DIEGUITO ME ENSEÑO
En una tarde cualquiera, conocí a
Dieguito. Su carita dulce, tierna, inocente, y
una mirada preciosa y firme, de ojos grandes y negros, me hablaron sin
decirme nada y todo me lo expresó. Sus manos fueron su primer diálogo,
llevándola a la pancita diciéndome, ABUELO… ¡HAMBRE!!! … siguió con un, AGUA… MATE!!!...
fue el discurso de presentación de aquel ángel que Dios me presentó, en ese
angelical día. Conocí el miedo del no poder, el pánico de la vida, la
impotencia de la injusticia, cuando él tenía tanto por vivir, y poco hacer. Algunos
dicen discapacitados, otros especiales o diferentes y todo es al revés, los
discapacitados especiales o diferentes, son los de este mundo. Dieguito está lleno
de verdad, pureza, simpleza, deseos, instintos, Dieguito está lleno de amor, tiene
todo y no puede con todo, pelea sin saber con su propia vida y juega cada día
con su propio Dios, desafía su destino y
nadie sabe cómo le gana al segundo, sin que nadie le ayude. En su alma que su
cuerpo no acompañó, están sus
sentimientos, ama como nadie imagina, y desea vivir como nadie lo piensa. Su
mente es están sublime, que deja que nos creamos que él es diferente, mientras
nos muestra, que nos supera viviendo en desventaja,
Dieguito tiene todo en su cuerpo,
que la existencia de la vida, no le dio la oportunidad de ordenar, lo que el mundo desordena.
Él tiene derecho a seguir, él
necesita estar con su gente, porque él, es un ángel en esta vida, porque
Dieguito, me enseña lo que es vivir.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor