lunes, 20 de diciembre de 2021

 

EL MEJOR AMOR


 

La decisión más maravillosa en esa pareja,

había llegado en los dos, de un nuevo ser.

Nueve lunas compartieron con una increíble ilusión,

organizaron sus vidas, los tiempos y su hogar.

La familia entera, vivían de fiesta con inquietudes y proyectos,

y el día había llegado, aquella mamá, cansada y alegre, gozó su querer.

Sus brazos sostenían, aquel hermoso bebé de sueños,

todo igual como lo habían imaginado, como ya lo sabían.

Su carita angelical apretada a sus pechos y la necesidad de comer,

dejaban ver su condición, de un ser especial, un ser increíble.

Crecía con todos sus sentidos sueltos, sin contener emociones espontaneas,

organizaba su mundo con tanta ternura, que todo era mágico.

Sus ojitos con brillos, su mirada inocente, sus gestos afectivos,

su bondad expuesta sin formalidad, sus besos llenos de pasión.

Sus entrecortadas palabras solo eran de cariño y amor,

Cada día manifestaba su posición con capacidades distintas,

pero ella, era la luna, el sol y las estrellas, todo en el mismo lugar y al mismo tiempo,

Llena de inocencia, todo lo hacía maravilloso, que no se podía desatender,

Comenzaba sentirse mujer y sus ingenuos sentimientos los hacía saber,

su deseo de un compañero a su corazón, la hacía graciosa y un tanto jovial,

Feliz e ilusionada, elegía su hombre en donde depositar todo su ser,

Belleza era su alma, inocencia sus deseos, puros los sentimientos,

Todos la adoraban, muchos la envidiaban, por demostrase sin restricción,

Jugaban sus sentidos sin jerarquía, palabras de afectos eran todos sus días,

Cada mañana era un té quiero… a quien la recibía en sus brazos,

No se podía olvidar, no se debía negar, que esa niña mujer, es el mejor amor.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

Esta Navidad es un día como tantos otros del año, con la diferencia que, para los católicos es distinto, festejan la Natividad del Señor. Las intenciones son, augurios y deseos para todos los seres de este mundo, y me agrego a los mismos, en particular, sé que es una noche de amor y paz, por consiguiente, de reconciliaciones. Mis deseos son, sentir y creer que se puede cambiar este mundo, que podemos pensar distinto y convivir como seres de la misma especie, donde deseamos paz y felicidad, pero la felicidad, no a todos en estos días les llega, porque la paz no alcanzó sus corazones.

Por eso van mis deseos y ruegos, a los que están enfermos, logren sanar, los que sufren, tengan alivio, los que perdieron un amor, lo puedan hallar, los que esperan un amor lo puedan encontrar, los que tienen la alegría de recibir una nueva personita en la familia, sean bendecidos. El que se encuentra solo y se siente solo,  sepan que hay más en el mundo que completan ese destino, y no van a estar solos, sino con la compañía de sus propias almas. Los que cometieron errores sepan darse cuenta, los que lastimaron, sientan el deseo de arrepentirse, los que tienen sueños de construir, sientan la fuerza positiva para cumplirlos, los que sientan odio, por creer que la vida no los tienen en cuenta, sepan que, en algún momento del transitar en ella, podrán sentir que los mira. Los que perdieron la dignidad de un trabajo o no lo encuentran, que lo logren, los que pelean por sus derechos, confíen en la justicia. Todos tenemos algo por qué y por quien pensar, es lo que nos hace mortales. Mis deseos son que sientan, paz, no importa sus creencias, no importa sus ideologías, lo que importa es, que en el mundo no haya más guerra, hambre, por el negocio de esos señores del poder. Dios quiera, que en algún momento les llegue el equilibrio de humildad y se sientan terrenales, porque todo se deja en este lugar y lo que hay que ver es el hoy. No a los negocios del hambre y la muerte. Por esto y por tantas necesidades más que el hombre necesita, van mis mejores deseos y buen pasar en esta noche de Navidad.   

                                                Orlando  Mario Soverchia- YoAmor




sábado, 18 de diciembre de 2021

                                                      DONDE ESTARÁS


 

No estás conmigo hoy… Tampoco estarás mañana…

 

Siento cada día que mi vida vacía está,

mucho más todavía cuando ya no me hablas más.

Encontrarte en los cielos es posible que así sea,

serás mi ángel custodio y morir quisiera ya.

 

Entregaría mi corazón, siempre lo haría,

así te alejes, o a mí regreses.

No sé cuál es el fin, buscando lo que no está,

pero siento dentro de mí, cuanto te puedo amar.

 

Derramé tristeza en esta página,

al creer que algún día me pudieras esperar.

Voy de un lado a otro, y no te alcanzo a ver,

el consuelo y resignación, es ya una realidad.

 

Mi corazón lastimado ya no puede sangrar más,

sin embargo, mis latidos esperanzados están.

Cruel es mi presente y no lo quiero ver,

y yo ilusionado, ansiando saber dónde estás.

 

Vendería el alma, dejaría de respirar,

para llegar a tí y nunca más regresar.

Los sentidos y los sueños ya no llegan a mí,

todo se truncó, cuando ya no estabas más.

 

Recuerdos y nostalgias es la estela de tu ser,

pero aún sigo todavía esperando tu amanecer.

Te amo con locura, sin preguntarme el porque,

siento perdido mi rumbo cuando no llego a entender.

 

Donde estarás amor mío que nunca pude saber,

Estamos en el mismo mundo y no te logré tener.

Y cuando lleguen mis fantasías a mí padecer,

pensaré que algún día, regresarás sin saber.

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor


 

DESPRECIO

 


Entré sin zapatos a tu alma para no hacer ruido,

Me quedo quieto y muy ilusionado, estoy feliz,

Me siento pleno, soy un ángel de amor.

Me dejas tener tu cariño y mi amor avanzando,

Tu solo me dices te quiero y me doy cuenta, que más aún te amo.

Me llevas de la mano a donde tú quieres,

Dejo que hagas, porque todo es hermoso junto a ti,

Pero tú solo me tienes, ¡me dices…- No aturdas con tus palabras!...

Y solo dije que te amo, ¡me gritas…- Déjame sola y tranquila!!!...

Y tú  no te das cuenta que me rechazas.

Te pido un beso, solo me entregas tus mejillas.

Te tomo de la mano y tú me la sueltas.

Te miro a los ojos, y tú miras hacia otro lado.

No quiero perderte y no puedo tenerte,

Me vuelvo inocente y un tanto inmaduro,

No quiero pensar que tú no me quieres,

Con miedo  te pido, que quiero un abrazo,

Y fue tu respuesta, ¡un No!  sin reparo.

Sentí tristeza en mi pecho, dolor en mi alma,

Cuando dijiste,- No quiero estar más a tu lado.

Miré tu partida caminando a tu infinito,

Mis lágrimas mojaron mis manos, las dejé caer.

El día se volvió noche y nadie me acompaña,

Entonces me di cuenta, que mi corazón estaba llorando

 

Orlando Mario Soverchia-YoAmor

jueves, 9 de diciembre de 2021

 

DESILUSIÓN


 

Siento que todo es mentira

Nada es real, todo es un fraude.

Mis creencias desparramadas por doquier

Se rieron del amor, rompieron  sentimientos.

 

Vida... dame una razón para seguir soñando,

Entrégame una luz en este recorrido sombrío,

Acompáñame en este camino desolado

Y alcánzame  algo de  verdad.

 

Necesito encontrarte amor y pronto,

Estoy solo, nadie escucha mis plegarias.

Abriendo mis pensamientos sentí alivio en mi alma,

Quedando prisionero de confusas crueldades

 

Quiero entenderte alma mía,

Pero no encuentro cuál es tu ira.

Dejaste que sienta lo que siento

Y ahora me castigas con tantas barbaries.

 

Forjé mi camino de muchos destinos,

Algunos pidieron a más no poder.

Todos sacaron de ésta vida mía

Lo que yo nunca quise entender.

 

Soy lo que soy  y no quiero ser el que soy,

Traté de hacerme un ser con amor,

Busqué regalar toda mi pasión,

Y solo tú me sacaste la razón de poder amar.

 

Siento recorrer toda  creación,

Tocarla con mis manos, mirarla sin distancia,

Darme cuenta que no tengo nada,

Cuando solo me has dejado una ingrata desilusión.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

sábado, 4 de diciembre de 2021

 

DESENCANTO

 


No he buscado el amor,

primero busqué ese alguien donde me podía encontrar y después me amara.

Las experiencias en mi vida me enseñaron a crecer, pero también a sufrir.

Sin embargo, me bastó solo unos instantes, en darme cuenta,

cuanto tiempo he amado para nada.

 

En la vida todo puede suceder y nada está dicho.

Esa mujer díó muchas vueltas y cuando creí que todo estaba perdido,

es cuando encontré lo que pensé terminado.

Germinó mi alma, floreció mi corazón, y mi mente fue regada de querer.

 

Me llamaba. - Mi amor - me decía. - Te quiero -

Le sonreía y solo respondía - como yo mi cielo -

Cuanto la extrañaba cuando necesitaba estar bien...

 le regalé algo muy barato y simple, un beso y un té adoro.

 

Acompañé su caminar, mis manos en su cintura,

sentí que era toda mía, la solté por un instante y se fue de mi lado.

Destinos distintos, pensamientos desiguales, formas de vida discordantes

marcaron las distancias, modelaron actitudes y estrujaron el dolor experimentado.

 

Necesito entender los actos de la vida en mi propia obra teatral,

porque el destino, escribió este cruel guion para mi desdicha.

Mi alma y mi corazón no tienen nada... todo es una pantalla,

y siguen en su soledad con el remanso de mi nostalgia.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

DESAYUNANDO UN AMOR

 


Hoy, en esta madrugada despertó mi vida el sueño,

Sentí la sensación tan difícil de explicar, pero muy clara en sentir,

Saque toda mi existencia de su lado, nuestra cama,

La miré contento, la miraba triste, la sentí muy lejos,

Preparé nuestro café de siempre, de nuestro momento de charla,

De espalda a su figura, sentí los pasos entrecortados, por su despertar,

Miré su belleza, contemple su pelo, observaba sus ojos, sentí mil deseos,

Sonrió muy amable, estiró su mano y acerqué su café.

Mi sorbo, fue la pausa de mi interrogatorio, de dudas que no comprendía,

Pregunté, que le estaba pasando, respondió muy tranquila…  nada solo cansada,

Insistí nuevamente… te siento distante… te veo muy sería con tus respuestas,

Insegura cuando me hablas… fastidiosa cuando te beso… molesta de mis caricias,

Movió su cabeza de un lado a otro sin palabra alguna, mirando su taza,

Volví a mis dudas preguntando… - ¿hay alguien en tu vida?…

Si hay un hombre quien ocupa tus pensamientos, o un amor que me aleja de ti,

Te pido simplemente, no lo ocultes, no importa la realidad,

Resistió el sorbo, cerró los ojos y cuando los volvió abrir…

Lágrimas sin entender, regaban su cara, brillaban entre sacudidas,

Miró fijamente sus manos temblorosas, yo no lo había notado,

Sentí miedo y angustia, saboree el engaño confeso, resigné mi dolor,

Cuando una vos entrecortada y abandonada, llenaron mis oídos de no entender,

Te digo que sí, hay otro amor, imposible de que lo cambie, no quiero que eso pase,

En un instante imagine su figura de hombre bello imposible de alcanzar,

Los imaginé juntos en un lecho de amor, perdidos y lujuriosos,

Tuve la pintura de dos cuerpos desnudos retorcidos del placer,

Cuando solo fue mi intento en preguntar, que fue lo que te ha dado él,

Y como nunca imaginé escuchar, de aquella esplendida mujer,

Que ese amor, que tenía en su corazón y que nunca dejaría de amar,

Fue el desayuno de un amor, por una mujer.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

DECISIÓN


 

Este día detuve mi transitar, casi vencido por el recorrido de mi vida,

esperé agitado que mi corazón se tranquilice, escuché mi razón y todo lo dijo,

preguntó si sabía de mi estupidez en dejarla ir y que duela,

o también en retenerla, sabiendo que no me quiere.

Un intento para probar, es lo que pido, solo un intento.

Mis razones son muchas, como puede ser solo una.

Tengo sensaciones que no me dejan elegir, solo esperar.

Me detienen en su vida, paralizan mis sentidos, quitan mis pasiones,

porque lo único y todo lo que tengo, es un amor muy grande por ella.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

CUANDO UN HOMBRE LLORA


 

Cuando un hombre llora es porque está vivo,

porque tiene el corazón que late y siente,

porque está hecho de simpleza, de ingenuidad,

de ternura, de compasión, de humildad.

Cuando un hombre llora es por grandeza,

por amor, y nada de orgullo hay en él.

Llorar por amor es lo más hermoso del vivir,

 porque los sentimientos profundos,

son lo que están riendo.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

viernes, 3 de diciembre de 2021

 

CUANDO TE CONOCI


Me acerqué a conocer tu ser

Enfrenté tu mirada… tu figura.

Sentí temblor en mi cuerpo,

Sabía de mi corazón inquieto

Aparté mi timidez con esfuerzo

Junté deseos de tener coraje

Vi tus manos inquietas, de lo que llevabas

Sabiendo cual podía ser, tu impaciencia

Fue mi suspiro antes de hablar

Sonreí al dejar caer de mi boca

Un saludo tan tímido y emocionado

Solo fue un… ¡hola!… esperando respuesta

Mi propósito era escuchar tu voz

Tener tu atención, conquistar tus ojos

Cuando en un instante hecho siglo

Escuché un estallido diciendo mi nombre

Me habías nombrado… me habías hablado…

Mis ojos miraron todo tu ser

Creí que no era verdad, profesé en demasía

 Y cerrando mis ojos sentí tus mejillas junto a la mía.

Tu perfume colmó mi impresión

Ya todo transformó el lugar

Nada había en ese instante

Solo mi mente buscando palabras.

Tu belleza poseía conquista,

Todo estaba al revés,  nada era real.

Tus labios carnosos y rojizos hablaban

No sabía que me contabas, pero sí me gustaba.

El brillo de tu mirada, penetraba mi alma

Agitado por desconcierto, me abracé a lo incierto

Sentí  alegría, sentí pasión, sentí quererte

Sin saber que aquel momento, empezaba mi amor.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 https://youtu.be/cQ_rLQ6zXb8

CON ESTA MÚSICA

 

Amor... con esta música te conocí, con esta música te imaginé en mis brazos. Con esta música me enamoré, con esta música te abracé y te besé.

Con esta música te adoré y con esta música te amé.

Con esta música te alejaste, con esta música me dejaste.

 Con esta música te vi con otro y con esta música te lloré.

 Con esta música quise olvidarte, fue recordarte,

  y con esta música sentí tristeza al no encontrarte.

Con esta música dejé todo mi dolor en tu imagen,

y con esta música estoy muriendo en cada instante,

porque con esta música mi amor...

Moriré, para que no me dejes.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor          

 

 

                                  CUANDO SE CUMPLE AÑOS


Cuando se cumple los años, siempre que seamos niños, estamos contentos por los regalos. Cuando somos adolescentes, estamos ansiosos por ser más grandes, cuando somos jóvenes esperamos ser mayores. Cuando somos grandes esperamos liberarnos de compromisos que nos dio la vida. Cuando llegamos adultos nos ponemos nostalgiosos y cuando somos viejos, queremos ser nuevamente niños. Cuando somos niños, no sabemos de rencores, de adolescentes se puede sentir esto si alguien nos agrede, de jóvenes, por algún amor que nos abandona, de grande, por un mal negocio, de adulto, por un problema de familia, y cuando llegamos a viejo, todo lo perdonamos. Cuando somos niños, amamos sin límites a nuestros padres, cuando somos adolescentes, amamos a nuestros amigos sin condiciones. Cuando somos jóvenes, amamos a un amor perdidamente, cuando somos grandes, amamos sin medida a nuestros hijos, de adultos a nuestros nietos, y cuando llegamos a ser viejos, amamos a la vida sin condición. Porque, al cumplir un día más de vida, quisiera sentir todas esas situaciones en un solo tiempo, para darme cuenta, que la vida es una sola y no cuando sea viejo.

 

                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor           

jueves, 2 de diciembre de 2021

 

CORAZÓN DE NIÑO


 

Siento tanto amor por ti,

que a mi corazón lo siento pequeño.

Juega con ilusiones de niño,

correteando en llanuras de grandes pasiones.

 

Saborea el dulce sabor de tus labios,

dibuja tu figura a cada momento,

huele el aroma de tu piel sintiendo placer,

observa tus ojos casi encantado.

 

Te mira, te toca, te siente,

no deja de correr a tu lado,

llega a ti y vuelve a su eterna ilusión,

se siente contento, se siente feliz.

 

Caerá en ese eterno pensar,

que algún día te pueda tener,

montañas de amores para contar,

lo dejarán a él poder descansar.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

                              CONVERSANDO CON  EL SILENCIO

 


Sentados uno frente a otro, nos tomamos de la mano, nos miramos a los ojos, las sonrisas fueron mutuas, recostaste la cabeza sobre tu hombro, me seguiste mirando sin pestañar. Te observé  con alegría, tristeza, miedo, y todo lo que produce un amor casi enfermizo. Me punzaba el pecho el saber que te alejabas, no entendía porque me habías dicho que no podías estar más a mi lado. La tortura del pensamiento y el dolor, se mezclaban para sentir que mis ojos se ponían brillosos. Respiré muy profundo como pude, la voz entrecortada, y con miedo. Te pregunté.- ¿Ya no me quieres? Y tu respuesta fue eterna, el silencio acariciaba mi frente, sentía que no quería escuchar lo que tus labios rojos expresarían, apreté más fuerte tus manos, bajé la mirada hacia un costado, busqué refugio en esa flor que en otro momento era bella, tuve frío, calor, ya no sabía que sentía, o sí, desesperación al darme cuenta que mi corazón empezaba a estar solo, mi cuerpo no estaría tocando el tuyo. Confundido, enojado sin soltarte y  desafiándote, reclamé por tu amor. Tu gesto fue uno solo, dejaste la sonrisa y la mirada tierna, y dibujaste la parquedad en un instante diciéndome.- No tengo amor, ya no  me importa. Se paralizaron los sentidos, se aquietó el lugar, nada se movía, solamente mis ojos sobre tu cara, mis manos ya solas en dos puños, con dolor. Callaste… fríamente mirabas mis vergüenzas producidas por mis sentimientos engañados, mordí mis labios y tú, nada decías. La pausa hablaba con mi alma, turbulencia  de conjeturas y explicaciones se expandían en mis entrañas. No sabía que decirte… que más preguntarte... no quería culparte, pero no era la forma ni tampoco la manera. El silencio se puso a conversar con el tiempo que pasó, y todo seguía igual, parado frente a vos, sentada sin cambiar tu postura, solo la que mis ojos percibían, y era tu indiferencia. Caminé dos pasos hacia tu imagen, miré de un lado a otro para encontrarme con esa realidad, te pedí que me mires, mis palabras entrecortadas fueron.- ¿Estás con otro? Y tu silencio volvió hablar, tardé en reaccionar, mentí a mi sospecha, en querer escuchar un… NO, pero todo fue gritos callados de tu boca, con el brutal movimiento de tu cabeza de arriba abajo. Quiero soledad, necesito quietud, espero piedad, para poder conversar en silencio con mi conciencia maltrecha, y esperar mi desalmado destino.

 

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

Atardecer...


 

Estoy erguido y desolado, ante este día mutilado,

No sabiendo que hacer o donde volcar mis penas.

Siento mi alma solitaria y extraviada,

Mirando nada y todo, recuesto mis pensamientos.

Descansa la imaginación en la lejanía de un horizonte apacible,

Me relajo mansamente confesando sentimientos magros.

Mi mente recorre el pasado y mi corazón extraña lo amado.

Se entrecorta la mirada entre árboles remolones,

Danzando suavemente por los mimos de una tenue brisa.

Los pájaros cantan sus sentimientos,

Trayéndome a mí aquellos momentos.

El crepúsculo acariciando el final,

Dejándome solo y abandonado.

Grito mi silencio y nadie lo escucha,

Canto mi tristeza aburriendo la audiencia.

Lentos y perezosos corretean mis sueños

Recostados en vagas esperanzas.

Sintiéndome dueño de amantes nostalgias.

Juegan mis fantasías en aquella lejanía,

Revolcando angustias en una bruma de suave llovizna.

El día termina, dando vueltas en mi destino evoco lo vivido.

Eludo el presente y alejo el futuro,

Cuando acongojo a este atardecer injusto.

Deseo ser libre en la penumbra de esta tarde envejecida,

Y sentir en mi rostro caricias de un creciente día.

Los deseos y vergüenzas se abrazan sin razonar,

Cuando el delirio de mi imaginación cae rendido

En este atormentado atardecer pasional.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

martes, 30 de noviembre de 2021

 

                                    AMOR DISTINTO




Quiero compartir el sentimiento de uno de mis incondicionales seres que merece todo mi amor. ¿Por qué? porque no miente, no me reprocha nada, porque no me contesta, porque es sumisa ante una voz en alto, porque cuando estoy triste, es la única que se da cuenta y con sus patitas, sus caricias, su cabecita, me consuela. Sin decirme una palabra, solo sus ojos me dejan tanta lección y consejos que nadie se imagina. Juega cuando yo lo deseo, come cuando le doy, nunca se queja por la comida, nunca reprocha nada, ni tampoco demuestra orgullo por haberle reprendido, solo baja su mirada con humildad. Su otro signo de demostración de amor, es la cola, la vuelve a mover como si nada ha pasado. Cuida mi casa aunque no puede ni contener una langosta, pero ella defiende su lugar. Me ha demostrado su amor incondicional, cuando parte de mi familia estuvo enferma y no se encontraban en casa, ella, recorría todos los lugares para encontrarlas y hasta se quedaba horas y horas cabizbaja, esperándolas. Sabía que algo no estaba bien, presentía la gravedad del momento, mucho antes que nosotros, pero cuando podía se me acercaba, estiraba su hocico, lamía mi mano y volvía a su lugar de descanso. También hacía su peregrinación de dolor. Por eso, y separando los amores humanos de los animales, me he dado cuenta que mi amor es casi igual, hasta pensaría que es más puro.

Pero hoy LARA quiso partir, no me abandonó, solo siguió su camino, porque creyó que era su destino implacable, pero real. Solo esperó que la acaricie, sus ojos enceguecidos con cataratas, me buscaron, me olfateó, sintió mis manos, miro hacia arriba como mostrarnos su viaje eterno, y dejó en mis pupilas, TERNURA, PAZ, SENCIBILIDAD, Y UN DOLOR DE VACÍO. UN AMOR DISTINTO.  

                                  Orlando Mario Soverchia - YoAmor       

sábado, 20 de noviembre de 2021

 

CONFESIÓN DE UN DESEO

 

 


 

Confieso algo de muy dentro de mí, me gustaría tenerte en mis brazos, desnudarte toda...  sentir los cuerpos rozándonos hasta que la piel se caliente, nuestras bocas se entreabran y las lenguas mojando los cuerpos contorneándose a mas no poder. Tus manos y las mías se entrelazan para no perder un instante de nuestros deseos, deseos sin frenesí, lujurias sin contención, placeres perdidos hasta lo sublime del profundo amor de dos cuerpos calientes.

  Jadeos...  y más gemidos... confunden el ambiente, movimientos incontrolables hacen tu cuerpo el zarandeo de una hermosa sirena en celo. Te llegue a lo más profundo de tus entrañas, sentí el calor de tu esperma, gemí, grite, lloré por sentir lo que sentía, desvanecí sobre tus senos, mi labio seguía necesitando de tan hermosa creación. Mojaba tus pezones, oía tus súplicas, mi ser no sabía cómo atender a tanto placer pedido, fue cuando entonces gritamos, deliramos, palabras perdidas, entrecortadas pidiendo no llegue el final. Sentí que todo lo había logrado, mojados y mezclados acariciando nuestras partes, como si todavía nada hubiese pasado, que recién el placer de lo erótico hubiese empezado. Volvimos a mirarnos, tocarnos, sentirnos, y un destello en nuestros ojos avisando la ira de un nuevo AMOR.

 

 

                      Orlando Mario Soverchia- YoAmor