA SIN DECIR NADA,

SOLO RECORDAR CUANDO NIÑO BUSCABA UNA FIGURA EN SU CARA.

 

Ahí sentí cuando a ella le ponía ojos y una sonrisa a su estampa,

Sin decirme  nada, empezó hablar con su blanca palidez.

como me conocía y me sorprendió lo tanto me estuvo observando,

le pregunté con mi mente, ¿CONOCES tu, mi VIDA?, y jugué a una respuesta.

 

claro, nada me sorprendió solo mirándola grande como mis reflexiones,

 narraba mi historia muy suave cálida hasta comprensiva.

Sin pedirle permiso a la noche, que le concierne, derrame lágrimas,

Para solo saber que solamente en esta soledad tal ves mi luna me comprendiera.

 

Nadie tiene la misma luna y ninguno la mía,

Ella me conoce, me mima, siempre me espera.

nunca me reprocha porque no salí a saludarla o por lo menos a mirarla,

pero solo se que cuando ESTOY EN la quietud de la nada, estamos mi luna y yo.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

LUNA



Todos te observan, todos te nombran, todos te ofrecen, todos te imploran, todos te halagan, y vos solo estás ahí, tu nos miras, piensas que todos te mentimos o te buscamos, pero siempre estás sola, elegante, resplandeciente, inmensa como nuestras ilusiones y nuestras promesas. Luna mía y de todos, luna de mis amores, luna de aquellas promesas compartidas, luna de mil poemas, luna de tantos llantos, luna de eternas imágenes plasmadas en diferentes formas, luna hermosa y sensual, luna del miedo y del mal, luna de cariños imaginarios, luna de caminos prometidos, luna para explorar tus secretos, sos mi luna y solo mía, sos mi compañera de tantas noches, sos mi testigo de aquellos llantos. Luna creciente, luna a medias, luna llena... hay cuanto te quiero mi hermosa luna.

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor

 

                                    MI MEJOR MOMENTO

                                                


Viento, estas golpeando mi puerta, me traes noticias de algún recuerdo, de escenarios de algún momento, me acercas remembranzas al mover los árboles, soldados de tu accionar, para aventar desánimos de soledades, sin ver a nadie, todo se mueve en cámara lenta, sin ruido, alguien en la lejanía, estira su mano, habla con alguien, yo, no escucho, el único registro son tus quejas en mi puerta. Esto encomienda mi repaso a diferentes instantes, como una búsqueda en una valija de memorias, las elijo de acuerdo a su tiempo más distante, casi enumerandolas, para no perderme en las tinieblas  de la confusión. Llega el primer mejor momento, es cuando tuve mi primer regalo, pedido a la tradicional navidad del niño Dios, todo es sonrisa con ojos brillosos. Aparto la página de ese ciclo, para ojear la próxima secuencia del siguiente tiempo, al golpear  mi corazón mi primer atraccion, todo se mueve sin saber  dónde van las realidades, flotando entre el delirio y los colores, cuando la próxima detención el corolario del amor consumado. Los pimpollos aparecieron dejando los tres frutos más maravillosos de la vida, dando vuelta la hoja, ya el tiempo gastaba el mío, dándome retoños de nuevos cultivos, pequeños inocentes y puros, jugando sus ojitos con libre despertar, haciendo la más hermosas de mi sonrisas. Tengo en mis manos pliegos de otras tantas que releía muy por arriba, donde se confunden entre las buenas y malas épocas, fue cuando soltando de a poco esos escritos imaginarios, cayendo y golpeando en la dura soledad del silencio, llegaba al repaso de cuál fue mi mejor momento, donde todos estaban en un inmenso libro de mi vida, pero como una luz fugaz latiente, golpea una imagen con pensamientos perdidos, casi sin encontrar lugar donde descansar, quiero buscar un terreno para cada uno y sentir cual es el siguiente mejor momento, sin darme cuenta todo mi ser, mi alma, mi corazón se detuvieron en un solo pensar, paralicé mi vida, concluí mi búsqueda, estacioné mis sentidos y fue  que una nueva página, se encontraba escrita, haciéndome saber que mi mejor momento aún no había llegado, conmovido acerqué esa hoja imaginaria iluminada, leyendo que mi próximo mejor momento, es cuando Dios me quiera perdonar, teniéndome en sus brazos.

                                              Orlando Mario Soverchia- YoAmor