SEÑORA MÍA
Una
noche bailando, llamaste mi atención
Dando
vueltas con desesperación
Ponías
en mi, toda mi preocupación
Sin
dejarme más que mi decisión.
Buscando tú figura sin contemplación
Escapando
a toda mi seducción
Tú
cuerpo moviéndose sin parar
Intrigados
mis sentidos para especular
Corría
yo de un lado a otro sin pensar
Nada
podía yo contemplar
Sin que
tú llegase a impacientar
Todo mi
tiempo sin vacilar.
Llevé
mi cuerpo despacio hacia al encuentro
Quedando
parado como un estorbo
Pensado
si aún tú fueras mí logro
Dejando
mis ojos reposando sobre tus hombros
Entrando
y saliendo de mis pensamientos
Analizando
hasta donde tú, querías mí gesto.
Tu
ritmo sin frenesí, contagiaban a tu alrededor
Miradas
que iban y venían con mucho fervor
Sonrisa
y canto jugaban entre tú esplendor
Ganando
premura y más admirador
Dejando
algunos diciéndole por favor
Y nadie
podía llegar sin poseer temblor.
Junte
muchas fuerzas y un tanto de orgullo
Sintiendo
a mí paso seguridad y algunos murmullos
Nada
detenía mi pausado progreso
La distancia acortando los hechos
Jugado
a mi instinto sentí mis derechos
De
aquella mujer, que observe de lejos.
Acerqué
mi cara con mucho cautela,
Un tanto nervioso solté mi propuesta
Tu
mirada un tanto extraviada,
Asintió sin poner resistencia
Tome tu
cintura para sentir tu figura
Y
jugando a los novios formamos pareja.
Palabras
cortadas y algunas confusas
Poníamos
nuestras caras, cercas y melosas
Tu
perfume y el mío mezclaban las almas
Sonrisas
y miradas, acompañaban las charlas
Llegando
a contarnos vivencias pasadas
Y sin
darnos cuenta, reunimos las nuestras.
Observando
tus ojos y mucho tu boca
Solté mis elogios y saber cuanto provoca
Reíste
y devolviendo con otras estrofas
Todo lo
hermoso que una mujer corteja
Respondiendo
lo mismo y con grata sorpresa
Aceptando
sin miedo mis libres propuestas.
Llegamos
amarnos, despacio y con tiempo
Recorrimos
los cuerpos jugando al intento
Sabiendo
que nadie sabía lo nuestro
Buscamos
en cada movimiento y pensamiento
Concierto
de amores, para un gran momento
Tal
vez, sin imaginar otro gran encuentro.
YoAmor