domingo, 10 de julio de 2022

 

                                       YO SABÍA, PERO NO QUERÍA

                                                            


Aquella tarde, me había preguntado y le he preguntado, ¿Cómo es la manera de querer o de querernos? Nada respondió, solo un gesto y el silencio fue su respuesta. Me acerqué más a su lado, tomé su mano y la apreté junto a la mía. Salimos a caminar por esa vereda maltrecha casi de olvido, el resplandor del sol, nos daba en los ojos, fue excusa para bajar mi cabeza. Volví a ese momento de incertidumbre, dudas, aclaraciones, pero mis sentidos y sentimientos se inquietaban por ese no sé gestual. Mi corazón empezó a sollozar, mis ojos se encontraron brillosos. Busqué su mirada entre la precaria visera sobre mi frente, nada había en sus mohines, todo era igual. Sacudí su brazo, necesitaba un sonido de voz, su mirada lánguida y penosa, se posó sobre la mía, triste y desentendida, pero sabía. Sentí la más tremenda y estruendosa palabra que no quería, aquellas letras escuchadas en sus labios, fueron el desorden, de frases estúpidas e imbéciles que un ser le decía a otro. – No tengo una manera, ni tampoco me importa, porque nada siento, y no sé qué es querer. Detuve la marcha, paré toda mi vida solo en ese instante, quise no entender que revoloteaba en la atmosfera. La tarde de resplandor nubló toda imagen y mi necia pregunta fue. - ¿Entonces, no soy nada para ti?  Su cabeza con alivio, sacudía de arriba abajo como descargar su pesadez. Se desgarró mi pecho, se frustraron mis ilusiones de amar, enojé todos mis gestos, entristecí mis palabras, tendí mi dolor en mi mano, apreté la suya, y muy suavemente, con lágrimas en mis ojos y en el alma, humildemente, casi sin fuerza y aliento, le dije:

-        Te amaba como no te imaginas, yo sabía, pero no quería saber.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

No hay comentarios. :