martes, 12 de octubre de 2021

 

MEDIO DIA

 


Te llamé, me llamaste, nos buscamos,

Te invité, me invitaste, nos aceptamos

Solo nos dijimos un si… quiero verte y nos vimos.

Un medio día de verano,

el sol vigilaba mi caminar, mi destino.

Nadie se encontraba sobre esas horas de calor,

 eran pasos a un encuentro de un… te deseo.

Nos vimos, nos miramos, nos besamos,

nos quedamos uno junto al otro y nadie se interponía.

Nuestras ropas tendidas sobre el suelo, contaban lo que ocurriría,

El agua nos acariciaba, las manos la acompañaban,

un beso tras el otro, un destello de seducción, un placer sin control.

Nos sentimos ardientes, nos buscamos en lo más prohibido,

tus caricias y las mías, hablaron entre sí,

sentimos todo, observamos lo nuestro, advertimos amarnos.

Dejé que hagas lo que tú quieras, dejé que me aprietes,

dejé que mi cuerpo te pertenezca y yo, robe el tuyo.

Palabras sin entender, salían de nuestras bocas,

pero sabíamos que todo lo que sentíamos, era una locura de amor.

Te deseaba, me deseabas, nos disfrutábamos,

nos suspiramos, nos movíamos atrapados en el sonido de los cuerpos.

Todo era sensualidad, calor, una sola piel,

y en lo más alto de nuestra unión,

el respirar de estar dentro tuyo.

Dejamos de sentir sensaciones, para derrochar lo caliente

Que dejaba aquel medio día.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

                                         Hola como estas

 


Hola como estas…bien... y por supuesto bonita... ¿Podes leer lo que escribo para ti?... Imaginando tu aceptación y espero que eso ocurra, pretendo sentirte un poco mas cerca de mí. No encuentro la forma de poder estar a la distancia sin perturbar tu vida, por otra parte, no debo hacerlo, pienso una y otra vez que es lo que me llevó a ti, que fue que se produjo en mí... preguntas tras preguntas, respuestas imaginadas sin dejar nada en claro. Mis sentidos enloquecidos queriendo revolcar mis nostalgias como un niño mal criado; ¿Me siento triste?... Puede ser, por que tu no me perteneces; ¿Mal intencionado?... Jamás, no me permitiría jugar con el amor y por amor, ¿Sentirme conquistador?... No puedo expresar dulces sentimientos y derramarlos con tanta frialdad; ¿Mentirte?... Que ganaría con hacerlo, solamente no diría nada y la nada cubría mis espacios; ¿Expresarme entonces?... sí claro que si, eso lo tengo bien asumido y sentido y en cada momento te pienso, te imagino, te suspiro de muchas posibilidades de todas las maneras, sobre tu humanidad. No tengo nada que pueda aplacar u opacar para no recordarte todo el día o hasta en mis sueños, con solo saber que estas viviendo en este mundo, en un lugar determinado, en un sitio establecido y mucho mas sobre el mismo cielo. Ya es sobrada la razón para que todo se presente confundido, si, confundido, porque no es lógico donde estoy, ni como me siento, no son compatibles las edades, no pertenezco a tus sentidos, ni merezco tus pensamientos... y porque pretendo todo eso, si nada tiene cordura, o que sea una locura. Llegaste a mí, sin pedir permiso a mi corazón, derramaste toda tu belleza dejándome desordenadas las pasiones. Quiero suavizar mis latidos, aplacar mi fascinación, acallar mis palabras, templar los sentidos y nada he logrado, solo saber... que eres una bella criatura que ha mandado Dios. Es entonces ángel mío, que estés en mi mente si tu me dejas que así sea, mendigo un lugar en tu vida, seguir viviendo hasta que tu me permitas, recorrer tus pensamientos, emborracharme con tu figura y sentir el placer en mis ojos, cuando tu despliegas ante mi, todo lo lindo que tu tienes. Me gusta verte cuando sonríes, me estremezco cuando me hablas, me siento un adolescente principiante donde juegan mis fantasías en ese patio de ilusión y placer.

 

Amor mío ¡Qué doloroso es amar... y no poderlo decir! Si es doloroso saber, que va marchando la vida como una mujer querida, que jamás ha de volver. Si es doloroso ignorar, donde vamos a morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir. Conocer que caminamos, bajo la fuerza del sino; recorrer nuestro camino y no saber dónde vamos. Ser un triste peregrino, de la vida en el sendero, no podemos detener por siempre prisioneros, del amor o del deber. Mas si es triste caminar y no poder descansar mas que al tiempo de morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir! Vivir como yo soñando, con cosas que nunca vi; y seguir, seguir andando, sin saber por que motivo ni hasta cuándo: Tener fantasía y vuelo, que pongan al cielo escalas y ver, que nos faltan alas, que nos remonten al cielo. Mas si es triste no gozar, lo que podemos soñar; no hay más amargo dolor, que ver el alma morir, prisionera de un amor y no poderlo decir.

 

Siempre y sin saber él porque estarás ya en mi historia y más en mis recuerdos, pero nunca sabré, donde se encuentra tu gran amor verdadero, necesito tu silencio, tus sueños y alegrías, estar a tu lado auque mas no sea, solo por un día.

 

      

                               Orlando Mario Soverchia- YoAmor