sábado, 20 de marzo de 2021

 

 

VIDA TRAMPOSA


 

La vida tiene tantos estupores, como ella misma te sorprende.

Te acaricia, te abriga, te besa, te da los mejores momentos.

Hace que uno se sienta inalcanzable, que nadie puede quitarte nada.

Todo lo puedes, todo es de uno y nadie es dueño de tu tiempo.

Pero cuando menos te imaginas, cuando uno quiere equilibrar las emociones,

o borrar los malos trazos del dibujo que hizo de su propia existencia…

Viene, y rompe toda tu creación buena, regular o mala.

Y esa hoja arrugada, te la quema o la tira como que nada sirvió.

Y sabes que… Nada dejó mostrar al mundo, todo se vuelve inútil.

Esfuerzos y sacrificios por vivir como uno quiso o pudo, te los desvanece,

te los desintegra como una burbuja de jabón.

Vendiste tu alma, prestaste los sentimientos, creíste en las personas,

mentiste a tu conciencia para dejar que las cosas sucedan.

Pero todo se esfumó, roto tu cuerpo contra una invisible crueldad,

dejando marchito tu corazón, palidecido tus sentimientos

 y maltrecha tu vergüenza.

Dudas de ti mismo, empiezas a dudar de quien eres

o que te ha pasado en la mente que no distingues a las personas.

Quien está contigo o quien saca provecho de tu bondad.

Quien cree lo que soy, porque me muestro sin matices, ni dobleces.

Lo único que sé, que ella, la vida, me brinda y me quita,

de acuerdo como la queremos y podamos transitar.

Porque en ella también hay injusticias y dolor,

con los que estoy viviendo sin entender,

y saber salir, de esta enigmática trampa.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

Te acercaste muy dulcemente, me miraste con ternura, con tristeza y con dolor, tu boca apenas entreabierta dejaron caer eso que nunca imaginé, pero que si era real… TE QUIERO PERO NO TE AMO.



viernes, 19 de marzo de 2021

 

AMOR DE  FOTOGRAFÍA

 


 

Vi tu destello en una foto que tú me dejaste.

Mirándote de diferentes lugares, seguías mi rostro.

Jugando en la fantasía de tu mirada y tú parpadear,

me ilusioné en que no dejaste de reposar tus ojos en mí.

Te pregunté si me amabas, me habló el silencio con un sí,

mis ojos brillaron alegres, mi sonrisa acompañó un suspiro,

y mis dedos muy suavemente, palpaban tu rostro embellecido.

Sentí que eras mía, jugué con tus celos de muchos reproches,

busqué excusas como un hombre que había mentido.

Escuché tus quejas, tus gritos por lo que había hecho,

acerqué aquella foto a mi pecho, te abrasé fuertemente y te pedí perdón.

Con la voz entrecortada te dije cuanto te amaba,

esperé tu cara alzando tu boca, diciéndome que nada pasó.

Liberado de aquellas culpas, seguí teniéndote en mí,

y melodías de violines me invitaron a danzar junto a ti.

El tiempo lo sentí  libre, susurraba en tus oídos,

me creí un gran amante, nadie hablaba, éramos tú y yo.

Vueltas y vueltas, en aquella habitación desordenada,

desperté sin saber mi realidad, ya tú no estabas…

Recorrí esta ilusión tan real, y separé de mí tu fotografía.

No entendí que había pasado, no quise saber que era,

y después de contemplarte como bella mujer,

supe que me habías dejado. Apreté tu foto entre mis manos,

no quise que nada de esa imagen quede plasmada en mí.

Y ahora que te estoy escribiendo, me di cuenta que fuiste un amor de fotografía.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor


miércoles, 17 de marzo de 2021

 

                                MI LUNA Y YO



UNA ETERNA NOCHE CON ESPACIOS DE SILENCIO,

CANTABAN LAS MARAVILLAS DE UNA MENTE SATURADA.

PROLIJAMENTE UBICADAS, CADA UNA EN SU TIEMPO,

JUGABAN CUAL DE TODaS DURARIAN EN MI SENTIR.

 

TRAJE A MI LA SOLEDAD PARA QUE ME ACOMPAÑE,

Y BUSQUE EN LA OSCURIDAD DEL MOMENTO MI LUNA.

QUE HERMOSA Y SIMPátICA ME MIRABA SIN DECIR NADA,

SOLO RECORDAR CUANDO NIÑO BUSCABA UNA FIGURA EN SU CARA.

