lunes, 26 de junio de 2023

 

                                                                        TE VI

                                            


Repasando… Te vi, te miré, me detuve a mirar, no te conocía, me gusto observar, te volví a mirar, me interesó saber de vos, te busqué en tantos lugares…y te encontré. Te miré más de cerca, intenté comunicarme, lo logré, te seguí mirando, te dije palabras bonitas para mi gusto, te pregunté si te gustaban, me respondías que sí, más me ilusionaba en hablar, susurrando sentimientos de amor, una y mil veces… ¡AHH!... Te volví a mirar, te volví a buscar, te encontré, volví hablar, ya eras parte de mí y el pensar que tenía que dejar de mirar o de hablar, ya te extrañaba. Escuchaba tus expresiones, sentí que te acercabas en situaciones con palabras con propuestas jugadas. En tantos lugares te imaginaba, sin embargo… te vi, te miré, me detuve, te busqué, te encontré, te pregunté, ¿estás a mi lado? Respondiste… no quiero nada engorroso, te volví a mirar, te volví a preguntar. - ¿tienes miedo?... respondiste. - No lo sé, es complicado, te miré, te busqué, te hablé, te pregunté, y manifestaste… No señor no quiero seguir a su lado. Te miré, te pregunté, ¿porque?, tu silencio me decía que no lo sabías o no querías. Todo se había perdido, de igual manera, te seguí mirando, te seguí buscando, te seguí extrañando. ¿Dónde estás ahora? ¿Por quién piensas?... ¿Piensas en mí?... ¿No tienes en quién pensar? Entonces, ponte a pensar en mí, hazme lugar, por lo menos estoy a tu lado.    

 

                      Orlando Mario Soverchia- YoAmor

sábado, 24 de junio de 2023

                                              REPROCHES



Cada noche de confesión, ante la oscuridad y el silencio,
mis errores de juventud, de adulto, de hombre, vienen a mí.
Nada fue por casualidad, sin pensar lo construí,
sin conciencia, sin sentido, con egoísmo,
con soberbia, con crueldad casi estúpida.
Desmonté ilusiones de aquellos que supieron amarme sin condición,
taladré sus sentidos, despojé sus pasiones, desmenucé sus corazones.
Ahora en mi tiempo, en mi razón, en mis recuerdos que ya no están,
solo cobijo fugases parpadeos, de aquello que hicieron mi realidad.
Me miro al espejo, me señalo con aspereza, me insulto entre mutismo,
buscando en aquello que ya nada puedo remediar.
¿Qué necesita mi conciencia?…Que pretende mi culpa…
Si cada instante de mis noches, me abrazo a mi despiadada soledad.
La tormenta de aquel pasado, me apedrea sin piedad,
Y el dolor incontrolable, inunda mis ojos con lágrimas, hasta mi despertar.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derechos reservados

 

SALIR DE LA SELVA... Y PENSAR



Una tarde casi indescriptible por la bruma que rondaba  el día, fastidioso de donde me encontraba, escapé del tormento de ese día. Sin prestar atención, la mirada llegó sin una visión fija, solo árboles, un llano con pastos y siembras, me bajé de ese viaje para respirar lo que parecía que faltaba y por supuesto, nada, solo el malestar se distendía en hacer lo que no quería. Busqué un árbol, desparramé mi espalda en su tallo rústico y grueso, lo suficiente para que mi cuerpo se encuentre relajado, solté mis brazos a mi costado, donde todo se rendía, fijando mi vista hacia la copa de ese árbol, cuando entre sus hojas se cruzaban los rayos y el resplandor salpicado del sol, el silencio se tendió a mi lado, me dejó pensar, mirar lo que no veía. Los pájaros me contaban de su vuelo y de su andar entre las hojas y el suelo,   llegarían, a su comida del momento. Seguí mirando hacia un lado y al otro y el silencio me empezó hablar, diciéndome que me acuerde de mi vida, y lo escuche. Comencé con mi niñez desde que me acordaba, entremezclada la sentí feliz, algunos inconvenientes y discusiones de mis padres también llegaron a mis oídos, porque el silencio dictaba la que olvidaba y nada dejaba de lado en mi lectura. Seguí adelante, ya tenía libertades de amigos, de juegos, de travesuras y divertimentos. Seguía mirando ese paisaje como si fuera un cuadro de pintura, al dejar mis ojos fijos y casi sin pestañar lo suficiente, en cada instante, veía pasar por un túnel al pasado y encontrar mis cosas desteñidas y otras, con los colores naturales de la misma vida. Pasé por la pubertad con las prohibiciones y las picardías que en esos tiempos era un agravio, la adolescencia, empezaba hacer pestañar mis ojos  acercándome a la luz de ese túnel tan imaginario pero real, para llegar  a la débil realidad en donde y como estaba viviendo. No quise dejar al silencio solo y lo seguí acompañando, moviéndome de costado, tomé una pequeña rama y sin darme cuenta comencé a escribir nombres, frases, palabras, realizando un grafiti tan  inmenso para mí alma y tan insignificante para ese lugar. Por un instante quise traer todo y entregárselo al silencio para que todo se borre o todo se quede dentro de mí… Pero  la nobleza de la naturaleza, me sacó de la selva, me dejó pensar y hablar con mi propia vida hasta mis días, y de un salto, desperté de un sueño hermoso y de un abrazo despiadado, para darme cuenta que todo lo que había pasado fue un sueño de día, que mi tiempo pasa y no pasa para que pase, nada quiero y quiero todo, me alcanza la madurez en pensamientos, reflexiones, comparaciones con los tiempos que deberé enfrentar, darme cuenta que cada segundo de un suspiro, se aleja mi vida, para que vaya recibiendo la tranquilidad, la torpeza y la incomprensión de la juventud, hasta darme cuenta, que falta poco en esta larga y corta vida que me queda. Por eso, como una vez lo pedí a una persona.-No me dejes solo… Ahora se lo pido a Dios, NO ME DEJES SOLO Y PENSANDO.  

                  Orlando Mario Soverchia- YoAmor  

martes, 13 de junio de 2023

 


                                               RUTINA:


Estoy cansado de la rutina, porque siempre es rutina.

RUTINA, porque siempre hay un día y una noche y me tengo que despertar de día o no, para ir al trabajo o no, para hacer fiaca, hacer actividades o para quedarme levantado o no.

RUTINA, porque tengo que utilizar el mismo vehículo o no, después cambiarlo o no, o quedarme sin nada.

RUTINA, porque  tengo que caminar o quedarme sentado, ver gente que hace lo mismo o no, saludarla o no.

RUTINA, porque tengo que hablar o quedarme callado, abrir los ojos o tenerlo cerrados.

RUTINA, porque tengo que ver el cielo, el sol, la luna, las estrellas, las nubes, la lluvia y se ven de día o de noche en los mismos lugares o no mirarlos.

RUTINA, porque estoy viviendo en una casa y si quisiera en otro lugar o no vivir en ningún lado.

RUTINA, porque hay gente y animales en movimientos y estoy yo en este mundo.

RUTINA, porque hay claridad y oscuridad, que se puede ver o no.

RUTINA, porque  estoy enojado o bueno,  triste o alegre, río o lloro, callo o grito.

RUTINA, porque tengo que pensar, a veces no, otras no puedo.    

RUTINA, porque me tengo que bañar o no, vestirme o no.

RUTINA, porque tengo la misma familia, en el mismo lugar, haciendo lo mismo, que me quieran ver y yo a ellos, o no.

RUTINA, porque todos los días hay gente que nace y otras mueren.

RUTINA, porque tengo que comer, beber o no.

RUTINA, porque este mundo es el mismo, nada cambia o cambia todo a cada rato.

RUTINA, porque siempre veo y siento, en el mismo lugar y de la misma manera.

RUTINA, porque siempre me miro al espejo y me veo siempre yo.

RUTINA, porque la rutina es tan rutinaria que todo lo rutinario que escribo,

en algún momento la rutina, a todos les llega.

                                                Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 AGONÍA



El frío abraza mi alma, el cuerpo se abriga de pesares,

el corazón se acobija de sentimientos

y los sentidos calientan mi razón,

 instantes que aparecen como una eternidad.

Los recuerdos y las nostalgias de un amor,

se presentan inmóviles, quietos ante mí,

sin figura ni contorno, solo la tenue imagen de lo que fue

y el tallado profundo de lo que quiero olvidar.

Son las cuatro estaciones de mi vida,

y los colores del dolor y las alegrías.

Mi tormento no es el pasado ni el presente,

mi agonía, es por lo que sentiré en el futuro,

sin tu amor y sin tu presencia.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

viernes, 9 de junio de 2023

 Repito y repito atormentado: QUIERO AMARTE           

 


Te necesité y te necesito. Recuerdo cuando te abrazaba, cuando te dije amor. Estoy sintiendo angustia por no volverlo a decir... te amaba. Te quería, necesitaba tenerte a mi lado, no eras mía ni eres mía ¿qué voy hacer sin ti? No podré ver tus ojos sonrientes, no podré sentir tus labios, pero cuanto te amaba...

Sufro al pensar que ya no te tengo, y no te puedo escuchar, pero ¡¿porque no te tengo?! Necesito… necesito acariciarte, necesito besarte, necesito amarte, ¿pero porque no te tengo? Tu figura ya no la veo, tu caricia ya no la siento, tu voz ya no la escucho, pero ¡cuánto necesito amarte! Espero que este amor se diluya, que no me siga perturbando, porque te extraño tanto, te odio tanto por esperarte, te odio tanto por amarte. ¡Cómo te amo! Me traes recuerdos de haber amado, me duele saber que ya no estas a mi lado, pero te amo. Sé que no eres mía, también sabía que no me pertenecías, pero yo sin querer, te he amado. Son palabras simples, sin poesía, pensamientos que existían y yo aquí, recostado, extraviado. Estoy pensativo, estoy aturdido, pero no estás a mi lado. Te quiero a mi lado, te necesito a mi lado, quiero escuchar tu voz y poder decir cuánto te amo, ¡¿Por qué?! Porqué te dejé ir… porque te peleé, porque te alejé, porque quise pensar que no sentía amor por ti, cuando ahora sé, que solo necesito amarte, y tú podrías quererme.

Tu despedida me hirió, tu saludo me desorientó, quedé sin rumbo, no sé dónde ir, no se caminar, solo quería amarte. ¿Porque miro tu pasado, porque recorro el mío, si tan solo quiero el hoy a tu lado? Te necesito, te extraño, te quiero y te amo. Tu tiempo no está en mi tiempo y te fuiste a otros brazos, pero yo quería amarte. Me gustaba mirarte cuando reías, cuando me hablabas y ahora me doy cuenta, que ya no eres nada, solo recuerdo de un presente pasado, quería que fueras mía. Yo te extraño, no te olvido, ya no puedo, solo quería darte mi amor. Tu mirada era una caricia a mis ojos, tus palabras un remanso, tus momentos eran siglos que me dabas y ahora sé, que no estabas a mi lado. Como hago, que hago, que siento, no sé lo que tengo, no sé lo que quiero… o si, quería amarte y tu figura no desvanece porque tenía amor para darte. Tengo bronca porque te amo, desdicha de no saber cuidarte, mi corazón latiendo a cada instante diciéndome que te necesita. No sé cómo buscarte, no sé cómo traerte, pero sí sé, que no me perteneces. No puedo comprar tu amor, porque ya te han embargado la vida, y yó necesito amarte. Me gustaría volver a escuchar tus melodías, de que alguna vez me has querido, me has amado, me has deseado. Estoy aquí, hablando con mi razón, reprochando mi existencia, todo es dolor y confusión. Repito una y mil veces, quiero negar que me sucede, pero no puedo mentir a mi alma que solamente necesita amarte. Te pienso, te hablo, me respondo y siento, que quiero amarte. Estás lejos y solo quiero amarte, te fuiste y pienso en amarte, partiste, y solo quiero amarte, pero ¿porque todo esto? sí sé, que no me quieres más a tu lado.   

 

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor