CONFESIÓN DE UN
DESEO
Confieso algo de
muy dentro de mí, me gustaría tenerte en mis brazos,
desnudarte toda... sentir los cuerpos rozándonos hasta que la piel
se caliente, nuestras bocas se entreabran y las lenguas mojando los
cuerpos contorneándose a mas no poder. Tus manos y las mías se entrelazan para
no perder un instante de nuestros deseos, deseos sin frenesí, lujurias sin
contención, placeres perdidos hasta lo sublime del profundo amor de dos cuerpos
calientes.
Jadeos... y más gemidos... confunden el ambiente, movimientos incontrolables hacen tu cuerpo el zarandeo de una hermosa sirena en celo. Te llegue a lo más profundo de tus entrañas, sentí el calor de tu esperma, gemí, grite, lloré por sentir lo que sentía, desvanecí sobre tus senos, mi labio seguía necesitando de tan hermosa creación. Mojaba tus pezones, oía tus súplicas, mi ser no sabía cómo atender a tanto placer pedido, fue cuando entonces gritamos, deliramos, palabras perdidas, entrecortadas pidiendo no llegue el final. Sentí que todo lo había logrado, mojados y mezclados acariciando nuestras partes, como si todavía nada hubiese pasado, que recién el placer de lo erótico hubiese empezado. Volvimos a mirarnos, tocarnos, sentirnos, y un destello en nuestros ojos avisando la ira de un nuevo AMOR.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor