miércoles, 27 de marzo de 2024

 

Abrázame ahora, hazme sentir tu cuerpo en este instante, porque necesito tu calor, y el refugio de tu ternura. Te necesito.
Te representaría cánticos, te recitaría poemas, te escribiría cartas de amor, pero prefiero decirte dos palabras: te quiero.
Un fuego de amor que paraliza mis sentidos, que me impide más que amarte, un fuego de sentirte, que me hace pertenecerte
Sentir tus labios en medio de la soledad, de tu soledad tan dichosa, de tu mirada enamorada, de tus caricias llenas de ternura, de tu mundo inmóvil por amor, de tu ternura generosa, de tu dulce despertar... Pero ámame.



martes, 26 de marzo de 2024

                                                       CERRANDO LOS OJOS


 

Cerraste los ojos por no ver tu pasado,

por no querer mirar aquel que dijo hacerte el amor,

y solo saciaba instintos , golpeando tu existencia.

Cerraste los ojos cuando llegó ese hombre clandestino,

pensando que era él, para tu destino.

Mendigaste un amor y mucho cariño,

prestando tu cuerpo y calmar sus deseos prohibidos.

 Como aquel que se acercó a ti con promesas de compañero fiel,

 de sentimientos puros y sinceros,

y solo fuiste una más de todas sus mentiras.

Por eso cuando tienes a alguien junto a tu cuerpo,

y reclama pasión a tu alma con placeres contenidos.

Y cierras tus ojos para no ver, como la vida te exige, lo que tú no sientes.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

lunes, 25 de marzo de 2024

AGONÍA



El frío abraza mi alma, el cuerpo se abriga de pesares,

el corazón se acobija de sentimientos

y los sentidos calientan mi razón,

 instantes que aparecen como una eternidad.

Los recuerdos y las nostalgias de un amor,

se presentan inmóviles, quietos ante mí,

sin figura ni contorno, solo la tenue imagen de lo que fue

y el tallado profundo de lo que quiero olvidar.

Son las cuatro estaciones de mi vida,

y los colores del dolor y las alegrías.

Mi tormento no es el pasado ni el presente,

mi agonía, es por lo que sentiré en el futuro,

sin tu amor y sin tu presencia.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

lunes, 18 de marzo de 2024

 








Eres piel de mujer, eres imagen desnuda para mis ojos, eres pasión para mi cuerpo, eres deseos para la lujuria de mis sentidos.

Pero también eres el dolor de no poderse cumplir.
Orlando Mario Soverchia - YoAmor D/R
derecos reservados

                                                     LA TARDE DE ESTA TARDE


 

Que la tarde de esta tarde, sea el fin de mis angustias.
Es el fin de un amor, sin saber cuándo y si
lo volveré a tener.
Siempre mi corazón, está con el sentimiento.
de amar.
No lo quiero perder ni lo quiero olvidar,

pero los tiempos y las pausas de palabras bellas,

  se marchitan, cuando cuentan y cantan el dolor del alma,

que arremeten sin piedad.

Orlando Mario Soverchia - YoAmor

 





Ser tuyo es mi deseo, así que me haré viento para que me sientas.

Me haré noche para que me sueñes,

y me haré tu poema para que me leas.

Así, me tendrás y te tendré en todo momento.

Me he dado cuenta que tengo este amor que está en mi corazón,

pero no puede estar en mi vida.

Sabes… tengo ganas de besarte, saborearte,

morderte muy suavecito, porque de tu boca

una mordida tentadora, es perderme localmente

en un beso con el sabor de tus labios.

Y te besé en mis sueños, te abracé en la distancia,

Y te pienso a diario, pero te amo en silencio.



Orlando Mario Soverchia - YoAmor D/R

derechos reservados

 

jueves, 7 de marzo de 2024

 

UN INSTANTE

 


Te tuve entre mis brazos, tu piel erizada,

 provocada por mis caricias.

Me besabas, te besaba, te miré, me sonreí,

te dije muy despacio, no me ames tengo miedo.

Tus ojos brillantes, me miraron muy fijamente,

y sensualmente me dijiste, déjame que solo yo te ame.

Tu respirar en mis oídos me hacía sentir culpable

de lo que tu sentías, y lo que yo no quería,

pero te deseaba en ese instante.

 Mis manos seguían en tu cuerpo,

tus labios acariciaban los míos sin detenerse,

 solo un decir - Por favor no quiero que me ames,

 porque yo no puedo volver amar,

no deseo volver sentir dolor por tanto querer. -

Perverso soy por lo que pido, y cruel con mi amor ansiado,

ya nada tiene sentido cuando mis pensamientos no son a tu ser.

Te quiero a mi lado, pero no en mi vida,

solo necesito estar sin nadie en mi camino,

porque mi único y verdadero amor,

solo durará un instante.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

ALUCINAR



Nunca imaginé que mi pasión por ti llegaría al extremo.

Al extremo donde duele mis manos de apretarlas por no verte,

por no saber dónde estás y tal vez con quien ahora tiene tus besos.

Enojarme con el momento de pensarte o recordarte.

No me permito imaginar que tus labios reposan sobre otra boca.

Tu cintura es abrazada con otros brazos y tu mirada hacia sus ojos.

No quiero sentir tu voz en mis oídos diciéndole te quiero.

Niego toda imagen de amor, en suponer tu cuerpo desnudo,

y ese hombre a tu lado, haciéndote suyo.

Duele mi ser y lastimoso mi corazón, se queja por lo que siente.

Mis lágrimas acompañan este estado sin sentido,

por creer todavía en este sentimiento que siento por ti,

y alucinar que tu amor por mí, lo tienes como el primer día.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

                                        VIVIENDO LA MUERTE

 

El día se va recostando en una tarde cruel y despiadada, aquel viejo de casi nueve décadas, se encuentra ante la posibilidad de su última jugada con la vida. Su cuerpo, pequeño y enflaquecido por la enfermedad y la vejez, lo exponen sin vergüenza ante la mirada de algunos cercanos a él. Su mirada cada vez más fija, con ojos muy abiertos por no poder identificar la figura de quienes están a su lado, balbucea lo que quiere decir, y grita el dolor de sus huesos.

La muerte está viviendo con él, le pide su alma, pero él desiste todavía; ella lo ataca con soberbia y desparpajo, e ironiza su estadía sin importarle que lo humilla. Lo abraza con delicadeza y muy suavemente le va cambiando el rostro, su nariz se va agrandando, la mandíbula se profundiza con la piel pegada a sus huesos, su boca se va marchitando y la comisura de sus labios, quedan marcadas alrededor de su mueca de sorprendido. No entiende que le está pasando, o sí. Por momentos cierra los ojos y la foto de alguien que descansa, se plasma en una macabra imagen de que ha perdido la partida. Se quiere ir, se quiere alejar de la realidad, no puede o no sabe, pero sí desea, no estar más, viviendo la muerte.

 

                                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor