En una noche de
invierno, abracé tu cuerpo, recorrí tu cintura, acaricié tus nalgas, besé tu cuello,
mojé tus labios. Luego, sentí pasión por tu piel y todo lo viví en un instante
de ilusión. Ilusión, porque ese día te estaba diciendo por última vez, que todo
lo que sentías por mí, jamás lo olvidarías, porque nadie te habrá amado, como
yo lo hice.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R