 

Ahí sentí cuando a ella le ponía ojos y una sonrisa a su estampa,

Sin decirme  nada, empezó hablar con su blanca palidez.

como me conocía y me sorprendió lo tanto me estuvo observando,

le pregunté con mi mente, ¿CONOCES tu, mi VIDA?, y jugué a una respuesta.

 

claro, nada me sorprendió solo mirándola grande como mis reflexiones,

 narraba mi historia muy suave cálida hasta comprensiva.

Sin pedirle permiso a la noche, que le concierne, derrame lágrimas,

Para solo saber que solamente en esta soledad tal ves mi luna me comprendiera.

 

Nadie tiene la misma luna y ninguno la mía,

Ella me conoce, me mima, siempre me espera.

nunca me reprocha porque no salí a saludarla o por lo menos a mirarla,

pero solo se que cuando ESTOY EN la quietud de la nada, estamos mi luna y yo.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

LUNA



Todos te observan, todos te nombran, todos te ofrecen, todos te imploran, todos te halagan, y vos solo estás ahí, tu nos miras, piensas que todos te mentimos o te buscamos, pero siempre estás sola, elegante, resplandeciente, inmensa como nuestras ilusiones y nuestras promesas. Luna mía y de todos, luna de mis amores, luna de aquellas promesas compartidas, luna de mil poemas, luna de tantos llantos, luna de eternas imágenes plasmadas en diferentes formas, luna hermosa y sensual, luna del miedo y del mal, luna de cariños imaginarios, luna de caminos prometidos, luna para explorar tus secretos, sos mi luna y solo mía, sos mi compañera de tantas noches, sos mi testigo de aquellos llantos. Luna creciente, luna a medias, luna llena... hay cuanto te quiero mi hermosa luna.

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor

 

                                    MI MEJOR MOMENTO

                                                


Viento, estas golpeando mi puerta, me traes noticias de algún recuerdo, de escenarios de algún momento, me acercas remembranzas al mover los árboles, soldados de tu accionar, para aventar desánimos de soledades, sin ver a nadie, todo se mueve en cámara lenta, sin ruido, alguien en la lejanía, estira su mano, habla con alguien, yo, no escucho, el único registro son tus quejas en mi puerta. Esto encomienda mi repaso a diferentes instantes, como una búsqueda en una valija de memorias, las elijo de acuerdo a su tiempo más distante, casi enumerandolas, para no perderme en las tinieblas  de la confusión. Llega el primer mejor momento, es cuando tuve mi primer regalo, pedido a la tradicional navidad del niño Dios, todo es sonrisa con ojos brillosos. Aparto la página de ese ciclo, para ojear la próxima secuencia del siguiente tiempo, al golpear  mi corazón mi primer atraccion, todo se mueve sin saber  dónde van las realidades, flotando entre el delirio y los colores, cuando la próxima detención el corolario del amor consumado. Los pimpollos aparecieron dejando los tres frutos más maravillosos de la vida, dando vuelta la hoja, ya el tiempo gastaba el mío, dándome retoños de nuevos cultivos, pequeños inocentes y puros, jugando sus ojitos con libre despertar, haciendo la más hermosas de mi sonrisas. Tengo en mis manos pliegos de otras tantas que releía muy por arriba, donde se confunden entre las buenas y malas épocas, fue cuando soltando de a poco esos escritos imaginarios, cayendo y golpeando en la dura soledad del silencio, llegaba al repaso de cuál fue mi mejor momento, donde todos estaban en un inmenso libro de mi vida, pero como una luz fugaz latiente, golpea una imagen con pensamientos perdidos, casi sin encontrar lugar donde descansar, quiero buscar un terreno para cada uno y sentir cual es el siguiente mejor momento, sin darme cuenta todo mi ser, mi alma, mi corazón se detuvieron en un solo pensar, paralicé mi vida, concluí mi búsqueda, estacioné mis sentidos y fue  que una nueva página, se encontraba escrita, haciéndome saber que mi mejor momento aún no había llegado, conmovido acerqué esa hoja imaginaria iluminada, leyendo que mi próximo mejor momento, es cuando Dios me quiera perdonar, teniéndome en sus brazos.

                                              Orlando Mario Soverchia- YoAmor

martes, 16 de febrero de 2021

 

AMOR SIN MEDIDA


 

Estoy aquí, conmigo, intranquilo, pensativo, sin saber el porqué,

 pero siento algo en mi pecho que no me libera.

 Me pongo firme en mi estado, quiero sentirme superado,

 pero este sentimiento que tengo por ti, me hace preocupado.

 Como puedo sentirme triste si estoy enamorado…

 Porque mi conciencia me habla ocupando mi mente,

 diciendo que solo yo soy el que quiere, y para ti, solamente un estado.

 ¿Soy un niño mimado, o un hombre desencantado?

 ¿Soy un pobre soñador, y tú una mujer liberal?

 Porque sí, sé quién soy… Soy ese hombre que ofrece,

un amor sin medida.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

ALUCINAR



Nunca imaginé que mi pasión por ti llegaría al extremo.

Al extremo donde duele mis manos de apretarlas por no verte,

por no saber dónde estás y tal vez con quien ahora tiene tus besos.

Enojarme con el momento de pensarte o recordarte.

No me permito imaginar que tus labios reposan sobre otra boca.

Tu cintura es abrazada con otros brazos y tu mirada hacia sus ojos.

No quiero sentir tu voz en mis oídos diciéndole te quiero.

Niego toda imagen de amor, en suponer tu cuerpo desnudo,

y ese hombre a tu lado, haciéndote suyo.

Duele mi ser y lastimoso mi corazón, se queja por lo que siente.

Mis lágrimas acompañan este estado sin sentido,

por creer todavía en este sentimiento que siento por ti,

y alucinar que tu amor por mí, lo tienes como el primer día.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor


 

AMAR Y SOLAMENTE AMAR


 

Te tuve entre mis brazos, y yo en los tuyos,

Juntamos nuestros labios, solo el sonido de los besos

Hacían el momento de tanta ternura y pasión.

Mirabas mi boca y yo la tuya, queríamos más de las dos.

Tus manos eran terciopelo sobre mi piel, las mías te dibujaban

Apretaba fuertemente tu cuerpo, tú me lo acercabas.

Sufríamos de placer, éramos egoístas de lo que sentíamos,

Pero lo infinito del amor, llenaban nuestras almas.

Te dije amor, sin darme cuenta, te dije mi vida, porque lo sentía.

Te dije hermosa porque lo eras, te dije ámame y lo necesitaba.

Te dije eres todo, por lo que mis sentidos se han perdido.

Te dije adiós, al dejarte, sin querer escuchar esa cruel verdad.

Por eso quiero decirlo, que fue amarte y solamente amarte.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

AMANTES

 


Casualidad de un momento en nuestras vidas, las miradas se encontraron,

los ojos brillaron, la sonrisa de ambos fueron cómplices en ese instante,

momento en que sellamos nuestros deseos, deseos de sentirnos y vernos juntos.

Sin darnos cuenta, nos hallamos enfrentados con la necesidad de hablarnos,

relatamos nuestros estados y surgieron los nombres de quien nos acompañaban.

En ese instante, todo alrededor se había desvanecido, solo mirarnos fijamente,

y el tiempo se había acortado para sentirnos en un lugar solitario e íntimo.

No dijimos nada, nos pedimos mirándonos fijamente y nuestras ropas caían a los pies,

tu cuerpo desnudo, era un paisaje de belleza robada a la vida…

Y me lo entregaste.

Caricias y besos mansos, fueron nuestra presentación a placeres prohibidos,

tu cuerpo insolente y tus actos vedados, jugaron sobre el mío.

El silencio de palabras y murmullos de pasiones, narraban aquel amor,

inocencia de avaricia de lo que sentíamos, dejaban calientes los cuerpos.

Tu boca y la mía, saltaban de la piel a los labios mojados de celo,

necesidad desenfrenada, caricias enredadas de sentimientos y lujuria

nos hicieron sentir, que el camino del goce estaría a su fin.

Mojados de amor, por el tiempo transcurrido, nos hizo sentir placer,

placer por necesidad de un beso de amor y pasión…

nos dijimos, seremos amantes.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

ABANDONO


 

Eras mi pared, mi muleta y todo mi sostén.

Lágrimas de dolor, brotan sin un porque.

Siento destrozarme por dentro, me lastimo por fuera.

Soy un niño en el purgatorio del sentimiento.

Pienso tu imagen, advierto tus gestos.

Necesito tu voz, desespero por tu cuerpo, enloquezco por tu esencia.

Cada caminar de mis memorias en tu figura de mujer,

doy cuenta que lejos te has ido, abandonando mis sentidos.

Necesito entenderme y entenderte, pero nada ya concibo.

Tú abandono de mí querer y el desprecio sobre mi amor,

mutilaron mis sentimientos, enterrando mis pasiones.

Cuanto tormento recorre mi entraña,

cuantas heridas de ese cuchillo, tajan mi alma.

Amor mío que ya no eres mío,

si supieras cuanto te llevas,

si supieras el vacío que dejas,

porque ya no hay pared, muleta ni sostén.

Por lo que estoy en total abandono.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor