CONOCIENDOTE
Una noche de otoño, llegué a tu mundo
Una noche de ilusión, comenzó a crecer.
Miradas que iban, miradas sonrientes,
Dejaban el tiempo pasar, para que fuera el mejor
lugar.
Tú me contabas pesares, y yo respondía desdichas
Tu voz, conquistaba sentidos y yo los suspiraba.
Respiré alegría, luego ternura y llegó el encanto
Me mirabas y sentía que éramos uno.
El tiempo seguía, pero mi deseo quedaba en un solo
paraje
Salimos de aquel extraño momento,
Sonrientes jugamos a los novios recién conocidos.
Acompañamos el camino, donde llegó el primer beso.
Los labios se arrimaron, se tocaron suavemente,
Se deseaban, se sentían, jugaban inconscientes.
Cuando los dos se encontraron mordidos por el
placer,
Fue cuando se dieron cuenta, que se necesitaban.
Abracé tu cuerpo recostado sobre el mío,
Sentí tu perfume que bañaba mi imaginación.
Tus oídos acercándose a mi boca,
Sintieron los besos de mi mejor querer.
Entrelazamos las manos, dejando sentir necesidad.
Tu mirada en mis labios, mis ojos en tu boca,
El momento en un solo silencio, gritaron los besos,
Dejando caer ambiciones de ese encuentro.
Cuando los cuerpos llamaron los deseos
Una palabra acusó lo que sentimos.
Solo miradas y esperanza, hicieron nuestro querer
Y la noche dejo de existir en promesas de solo
volver.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
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