LA ESPERA
Amanecía, el sol acariciaba su rostro atormentado de no
dormir, razón…
No lo sabía… o sí, sentir
su pecho aprisionado por la confusión de sentimientos enlazados,
Quería levantarse de un solo movimiento, salir de aquel
torbellino de ideas maltrechas,
Pero su cuerpo vencido, cansado, renegó de ese instante,
relajó su postura,
Dejó sus brazos sobre su pecho, miró a su alrededor, las
paredes lo observaban,
Los pensamientos comenzaron transitar su despertar, su mirada
de tristezas,
Dejaban saber que su corazón estaba llorando, su alma solitaria
vagaba en su interior
Buscando entender aquella situación, sentirse abandonado de un
nuevo querer
Cuando al instante de un pestañear, se había dado cuenta que
esa mujer
Lo ha dejado a la espera de un TE AMO.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
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