martes, 11 de enero de 2022

 

LABERINTO DE AMOR


 

¡Hola!... como estás, yo acá tratando de encontrar mis sentidos.

Llega la tarde, luego la noche, y me persiguen las penurias de cariño.

Te llamé, pero tú no respondías, te mandé mensajes y no lo leíste,

busque un motivo, un sentido o quizás una excusa para no pensar.

Seguí mi momento en silencio, pero no conseguí la mesura de imaginarte cómo estás.

Volví a mirar mis llamadas, los mensajes y todo seguía igual,

empezaron los recuerdos y los momentos de nuestra dicha se sentaron a mi lado.

Sonreí tristemente, cabeceando el instante que estaba ocurriendo,

imaginé tus tiempos ocupados, sabiendo que no los tenías, pero solo pensé,

memoricé diciéndome un te quiero y te respondía… yo mucho más.

Me llevabas de tu mano a todo lo que rodeaba tu vida y sonreías muy tiernamente,

Me gustaba saber que yo era él… y me tenías en tu mente, pero a veces no lo estuve.

Sin darme cuenta, comencé a vivir en tu pintura de amor, en el retrato de tus expresiones,

en el lienzo de tu belleza, en el canto de tu voz, en el silencio de tu mirada.

Querida mía, como no me había dado cuenta, como no entendí tu camino,

quise hacerte feliz, pero confundí el pasaje de tu amor y habías empezado a partir.

Yo… yo solo quise todo para ti, protegerte, saber que tenías lo que tú pidieras,

te acompañe a tu lado sin preguntar cuál era tu destino, sin embargo, perdido de pasiones,

caminé cuadras de esperanzas, troté kilómetros de ilusiones y viajé días de fantasías.

Sin embargo, no creo haberte encontrado, esperándome, necesitándome, o peor queriéndome,

y ahora estoy en un laberinto de sentimientos, casi diría, en un triste laberinto de amor.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

viernes, 7 de enero de 2022

 

MIRÁNDOTE

 


Siempre me encuentro en un solo pensamiento,

cuando te dejo por las mañanas,

no me acostumbro alejarme de tu cuerpo.

Me quedé inmóvil contemplando el lunar en tu pierna,

tu cuerpo desnudo es una poesía de amor.

Tus partes son mías con la mirada más tierna y sensual.

Desgasto los instintos sin tener límites de pasión.

Quiero tocarte y tocarme, a la vez que mi beso llega a tu piel,

te mueves, te estiras, me deslumbran tus pechos.

Sufro los vaivenes de mis deseos con las ganas de amarte,

te abres de pierna para relajar tu cintura, me enturbia la vista.

Me dejas aturdido de todo lo que ofreces, pero eres mía…

No contuve mis manos, descontrolé mis besos

porque mi boca se hizo dueña del venus que tú ofrecías.

Sentiste locura y yo, delirios de ganas de estar dentro de ti.

Enredados de fuego y súplicas, quejidos y suspiros,

sentada sobre mí ser, gemías con furia y locura.

Apretados desnudos, vestidos del placer,

sentimos la hoguera de nuestro desorden pasional.

Y los dos deseosos nos buscamos, ardientes de amor

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

MI PREMIO


 

Sonó mi teléfono, temprana mañana de un día feriado.

Tu voz, muy suave diciéndome… ¡buen día!...

 Fue la música más encantadora, que abrieron mis ojos de ese despertar.

Preguntaste muy dulcemente si todavía dormía y sin dejarte terminar,

respondí rápidamente que no, por miedo a que digas. - Bueno luego te llamo.

Me comentabas no sé qué, solamente importaba saber dónde estabas,

necesitaba verte, necesitaba llegar a vos, necesitaba mirar tus ojos,

mis pensamientos eran que te necesitaba y observar tu figura.

Rápidamente me encontraba estaba en viaje, el tiempo que trascurría no existía,

pero para mí fue una eternidad, porque perdía momentos de estar a tu lado.

Me recibiste con una sonrisa muy dulce y sin darme, cuenta me había enamorado.

Acerqué mi cara a la tuya, el beso de encuentro fue los más bonito que tubo ese instante.

Nos pusimos hablar de no sé qué, pero todo me gustaba, todo me interesaba.

Busque tu mirada una y otra vez, tus ojos color miel pícaros entre tus cabellos,

me hacían estar emocionado, contemplaba tus labios, ilusión de besarlos.

El tiempo corría sin frenesí, yo no quería que eso pasara, pero el reloj

jugaba en mi contra, entretuve mis ideas en decirte cuanto me gustabas.

Ojitos lindos es lo que llegaron a mi mente, tu sonrisa casi vergonzosa

jugó con la complicidad de aquella sonrisa, aún más audaz.

Busque todo tipo de conversación, para tenerte entre mis ojos,

y en un momento tan inolvidable, tuve tu invitación de compartir tu almuerzo.

Ya me sentí realizado, todo ese tiempo que sufrí, se soltó con un – Sí claro.

Pasó el tiempo, una charla trajo la otra, la tarde era corta,

y a la vez el atardecer estaba lejos.

Cuando el sol desapareció entre los árboles,

mis sentidos se enturbiaron y mi día terminaba.

Preparaba mis cosas para retirarme, mis pasos no se querían mover,

mis piernas giraban sobre mí buscando algo para estar un segundo más,

y nada detuvo aquel implacable saludo.

 Volví acercar mi cara, fue mi sorpresa y nada entendí,

 giraste la tuya y tus labios reposaron sobre los míos muy suavemente,

tus ojos bonitos que reían junto con tu boca,

me regalaste la más linda palabra en decirme.

Es un premio.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

MIRADA


 

Este nombre es lo que me diste cuando te amé.

Tus ojos negros, tus labios rojos,

Y tu boca entreabierta negociaron el placer.

El silencio de nuestras voces,

y la música de los cuerpos apretándose,

afinaban los deseos de cada instante,

para transmutar en pasión y lujuria.

Las caricias y besos, no se separaban,

las miradas lascivas y profundas,

hacían el amor descontrolado

para trasmitir ternura llena de fuego.

El tiempo se detuvo en ese instante

en que los dos con el ceño arrugado,

la respiración acelerada,

el gemido profundo y ardiente,

hicieron el llanto de los dos,

conjugando el verbo amar sin control.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

miércoles, 5 de enero de 2022

 

MI PASADO


 

Te alejé de mi lado, y sin embargo no te has ido de mi vida

Dejé de pensar que existía, pero por alguna razón no te he abandonado.

Intento vivir sin vos, necesito saber que puedo respirar sin tu oxigeno de existencia,

pero te has llevado todo de mí, cosas lindas, feas, difíciles y fáciles.

Quisiera que regreses y por aquellas razones… necesito que te vayas.

Intenté entenderte y todavía lo hago.

Busco un motivo para verte y mil razones para hablarte,

pero los tiempos que fueron ya se han ido,

Y sé que nunca regresaran, porque sos mi pasado.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor