viernes, 14 de septiembre de 2018




Se olvidó de que el destino no estaba escrito, siguió un amor que no le correspondía, dejo su casa, sus hijos, su país, y creyó que su vida sería mejor, cuando se dio cuenta, nada era real, solo una ilusión, una fantasía, una mentira, fue cuando giró sobre su cuerpo, quiso retomar todo lo que dejó atrás, pero ya nada le correspondía.
                              Orlando Mario Soverchia- YoAmor
                                                                     DESICIÓN


Este día detuve mi transitar, casi vencido por el recorrido de mi vida,
esperé agitado que mi corazón se tranquilice, escuché mi razón y todo lo dijo,
preguntó si sabía de mi estupidez en dejarla ir y que duela,
o también en retenerla, sabiendo que no me quiere.
Un intento para probar, es lo que pido, solo un intento.
Mis razones son muchas, como puede ser solo una.
Tengo sensaciones que no me dejan elegir, solo esperar.
Me detienen en su vida, paralizan mis sentidos, quitan mis pasiones,
porque lo único y todo lo que tengo, es un amor muy grande por ella.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

NOSTALGIA DE AMOR



Siento nostalgia de un  segundo atrás, porque no siento correr el tiempo, por el dolor que tengo en mi alma. No te puedo olvidar, no te quiero olvidar, no sé cómo olvidar. Fuiste mi guía en mi laberinto de pasiones. Siento nostalgias de aquellos días, donde besaba tu cuerpo vestido de piel, donde mis manos caminaron sin parar, hasta encontrar tus manos sobre tus pechos, para que mis labios lo hicieran míos. Siento nostalgias de tus caricias sobre mi cuerpo desnudo, y no sé qué hacer, al descontrolarse mis deseos. Siento nostalgias, de sentir tu respirar sobre mis hombros, cuando nada te detenía en querer estar sentada sobre mis partes calientes y todo lo pedías. Siento nostalgias de tanto amor y pasión que me diste, que ahora siento bronca y dolor, por tener nostalgias de ese recuerdo.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor



Mi soledad no me deja estar solo, jamás me abandona, por eso siempre me pregunta porque estoy triste o no río, y yo reiré cuando un amor golpeé las puertas de mi corazón, y él mismo lo dejará entrar sin preguntar quién es.
                            Orlando Mario Soverchia- YoAmor




Me gusta sentirme como me siento, porque me late el corazón, mis sentidos se movilizan, todo es hermoso, todo es transparente, y sin darme cuenta camino sin camino. Sé que estoy en un lugar y no me doy cuenta donde es y todo esto me pasa, con solo saber que aún en la distancia, estas a mi lado. Mi deseo no tiene límite, y vos es mi mente, por si tú me quieres... y yo solamente, amarte.
                         Orlando Mario Soverchia- YoAmor
Un día me voy a cansar, te voy a ir a buscar y te voy a comer a besos...! Si si, porque ya no soporto mirarte, admirarte y no tenerte.
Cada momento que estas frente a mis ojos, quisiera desnudarte a besos y vestirte a besos.

                     Orlando Mario Soverchia- YoAmor
La demora, el tiempo, la espera, son momentos que nos causa atraso de situaciones no queridas o momentos para el olvido, pero es el tránsito que se nos ha marcado en nuestro camino.
                                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor

                                       VIVIENDO LA MUERTE
                                                            


El día se va recostando en una tarde cruel y despiadada, aquel viejo de casi nueve décadas, se encuentra ante la posibilidad de su última jugada con la vida. Su cuerpo, pequeño y enflaquecido por la enfermedad y la vejez, lo exponen sin vergüenza ante la mirada de algunos cercanos a él. Su mirada cada vez más fija, con ojos muy abiertos por no poder identificar la figura de quienes están a su lado, balbucea lo que quiere decir, y grita el dolor de sus huesos.
La muerte está viviendo con él, le pide su alma, pero él desiste todavía; ella lo ataca con soberbia y desparpajo, e ironiza su estadía sin importarle que lo humilla. Lo abraza con delicadeza y muy suavemente le va cambiando el rostro, su nariz se va agrandando, la mandíbula se profundiza con la piel pegada a sus huesos, su boca se va marchitando y la comisura de sus labios, quedan marcadas alrededor de su mueca de sorprendido. No entiende que le está pasando, o sí. Por momentos cierra los ojos y la foto de alguien que descansa, se plasma en una macabra imagen de que ha perdido la partida. Se quiere ir, se quiere alejar de la realidad, no puede o no sabe, pero sí desea, no estar más, viviendo la muerte.

                                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor