¡BUENAS
NOCHE!... BUENOS DÍAS…
Buenas
noche… primeras palabras de este encuentro, nuestras mejillas se acercaron y
sentimos que empezaba nuestro momento, dejamos que el tiempo pase, para
hacernos de los deseos imaginados,
palabras recorrían vivencias de
nuestros días, pero cada mirada y cada gesto, nos hacía cómplice donde queríamos
estar. Una pausa en el trayecto detuvo esos sueños, pero todo se hacía más
sensual, más especial, dos adultos jugando a los adolescentes y eso hacía todo
distinto, te hablé de mí, me hablaste de vos, pero los dos, estábamos para
llenarnos amor. Llegó aquel lugar, las miradas se cruzaban, ninguno quería
imaginar de quien sería la primera caricia, el primer beso, solo sé que sin
darnos cuenta, ya nada detuvo el deseo. Mis manos entre las tuyas, tu boca
junto a la mía, todo se detuvo, y el suspiro flameaba en ese espacio,
recostados libremente, dejaba que lo prohibido sea legal, mis besos recorrían
tu cuerpo, tu piel tatuada de un amor
pasado y amores presentes, eran mi guía para recorrer, descansaba mi cara en aquel camino de goce, volvía una y otra vez mis besos sobre tu
piel mojada, tus sentidos ya eran míos, y los míos ya no los controlaba, me
pedías que te ame, y yo te decía …lo que más quiero ¡ … te fuiste reuniendo de
erotismo, tu mirada perdida , miraba la mía, me hablabas al oído diciéndome…
quiero sentirte, volví a acercar mi boca a la tuya, los labios mordían,
peleaban entre sí, para sentir más los besos, tu cuerpo no lo podía contener,
mis manos buscaba tu ser, mis gestos de hacer, llegó el frenesí, y te sentí
sobre mí. Tu cabello sobre tu cara, era cómplice de tu propia lujuria, tu tez,
era mi página donde dibujé tu silueta, nos sentimos uno solo, calientes
imágenes entrelazadas en esas sábanas de amantes, decían que los dos, nos
sentimos perdidos de ese encanto. Nos seguimos besando como que nada había
empezado, cada mirada, la acompañamos con picardía y complicidad de nuevas
sensaciones, no queríamos que lo que empezaba terminara, jugué con tu belleza,
acaricié tus partes, pedimos dicha a esa noche, te sentía dentro mío y yo dentro
tuyo, de mil maneras, solo sentimos que cada forma, era una nueva ilusión de volver amar.
El tiempo no lo medimos, solo supimos que había existido cuando un nuevo
amanecer, nos llamó a la realidad. Fue, cuando los cuerpos cansados y deseosos
seguían apretados, más besos y caricias, miradas y destellos, las almas
entregadas, cuando nuevamente nuestras mejillas volvieron acercarse comenzando
un final con un… Buenos días…
YoAmor