miércoles, 21 de abril de 2021

 

EL LLAMADO



El día recuesta su cansancio, el sol acaricia el horizonte

Colores rojizos y azulados, se mezclan haciendo un paisaje de nostalgias

Quede quieto sobre mí ser, mis manos sobre la nuca estiran mis brazos,

La tarde va anocheciendo, la brisa acaricia mi cara, mis ojos distante del aquel momento

Querían brincar aquel panorama con tantos recuerdos

Miré alrededor, aquella pradera de aquel lugar era mi única compañía

Sentí mi corazón latiendo, mi conciencia solo me hablaba con lamentos

Mis pensamientos necesitaban descanso de todo lo que pregonaba mi razón

Me juzgaba de tiempos que nunca quise, que siempre odié,

Y la noche acompañada de su luna, me invitaron regresar,

Éramos dos, mi sombra con gran silencio, siguió mis pasos

Camino largo a cualquier destino, solo mi caminar sabría dónde ir

Necesite fuerza para enfrentar esa realidad  injusta

Amarre mi amor al que ya no estaba, le hable con ternura y pasión

Grite en silencio con delirio mis sentir, estiré mis brazos abrazando lo invisible

Aquella mujer estaba junto a mi cuerpo, sentí que éramos uno

Le hable muy suavemente, el viento dejaba llegar su perfume

Mis ojos con lágrimas de tristeza y alegrías, mojaron mi cara.

Y me di cuenta que había esperado todo ese día

el llamado que me dijera te amo,

y nunca sonó.

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor

 

A VOS

 


 

No se que hago contigo

Ni tampoco porque estoy acá,

De lo que sí estoy seguro

Que contigo deseo hablar

 

Nada entenderás y nada hay que entender,

Solo sé que ahí estas, de alguna manera quiero llegar,

Para que, en algún momento de tu vida,

Yo pueda entrar.

 

Me gusta tu figura,

Y a tu persona desearía conocer

No quiero parecer imprudente

Pero eres la ilusión que surgió de repente.

 

Tantas veces dije

Que la vida no me dio mucho,

Ahora sé que nada es así,

Al saber que estás en este mundo.

 

No es juego de palabras,

Solo sentimientos sueltos rondando en mi alma

 Entran y salen sin permiso,

 Encontrando un lugar donde descansar.

 

¿Loco suelto?... para nada,

Soy un romántico enamorado.

Y no te molestes por mi escrito

Solo es un sueño de hombre apasionado.

 

 

No te sorprendas de cómo me presento,

Quizás nunca pueda lograrlo,

Pero es mi esperanza,

Que me hayas leído al intentarlo.

 

Hermoso tu nombre, Amor,

Hermosa tu cara, tus ojos, tus labios.

Hermosa tu persona, tu alma, tu vida,

Hermoso sería algún día, estar a tu lado

 

¿Te sorprendo?... mejor.

Porque en algún momento de

Tu vida, lo inesperado,

Puedo ser yo.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

CONOCERTE



Te tuve entre mis hojas, con mis letras tratando de tener tu atención.

Tus imágenes pasaban una y otra vez en los distintos lugares, donde te encontrabas.

Miraba tu pelo, observaba tu cuerpo, habría mis ojos para ver los tuyos.

Algo llegó a mí, tal vez ilusiones,  o solo esperanzas, tuve miedo que no fueras libre.

Estabas en cada sector cada vez más bonita, quería llamarte, pero no me sentías,

luchaba en mis pensamientos, como sería tu vida, y solo pensaba que no eras mía.

Jugué con mis tiempos, logre llamar tu atención, miraste lo que escribí

y sin darme cuenta respondiste lo que yo nunca imaginé.

Pregunté si estabas sola, dijiste que sí, con alegría quería correr hacia ti.

Mi razón me detuvo, me decía que no era así, que solo tenía que hablar y esperar,

pero mi corazón y el sentimiento, jugaban y saltaban en todo mi cuerpo.

Que inútil me puse, cuando veía que escribías detrás de lo que yo te decía,

me atreví a decirte que eras bonita, pregunté cuándo o adonde salías,

tu respuesta fue simple y rápida… a un lugar donde bailar y otras veces a cenar.

Me sentía entre la música, o esperando que elijas una comida que a ti te gustara.

Que puedo decirte si lo más simple y tierno que he vivido hoy, fue encontrarte.

Nos dimos la posibilidad de que nos viéramos y sin darnos cuenta los dos nos gustamos,

el día me ha cambiado, mis sentidos miraron de otro color el pasar del tiempo,

te espero con tu imagen más cerca, poder sentir tu perfume,

escuchar tu voz diciendo mi nombre,

solo sé, que en esta tarde de verano que era cruel y maldita,

se hizo el hechizo de un atardecer de primavera.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor