miércoles, 29 de diciembre de 2021

 





El amor siempre está, podrá estar ausente al principio o en algún momento de ella, pero, aunque sea en los últimos tiempos de tu existencia, siempre llegará.

 

                 Orlando Mario Soverchia, YoAmor

martes, 28 de diciembre de 2021

 

 

                                          NO SUPISTE AMAR

 


Te conocí por el destino fortuito, desatendí tu figura, seguí mi camino un tanto libre.

Nada me hacía pensar que tú me observabas, tampoco quería conocerte. No estaba en mí, saber

de otra persona en mi vida, solo eran mis nostalgias y sentimientos maltratados de un pasado,

que me trasladaban a escribir recuerdos de un volver a vivir, de recorrer errores, sanar tristezas,

a reír. Pero apareciste tú, con mirada seria, grandes ojos negros, tus labios carnosos color grana, tu imagen joven, tu sonrisa apenas entreabría tu boca, tus mejillas marcaban tu piel rosada, tu pelo largo y negro a

tu cintura, fotografiaba una bella mujer. Sentí tu voz cálida, severa y débil, para reafirmar tu vida.

Contaste tu existencia casi sin pensar, con vergüenza, dolor, bronca, y casi confusa, narraste

tu vida con vivencias, y me di cuenta, que nunca supiste amar, solo fueron sentimientos de un sentir.

 Pretendías protección, escapar de lo que no habías elegido, y la vida, te dio un sentimiento de paz, pero no un amor con pasión, ese amor, que te haga sentir mujer, y jugaste la partida con fichas que te han prestado.

Creíste que eras la dueña de la verdad y de la razón, pero la vida, no dejó que ese hombre angelical, que no supo darse cuenta que no te estaba ayudando, solo cumplía sus propios deseos. Y el destino lo hizo partir, para liberar sus errores y corregir tus desordenes. Pero te encontraste desorientada y un no saber qué hacer.

No dejaste que la soledad te perseguida, joven y bonita, encontraste un hombre prohibido, el tiempo, los quiso juntos, tuvieron hijos que muchos niegan o rechazan, pero la vergüenza y no poder negarlo más, aquel hecho, acordonó su responsabilidad. Volviste a creer que este era tu verdadero amor imposible, solo que la única diferencia, él venía de un desconsuelo de un engañó, necesitando cubrir su alma, con aquella bella mujer, y vos un hombre que te daba estabilidad, supuestamente, era el hombre, el mejor que sé te había presentado en la vida. Grave error, te manipuló, te usó, supo de tu frágil poder de convicción, condicionó parte de tu familia y tu vida, deseó tu muerte y hasta llegó lucrar con lo tuyo por su despiadada avaricia, pero lo más grave de todo, nunca te supo amar, porque amar no es solo el placer del sexo y esperar el final. Amar es oler tu piel, acariciar tu pelo, tu cuello, besarlo como si fuera la primera y última vez, cuidarte en los más mínimos detalle de tu ser, que no sufras, que no llores, y que rían juntos.

El destino quiso que nada de lo que habías planeado, jugase con tus memorias y la soledad te alcanzó, el miedo a tu vejez, y con apenas cuatro décadas, especulabas con hombres maduros que te hicieran sentir mujer, creer que eras más joven en la vida actual, solo pensabas en ti, solo querías sentirte que tu amor valía, pero también los inventabas, para empezar una nueva ilusión.

Brincabas con tus tiempos y el de los demás, siempre tropezaste con que nunca tuviste un querer. Te sentías bonita, tu forma de ser te hacía desagradable, poco comunicativa, nunca tuviste una intimidad de tu propio amor, lo que hacías, era cambiar sentimientos, para crear etapas con amores inventados. Pero amar, no es solo decirlo, amar es mirar a los ojos sin decir una palabra, las lágrimas cuentan la alegría. Mirar las facciones de todos sus lados y la sonrisa nunca termina. Es pensar en sentir los labios junto al otro, cuando cada abrazo es como tener la luna en tus manos. Por eso no supiste lo que es el amar y nunca supieron hacerlo, con ternura y pasión.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

lunes, 27 de diciembre de 2021

 



En la vida, no hay edad ni tiempo para sentirse enamorado. Se puede ser feliz de chico, de adolescente, de adulto, de grande o de adulto mayores. No siempre dura una eternidad, la vida te da y te quita, te ríe y te llora, te da paz o te hace sufrir. Pero en el amor no hayreglas, no hay fecha. El amor es el unicornio del corazón.

                   Orlando Mario Soverchia- YoAmor

jueves, 23 de diciembre de 2021

 


Tu tarde es mi tarde. 

Tu paisaje es el mío. 

Tu tiempo lo necesito. 

Tu amor lo extraño. 

Tu figura la deseo 

y tu alma la siento mía.


                           Porque no estás en mi realidad...                         

 Orlando Mario Soverchia- YoAmor                   

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Sabes que?...Te amo a la distancia, 

pero mis pensamientos te acarician mucho más de lo que mis manos 

y mi boca lo haría, por eso mis ojos, quieren tu figura, 

para que mi alma y la tuya se junten en un solo deseo.

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor


 


El después es una acción, un deseo, una actitud. El después son tantas cosas como el mismo presente postergado. Porque el después puede ser todo o nada, una salvación o un trágico final. El después está es nuestra misma vida. Porque el después… ya es tarde


                                             Orlando Mario  Soverchia

 


Cuando uno pierde un amor, solo hay que dejar que el sentimiento descanse, los sentidos hablen y la razón no discuta con el corazón.

                          Orlando Mario Soverchia- YoAmor

martes, 21 de diciembre de 2021

 

LA ESCUELA

 


En un momento me encontré solo, con una señora que  nada hacía pensar que dos desconocidos  tenían que decirse algo o comentar algo en una reunión de colegio. Ella de ojos claros, de una mirada sensual, con su ropa ajustada al cuerpo, como dibujado por un artista, marcaban sus piernas carnosas pero perfectas, su piel trigueña y sus pechos orgullosos de mostrarse. El pelo negro a la cintura, sus labios pintados de rojo carmesí, me hicieron pensar en las fantasías de sus deseos. Todo parecía normal, pero  al momento me di cuenta que estábamos esperando en un punto equivocado, nadie se veía por el patio y nosotros  dos  en un aula alejados de la entrada y de la dirección de la escuela. Con timidez y una sonrisa delicada, le dije…– Disculpa… ¿es aquí la reunión?  Me respondió…- No lo sé, pero no tengo miedo si estoy acompañada, ¿Y vos? ¿No tenés miedo?... Sin pensar nada, enseguida y por inercia respondí…-No, no, porque estoy bien acompañado… Y los dos reímos juntos. El sector oscurecía y ninguno dejó o intentó salir, no  decíamos nada y sin querer, de a ratos nos mirábamos y nos reíamos como dos adolescentes cómplices de algo y no saber porque. Pasó un tiempo no muy largo y el silencio, era  acompañado por el ruido de sus tacos, que iban y venían, hacia la puerta. Se paró de golpe, me miró fijamente, y muy sensual preguntó…- ¿Eres casado?... y sorprendido casi tartamudeando le respondí…-No, si, sí, ¿soy casado y vos?... Volvió a sonreír y me dijo…- También, pero solo aparentamos… ¿Quieres a tu esposa? Y esa pregunta condicionaba mi respuesta por un motivo o por el otro, y jugando la intención dije… -Sí, pero a veces me gusta lo prohibido. No sé qué pasó, como fue, en qué segundo del momento ocurrió, esta bella mujer, estaba parada frente a mí, casi tocando su cuerpo con el mío. Miró mis labios como recorriéndolos, y los suyos mojaron los míos con un beso apasionado interminable. La tomé de la cintura, y sentí que su lengua pedía permiso en mi boca, mis manos  acariciaban sus caderas y ella, respirando muy profundo se alejó de mí, retrocediendo muy despacio llegó a la puerta, y la vuelta de llaves me invitó a todo. Lentamente fue despojándose de la ropa, y su increíble cuerpo estaba ante mí. Llevó su mano  entre sus piernas y muy suavemente me mostró que estaban humedecidas, volvió acercarse muy mansamente, tomó mi mano, mojó mis dedos en su boca y los llevó a su venus. Sus parpados apretados y su boca entreabierta de la sensación que sentía por el vaivén que ella agitaba. Tomó mi cabeza por mis cabellos, y como un zarpazo de pantera, puso mi boca entre los labios de su vagina. Todo besé y todo saboreé, el perfume de su piel en sus nalgas y lo húmedo de lo que ella me daba. Al momento sentí una extraña sensación, cuando mi pantalón, ella lo había bajado con desesperación arrodillada ante mí y gimiendo como una hembra salvaje. Su mano en mis nalgas apretándolas con descontrol, mientras sus labios, acariciaban mí pene, cuando todo lo hacía en su boca. Me pidió, que la haga mía, me imploró lujuria, se sentó sobre mí, y comenzó a cabalgar para ganar el premio de esa locura de amor. Retorcía su cintura de atrás para adelante, tomó lo mío con su mano porque lo quiso por atrás, y los dos desencajados, gritamos sintiendo mi semen dentro de ella y ella mojándome por terminar con un gran placer.

 

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor           D/R

Derechos reservados

 

IMAGINAR



Estoy solo, no tengo a nadie en mi corazón.

Solo sueños, de un amor que no llega,

Y mi alma que sufre, por un sentimiento que no encuentra.

 La vida y la distancia, me pusieron a prueba,

de saber si podría soportar esa belleza frente a mí.

Latía esa foto ante mí cara,

temblaron mis manos de saber que existía,

miré su figura, sus ojos, su boca, su pelo,

saqué la vista de esa mujer que me aturdía,

pero no podía negarle a mis ojos

de sentir el placer en observarla.

Dejé de pensar en todo aquello que me daría,

imaginando que la amaría.

Tocaron mis dedos aquella imagen de divinidad,

cerré mis fantasías y callé mi corazón,

aplaqué las ilusiones y derrumbé las esperanzas.

Apreté muy fuerte mis puños,

Y dejé aquella mujer en la mesa,

por no poder decirle,

que la quiero conmigo.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

GANAS



Tengo tantas ganas de vos…

Tengo tantas ganas de sentirte, escucharte,

de caricias en tu cara, tengo ganas de morder tu piel.

Tengo ganas de gana, deshacerte a besos,

 romper tus sentidos con los míos.

Tengo tantas ganas, que quiero sufrir para vos,

porque mis ganas son tantas,

 que ganas de morir por vos.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

EXTRAÑO



Extraño a esa mujer que tenía a mi lado.

¡Extraño a esa mujer que le decía… que hermosas sos!

Extraño a esa mujer que tuve en mis brazos.

Extraño a esa mujer que miraba sus ojos sin pestañar.

Extraño a esa mujer de labios carnosos.

Extraño a esa mujer que posaba mi boca sobre la suya.

Extraño a esa mujer donde kilómetros de mis besos recorrían su piel.

Extraño a esa mujer donde sus caricias me hacían temblar.

Extraño a esa mujer donde sentía, que debía cuidar.

Extraño a esa mujer donde enloquecía por tenerla a mi lado.

Extraño a esa mujer donde sentí que compartía mi vida.

Extraño a esa mujer donde pasó ser parte de mi vida.

Extraño a esa mujer donde cambio el rumbo de mi vida.

Extraño todo de esa mujer, ¿y porque la extraño?…

Porque me enamoré desde el primer día que nací.

Porque cuando la vi, me enamoré instantáneamente.

Porque seguí enamorado mientras la tuve.

Porque me enamoré mucho más cuando la perdí.

Porque sigo enamorado igual que el primer día que le dije,

TE AMO.

lunes, 20 de diciembre de 2021

 

ESTADO


 

Me siento cansado, me siento agotado.

¿Estoy saliendo, estoy llegando?

¿Estoy en lo último? - me pregunto -

¿En dónde estoy? ¿Dónde?

Tantas veces deseé un equilibrio,

tantas veces lo intenté, y muchas lo imaginé,

sin embargo, no he vivido ni un instante

del recorrido querido.

¿Quién detiene este atajo

que no veo mi horizonte alineado?

Tampoco un destino sosegado.

¿Dónde busco aquellos días

que maltrataron los sentidos

y quebrajaron mi estado?

Nunca he pensado alinear mi camino,

pero no me imaginé, un lugar tan mezquino.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

EL MEJOR AMOR


 

La decisión más maravillosa en esa pareja,

había llegado en los dos, de un nuevo ser.

Nueve lunas compartieron con una increíble ilusión,

organizaron sus vidas, los tiempos y su hogar.

La familia entera, vivían de fiesta con inquietudes y proyectos,

y el día había llegado, aquella mamá, cansada y alegre, gozó su querer.

Sus brazos sostenían, aquel hermoso bebé de sueños,

todo igual como lo habían imaginado, como ya lo sabían.

Su carita angelical apretada a sus pechos y la necesidad de comer,

dejaban ver su condición, de un ser especial, un ser increíble.

Crecía con todos sus sentidos sueltos, sin contener emociones espontaneas,

organizaba su mundo con tanta ternura, que todo era mágico.

Sus ojitos con brillos, su mirada inocente, sus gestos afectivos,

su bondad expuesta sin formalidad, sus besos llenos de pasión.

Sus entrecortadas palabras solo eran de cariño y amor,

Cada día manifestaba su posición con capacidades distintas,

pero ella, era la luna, el sol y las estrellas, todo en el mismo lugar y al mismo tiempo,

Llena de inocencia, todo lo hacía maravilloso, que no se podía desatender,

Comenzaba sentirse mujer y sus ingenuos sentimientos los hacía saber,

su deseo de un compañero a su corazón, la hacía graciosa y un tanto jovial,

Feliz e ilusionada, elegía su hombre en donde depositar todo su ser,

Belleza era su alma, inocencia sus deseos, puros los sentimientos,

Todos la adoraban, muchos la envidiaban, por demostrase sin restricción,

Jugaban sus sentidos sin jerarquía, palabras de afectos eran todos sus días,

Cada mañana era un té quiero… a quien la recibía en sus brazos,

No se podía olvidar, no se debía negar, que esa niña mujer, es el mejor amor.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

Esta Navidad es un día como tantos otros del año, con la diferencia que, para los católicos es distinto, festejan la Natividad del Señor. Las intenciones son, augurios y deseos para todos los seres de este mundo, y me agrego a los mismos, en particular, sé que es una noche de amor y paz, por consiguiente, de reconciliaciones. Mis deseos son, sentir y creer que se puede cambiar este mundo, que podemos pensar distinto y convivir como seres de la misma especie, donde deseamos paz y felicidad, pero la felicidad, no a todos en estos días les llega, porque la paz no alcanzó sus corazones.

Por eso van mis deseos y ruegos, a los que están enfermos, logren sanar, los que sufren, tengan alivio, los que perdieron un amor, lo puedan hallar, los que esperan un amor lo puedan encontrar, los que tienen la alegría de recibir una nueva personita en la familia, sean bendecidos. El que se encuentra solo y se siente solo,  sepan que hay más en el mundo que completan ese destino, y no van a estar solos, sino con la compañía de sus propias almas. Los que cometieron errores sepan darse cuenta, los que lastimaron, sientan el deseo de arrepentirse, los que tienen sueños de construir, sientan la fuerza positiva para cumplirlos, los que sientan odio, por creer que la vida no los tienen en cuenta, sepan que, en algún momento del transitar en ella, podrán sentir que los mira. Los que perdieron la dignidad de un trabajo o no lo encuentran, que lo logren, los que pelean por sus derechos, confíen en la justicia. Todos tenemos algo por qué y por quien pensar, es lo que nos hace mortales. Mis deseos son que sientan, paz, no importa sus creencias, no importa sus ideologías, lo que importa es, que en el mundo no haya más guerra, hambre, por el negocio de esos señores del poder. Dios quiera, que en algún momento les llegue el equilibrio de humildad y se sientan terrenales, porque todo se deja en este lugar y lo que hay que ver es el hoy. No a los negocios del hambre y la muerte. Por esto y por tantas necesidades más que el hombre necesita, van mis mejores deseos y buen pasar en esta noche de Navidad.   

                                                Orlando  Mario Soverchia- YoAmor




sábado, 18 de diciembre de 2021

                                                      DONDE ESTARÁS


 

No estás conmigo hoy… Tampoco estarás mañana…

 

Siento cada día que mi vida vacía está,

mucho más todavía cuando ya no me hablas más.

Encontrarte en los cielos es posible que así sea,

serás mi ángel custodio y morir quisiera ya.

 

Entregaría mi corazón, siempre lo haría,

así te alejes, o a mí regreses.

No sé cuál es el fin, buscando lo que no está,

pero siento dentro de mí, cuanto te puedo amar.

 

Derramé tristeza en esta página,

al creer que algún día me pudieras esperar.

Voy de un lado a otro, y no te alcanzo a ver,

el consuelo y resignación, es ya una realidad.

 

Mi corazón lastimado ya no puede sangrar más,

sin embargo, mis latidos esperanzados están.

Cruel es mi presente y no lo quiero ver,

y yo ilusionado, ansiando saber dónde estás.

 

Vendería el alma, dejaría de respirar,

para llegar a tí y nunca más regresar.

Los sentidos y los sueños ya no llegan a mí,

todo se truncó, cuando ya no estabas más.

 

Recuerdos y nostalgias es la estela de tu ser,

pero aún sigo todavía esperando tu amanecer.

Te amo con locura, sin preguntarme el porque,

siento perdido mi rumbo cuando no llego a entender.

 

Donde estarás amor mío que nunca pude saber,

Estamos en el mismo mundo y no te logré tener.

Y cuando lleguen mis fantasías a mí padecer,

pensaré que algún día, regresarás sin saber.

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor


 

DESPRECIO

 


Entré sin zapatos a tu alma para no hacer ruido,

Me quedo quieto y muy ilusionado, estoy feliz,

Me siento pleno, soy un ángel de amor.

Me dejas tener tu cariño y mi amor avanzando,

Tu solo me dices te quiero y me doy cuenta, que más aún te amo.

Me llevas de la mano a donde tú quieres,

Dejo que hagas, porque todo es hermoso junto a ti,

Pero tú solo me tienes, ¡me dices…- No aturdas con tus palabras!...

Y solo dije que te amo, ¡me gritas…- Déjame sola y tranquila!!!...

Y tú  no te das cuenta que me rechazas.

Te pido un beso, solo me entregas tus mejillas.

Te tomo de la mano y tú me la sueltas.

Te miro a los ojos, y tú miras hacia otro lado.

No quiero perderte y no puedo tenerte,

Me vuelvo inocente y un tanto inmaduro,

No quiero pensar que tú no me quieres,

Con miedo  te pido, que quiero un abrazo,

Y fue tu respuesta, ¡un No!  sin reparo.

Sentí tristeza en mi pecho, dolor en mi alma,

Cuando dijiste,- No quiero estar más a tu lado.

Miré tu partida caminando a tu infinito,

Mis lágrimas mojaron mis manos, las dejé caer.

El día se volvió noche y nadie me acompaña,

Entonces me di cuenta, que mi corazón estaba llorando

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor

jueves, 9 de diciembre de 2021

 

DESILUSIÓN


 

Siento que todo es mentira

Nada es real, todo es un fraude.

Mis creencias desparramadas por doquier

Se rieron del amor, rompieron  sentimientos.

 

Vida... dame una razón para seguir soñando,

Entrégame una luz en este recorrido sombrío,

Acompáñame en este camino desolado

Y alcánzame  algo de  verdad.

 

Necesito encontrarte amor y pronto,

Estoy solo, nadie escucha mis plegarias.

Abriendo mis pensamientos sentí alivio en mi alma,

Quedando prisionero de confusas crueldades

 

Quiero entenderte alma mía,

Pero no encuentro cuál es tu ira.

Dejaste que sienta lo que siento

Y ahora me castigas con tantas barbaries.

 

Forjé mi camino de muchos destinos,

Algunos pidieron a más no poder.

Todos sacaron de ésta vida mía

Lo que yo nunca quise entender.

 

Soy lo que soy  y no quiero ser el que soy,

Traté de hacerme un ser con amor,

Busqué regalar toda mi pasión,

Y solo tú me sacaste la razón de poder amar.

 

Siento recorrer toda  creación,

Tocarla con mis manos, mirarla sin distancia,

Darme cuenta que no tengo nada,

Cuando solo me has dejado una ingrata desilusión.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

sábado, 4 de diciembre de 2021

 

DESENCANTO

 


No he buscado el amor,

primero busqué ese alguien donde me podía encontrar y después me amara.

Las experiencias en mi vida me enseñaron a crecer, pero también a sufrir.

Sin embargo, me bastó solo unos instantes, en darme cuenta,

cuanto tiempo he amado para nada.

 

En la vida todo puede suceder y nada está dicho.

Esa mujer díó muchas vueltas y cuando creí que todo estaba perdido,

es cuando encontré lo que pensé terminado.

Germinó mi alma, floreció mi corazón, y mi mente fue regada de querer.

 

Me llamaba. - Mi amor - me decía. - Te quiero -

Le sonreía y solo respondía - como yo mi cielo -

Cuanto la extrañaba cuando necesitaba estar bien...

 le regalé algo muy barato y simple, un beso y un té adoro.

 

Acompañé su caminar, mis manos en su cintura,

sentí que era toda mía, la solté por un instante y se fue de mi lado.

Destinos distintos, pensamientos desiguales, formas de vida discordantes

marcaron las distancias, modelaron actitudes y estrujaron el dolor experimentado.

 

Necesito entender los actos de la vida en mi propia obra teatral,

porque el destino, escribió este cruel guion para mi desdicha.

Mi alma y mi corazón no tienen nada... todo es una pantalla,

y siguen en su soledad con el remanso de mi nostalgia.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

DESAYUNANDO UN AMOR

 


Hoy, en esta madrugada despertó mi vida el sueño,

Sentí la sensación tan difícil de explicar, pero muy clara en sentir,

Saque toda mi existencia de su lado, nuestra cama,

La miré contento, la miraba triste, la sentí muy lejos,

Preparé nuestro café de siempre, de nuestro momento de charla,

De espalda a su figura, sentí los pasos entrecortados, por su despertar,

Miré su belleza, contemple su pelo, observaba sus ojos, sentí mil deseos,

Sonrió muy amable, estiró su mano y acerqué su café.

Mi sorbo, fue la pausa de mi interrogatorio, de dudas que no comprendía,

Pregunté, que le estaba pasando, respondió muy tranquila…  nada solo cansada,

Insistí nuevamente… te siento distante… te veo muy sería con tus respuestas,

Insegura cuando me hablas… fastidiosa cuando te beso… molesta de mis caricias,

Movió su cabeza de un lado a otro sin palabra alguna, mirando su taza,

Volví a mis dudas preguntando… - ¿hay alguien en tu vida?…

Si hay un hombre quien ocupa tus pensamientos, o un amor que me aleja de ti,

Te pido simplemente, no lo ocultes, no importa la realidad,

Resistió el sorbo, cerró los ojos y cuando los volvió abrir…

Lágrimas sin entender, regaban su cara, brillaban entre sacudidas,

Miró fijamente sus manos temblorosas, yo no lo había notado,

Sentí miedo y angustia, saboree el engaño confeso, resigné mi dolor,

Cuando una vos entrecortada y abandonada, llenaron mis oídos de no entender,

Te digo que sí, hay otro amor, imposible de que lo cambie, no quiero que eso pase,

En un instante imagine su figura de hombre bello imposible de alcanzar,

Los imaginé juntos en un lecho de amor, perdidos y lujuriosos,

Tuve la pintura de dos cuerpos desnudos retorcidos del placer,

Cuando solo fue mi intento en preguntar, que fue lo que te ha dado él,

Y como nunca imaginé escuchar, de aquella esplendida mujer,

Que ese amor, que tenía en su corazón y que nunca dejaría de amar,

Fue el desayuno de un amor, por una mujer.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor