EL
LLAMADO
El día
recuesta su cansancio, el sol acaricia el horizonte
Colores
rojizos y azulados, se mezclan haciendo un paisaje de nostalgias
Quede
quieto sobre mí ser, mis manos sobre la nuca estiran mis brazos,
La
tarde va anocheciendo, la brisa acaricia mi cara, mis ojos distante del aquel
momento
Querían
brincar aquel panorama con tantos recuerdos
Miré
alrededor, aquella pradera de aquel lugar era mi única compañía
Sentí
mi corazón latiendo, mi conciencia solo me hablaba con lamentos
Mis
pensamientos necesitaban descanso de todo lo que pregonaba mi razón
Me
juzgaba de tiempos que nunca quise, que siempre odié,
Y la
noche acompañada de su luna, me invitaron regresar,
Éramos
dos, mi sombra con gran silencio, siguió mis pasos
Camino
largo a cualquier destino, solo mi caminar sabría dónde ir
Necesite
fuerza para enfrentar esa realidad
injusta
Amarre
mi amor al que ya no estaba, le hable con ternura y pasión
Grite
en silencio con delirio mis sentir, estiré mis brazos abrazando lo invisible
Aquella
mujer estaba junto a mi cuerpo, sentí que éramos uno
Le
hable muy suavemente, el viento dejaba llegar su perfume
Mis
ojos con lágrimas de tristeza y alegrías, mojaron mi cara.
Y me di
cuenta que había esperado todo ese día
el
llamado que me dijera te amo,
y nunca
sonó.
Orlando
Mario Soverchia-YoAmor