Mi mundo mujer
Mi mundo es como tanto de
otras personas, pero hoy, en este momento, siento que lo única ganas, es
simplemente sentarme a escribir lo que está en mi percepción, mi alma, mi
corazón y tal vez con resentimientos
propios, me quedo pensativo, como empezar todo lo que está en mí, porque nací,
crecí, maduré, elegí la forma de vida y tantas situaciones, algunas buenas,
unas no tanto y otras sin medir errores sobrepasados. Quiero gritar en letras,
todos mis aciertos, un amor, unos hijos, una familia, y el recorrer la vida
sabiéndola compartir con mi ser amado. Llega todo sin darme cuenta, al
principio tuve miedo, me sentí débil, sin experiencia y un tanto inmaduro, como
todo hombre a la temprana edad de los veinte años, lindo tiempo de la vida,
pero sin sentido formal de la responsabilidad, por supuesto otros sí, pero en
general nosotros maduramos mucho después que una mujer. ¡Mujer!!! es el centro de la vida, del mundo, es el amor,
el odio, la desesperación, la esperanza, la traición, la angustia de amarla
hasta los celos, es la mentira sin culpas, la madurez con complejos, el error
justificado, el equilibrio del dolor sin mostrarlos, pero siempre está con su
más querido, eterno, incontrolable e incondicional, que nada lo supera, el amor
de su creación, un hijo, su hijo… Porque lo inventó en su pansa, los transformó
en un nada y le fue dando forma perfecta, como nadie puede construir en este
mundo. Es la parte de la naturaleza con vida y muerte, pero es lo que más, la
hace suprema. Cuando se nace nos aferramos a su olor, su piel, sus pechos que
es nuestro segundo alimento después de su control interior, nada nos gusta más
que ese lugar, sentir sus caricias, sus besos, su aliento en nuestros ojos y
labios, su canto arrullador a nuestro incesante llanto del no saber el porqué,
pero la mujer, nuestras madres lo logra con solo tenernos en sus brazos. Sin
darme cuenta lo que tenía en mente, dos amores, el que me dio la vida y el que
la continuó, y también estoy enamorado de mi madre, de la madre de mis amores, mis
hijos, porque me los ofreció siendo de ella, sin darme cuenta que el amor no es
solo sentirla mujer en un lecho de la intimidad, sino que la amo por ser mujer,
porque admiro y admiré a LA MUJER. Todo parece simple, pero también me doy
cuenta que son amores distintos de una misma identificación humana, corro tras
la compañía como un niño ante la soledad y el miedo, pero solo ella me lo sacaba,
como ahora. Necesito de otra figura de mujer para que cumpla el mismo rol, pero
con sentimientos plasmados de caricias deleitables, compañía, diálogos,
ternuras amorosas, placenteras, miradas intimidatorias y provocadora, pero esta
mujer, es el que me hace sentir hombre, sentirme que soy alguien por quien
estar o acobijar; Todo es lo que debo, pero no siempre se logra en el momento
justo, los destiempo de las alucinaciones, sacudidas por el sentimiento
sorpresivo, casi acompañando el desdén de lo prohibido, logra la estupidez de
no saber que mi mundo es mi MUNDO MUJER
Orlando Mario Soverchia- YoAmor