Atardecer...
Estoy erguido y desolado, ante este día mutilado,
No sabiendo que hacer o donde volcar mis penas.
Siento mi alma solitaria y extraviada,
Mirando nada y todo, recuesto mis pensamientos.
Descansa la imaginación en la lejanía de un horizonte apacible,
Me relajo mansamente confesando sentimientos magros.
Mi mente recorre el pasado y mi corazón extraña lo amado.
Se entrecorta la mirada entre árboles remolones,
Danzando suavemente por los mimos de una tenue brisa.
Los pájaros cantan sus sentimientos,
Trayéndome a mí aquellos momentos.
El crepúsculo acariciando el final,
Dejándome solo y abandonado.
Grito mi silencio y nadie lo
escucha,
Canto mi tristeza aburriendo la audiencia.
Lentos y perezosos corretean mis sueños
Recostados en vagas esperanzas.
Sintiéndome dueño de amantes nostalgias.
Juegan mis fantasías en aquella lejanía,
Revolcando angustias en una bruma de suave llovizna.
El día termina, dando vueltas
en mi destino evoco lo vivido.
Eludo el presente y alejo el futuro,
Cuando acongojo a este atardecer
injusto.
Deseo ser libre en la penumbra de esta tarde envejecida,
Y sentir en mi rostro caricias de un creciente día.
Los deseos y vergüenzas se abrazan sin razonar,
Cuando el delirio de mi imaginación cae rendido
En este atormentado atardecer pasional.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor