SI PUDIERA
miércoles, 18 de enero de 2023
miércoles, 11 de enero de 2023
NO
IMAGINADO
Tarde gris, fría, con llovizna,
todo era calmo y mohíno, nada parecía cambiar esa postal, pero el destino,
quiso que nos encontráramos de casualidad y con las ganas que haya sucedido. Fue
solo un. - ¡Hola, como estas!… Acercamos las mejillas y el beso fue el
despertar de lo que sentíamos… Admiración de amigos… Soledad en nuestras almas…
Gustarnos sin darnos cuenta…Pero el cortejo sexual, se halló entre nosotros sin
pensarlo ni un instante.
Nos susurramos muy despacio, nos
tomamos de la mano y caminamos a un lugar con menos gente, y sin mirar a ningún
lado, las manos se soltaron, los brazos se entrelazaron y las bocas se
perdieron una dentro de otra. Nos sentimos adolescente con deseos sin imaginarlos,
al punto que ambos nos soltamos y nos dirigimos hasta mi casa sin decirnos
nada, y con pasos marcados y acelerados nos encontramos frente a la puerta. Enseguida,
estáticos en el living con un sofá mullido y acogedor. Al tiempo de quedarnos
ajeno a lo que transcurría en la calle, nos hicimos adolescentes en pecado, nos
miramos a los ojos, y sin hablar nos desvestimos casi al instante, la ropa fue
quedando esparcida por todo el piso y nada nos preocupó, solo era seguir en lo
que teníamos en mente.
Su cuerpo era normal, sus curvas y
sus pechos la hacían una hembra en celo.
Nos abalanzamos rápidamente, el
silencio gritaba la desesperación que teníamos, y todo nos permitimos, todos
nos hicimos. Mi boca en sus pezones, lo transformaron apetitosos y erguidos,
mis manos se ocuparon de su cuerpo desnudo, sin pedir permiso se introducía en
los labios de su vagina humedecida y caliente, las de ella me enloquecían con
los manoseos pervertidos y obscenos sobre mi intimidad erecta, nos pedimos
todo, nos dijimos palabras libidinosas y el placer cada vez más descontrolado,
me pidió que la haga mía y todo mi calor fue dentro suyo, el jadeo de los dos,
se hicieron profundos con gruñidos casi afónicos y llenos de placer. Perdidos
en la locura, nos sentimos amantes sin saberlo, ninguno de los dos podía
controlar el movimiento desesperado de los cuerpos, que nos obligaba
zarandearnos para sentir la fricción de la piel mojada. Fue toda mía y fui todo
suyo, nada dejamos sin hacernos, y experimentamos el descontrol del deseo, y
terminar en la más hermosa y perfecta lluvia de cada uno. Yo en su cuerpo y
ella en mi cara.
Que nunca imaginamos
Orlando Mario
Soverchia- YoAmor
QUIEN ÉS
Hola, buenas tardes… ¿cómo estás mi amor?...
Ese saludo despertó la vida que tenía,
aquel que cacheteó mi razón y mis sentidos.
No me dejó acercar a sus labios, mucho
menos abrazarla.
Un paso atrás fue su movimiento, un tanto
molesto e inesperado.
Me sorprendió, me confundió, me asustó…
veía su cara muy sería.
Llevó sus manos a su rostro, refregó sus
ojos y con decisión, me dijo:
-. No quiero seguir más a tu lado, no te
quiero y menos te amo. -
El silencio nos abrazó a los dos, el lugar oscureció,
el dolor me apretó.
Quería abrir mi boca, emitir sonido, y solo
mis labios entreabiertos,
hicieron una selfie de mi figura en
negativo, en esa habitación.
Muy suave su voz, arrepentida dijo… -. Lo
lamento,
no quiero lastimarte, pero él, es mi nuevo
amor, lo amo y hace mucho tiempo.
Caído y pisoteado mi corazón y mis
derechos… tomé aliento,
mi pecho galopando de tormento, mi cerebro
atontado, y manipulado por aquella
realidad.
Quise ser guapo y hombre superado de ese
momento,
extendí mis brazos, tomé y apreté sus manos
nerviosas,
con bronca y confundido rompí en llanto mi
congoja,
mis ojos no veían, solo el torbellino por
esa confesión.
Las palabras no existían, solo esa maldita
canción de lamento
acompañaban la escena vergonzosa.
Me incliné abatido por tanto malestar, ella
puso su mano sobre mi cabeza,
acarició mi pelo muy mansamente, dolida
pero aliviada intentó levantarme,
mis brazos caídos resbalaron entre los suyos,
desplomé todo mi ser y
rendido por el desgarro de mi alma, levanté
mis ojos en busca de una respuesta,
humildemente y sin importar como me veía,
torturé mi amor preguntándole:
¿QUIEN ES…?
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
Esa paz…
Aquel día, era uno más, pero
distinto, tan distinto que de un momento a otro, pasó a ser el más raro. Cada
segundo, cada instante, cada momento, cada tiempo, era el más terrible de la
vida. No se sabía que pasaba, no se entendía que fue, que desató esa crueldad, el
porqué, por quien y para quien era ese terrible tormento a los sentidos… Pero
el desorden de la inteligencia ya había hecho estragos en la humanidad, nadie
sabía dónde se encontraba, donde tenía que buscar y por quien buscar. Orden es
lo que se necesitaba y no se podía, pero entre las ruinas de las personas, se
halló lo que a todos de una manera u otra los hizo seguir el instinto del
hombre, el sentimiento más simple, el más difícil, el más complejo, el más
tierno, el más serio, el más exigente, pero el más completo: EL AMOR. Por él, corrían,
buscaban, lloraban, enloquecían, reían, y desanimados se mostraban solidarios,
compungidos, pero todos con el dolor, con los gritos, con el silencio, con la
bronca o la impotencia, se doblegaban ante la morbosidad de la injusticia, las
miradas de los pocos, mutilados de la razón, la comprensión, el entendimiento,
de la precaria supervivencia… Juntaron los restos de las miserias que algunos
pocos, sin alma de ser humano, sembraron terror sin piedad. Pero desde que el
mundo es mundo, desde que yo existo, desde que todos nosotros existimos, desde
que la mayoría en este planeta existe, sabemos, urgimos, reclamamos, obligamos,
que, para vivir en esta vida, se necesita amor, y para tenerlo, se necesita
paz, nuestra paz. Esa Paz… para este mundo.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
martes, 3 de enero de 2023
ERES
Esta
noche…
Eres mi
ilusión, mi soledad, mis recuerdos,
mis
alegrías, mis llantos.
Eres mis
ojos, mis pensamientos,
mis
gritos, mis nervios, mis celos.
Eres mi
luna, mi sol, mi nobleza, mi pureza,
mi
sonrisa, mi caminar.
Eres mis movimientos,
mis pensamientos,
mi cuerpo, mi dolor, mi vida, mi corazón.
Eres
tanto amor, te amo tanto amor,
que eres
para mí,
mi propio
espíritu.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
PRINCIPIO
O UN FINAL
Muchas veces sentí la necesidad de escribir lo que
mi conciencia necesitaba gritar. Muchas veces sentí la misma sensación de que
todo es viejo y siempre existe algo nuevo por ver. Muchas veces sentí que cada
palabra que adhiero en estos escritos siempre son del mismo contexto, del mismo
sentir, de la misma intención, pero diferentes en tiempos de mi corazón.
Desde los días de mi niñez, siempre se hicieron
iguales con distintos matices, con la misma lucidez profunda del miedo a la
soledad y no sentir la compañía plena del ser humano, por supuesto, no lo
analizaba en esos momentos, pero sí los recojo de los pálidos recuerdos, abrigando
mis deseos con la simpleza de una infancia caprichosa, insatisfecha por la
inmadurez de los propios sentimientos, cuales hoy, marcan el recorrido frágil
de un desarrollo inmaduro.
Ahora en la estupidez de analizar razones envejecidas,
irreparables, tal vez injustificadas de tantas anomalías, como hombre necesito
enderezar, o buscar el rumbo que siempre inconsciente o conscientemente, fui
desafiando, y la premura de la vida me arrasó, enfrentó, desafió, doblegó hasta
sacarme toda entidad, que, por supuesto hacen hoy de mí, un ser vacío, sin
saber de que me sirve estar en este lugar. Muchos o todos me marcan las
razones, los porque o los momentos que dicen o me tienen que indicar el
trayecto a recorrer, pero cuando sueltas el alma o la luz que la vida te da,
nada se puede ver. Estoy ciego, los sentimientos que quisieron acercarse a mí,
no los encuentro, o quizás ya no quieran habitar mi mundo, sé que estoy tras
ellos, corro y corro, pero pareciese que ya no se hallan a mi alcance, dejé que
se vallan hace tiempo, pero éstos, más audaces y eficaces, no me esperaron ni
me dejaron muchas oportunidades para que lo logre, cuando tantas veces los
trampee.
De que vale
creer que estoy en esta vida, si mi alma no sabe sobrevivir sin la compañía de
todos los que formaron mi existencia, porque ella se integró con alegrías, sacrificios, muchos dolores y angustias de
seres queridos, que ahora solo se sienten defraudados, pero comprometidos, no
por lo que soy, sino por el hecho de no desecharme, con responsabilidades para algunos, nostalgias y
recuerdos para otros y tal vez, algo de querer para pocos, pero nada me deja
ya tener otras tantas oportunidades que ofrecieron sin matices ni condiciones.
Creer que el amor de otros nunca se maltrata, se
lastima o muere, fue la soberbia de un imbécil engreído y es lo que hice,
subestimé a un amor puro, sincero e incondicional, para luego culparlo de que
ya no existía en mis razones y convicciones y ¿ahora? Como lo puedo resucitar
cuando lo sentí bajo mi ser, agonizar y pedir vivir hasta el último hilo de suspiro.
Que cruel fue mi razonamiento, que poco inteligente
fue mi pensamiento, al matar toda esa vida con vivencias sucias, paganas y
vergonzosas.
Una mañana más, una tarde más, una noche más, un día
más, un mes más, un año más, cada segundo de estos tiempos que recorro una y mil
veces se enfrentan entre sí con la reflexión de poder con el pasado maltrecho,
después de una guerra de locuras y acciones fraudulentas.
Pregunto… ¿Es un principio o un final o es el
principio de un final…?; escribo cada palabra, cada pensamiento, cada remordimiento,
cada arrepentimiento, para que algún mañana, alguna tarde, alguna noche, algún
día, algún mes o algún año, revisen mis cosas, mis recuerdos, mis objetos o tal
vez las ganas de alejar todo lo que me pertenecía, para que alguien cualquiera,
se detenga a leer por qué mi conciencia, mi alma, mi razón y mi corazón, no
supieron entenderse jamás. Tal vez ese tiempo esté muy cerca o tal vez no sé
cuándo, pero sé que mi otra vida me está buscando, me exige que no demore, que
hay gente esperando mi partida, algunos no creen que estoy haciendo mis valijas,
siento que debo hacerlo, muchos ya lo hicieron, mientras otros piensan, que es el
final.
Orlando Mario Soverchia-YoAmor
miércoles, 23 de noviembre de 2022
POR
ESA RAZÓN
Por alguna razón me senté a
observar
Tu cuerpo desnudo tendido en mi
cama
Formaba un paisaje de mil
maravillas
Tu piel sonrojada de suave color,
Invitaba a mis manos para
acariciar,
Mis labios empezaron a humedecer
Y juntos formaron deseos de ti.
Tus ojos, grandes y negros
profundo
Me invitaron viajar junto a los
míos,
Recorrí cada lugar de tu imagen
Sintiendo el más bonito de los
placeres
Ya nada me detendría y mis brazos
te hicieron mía.
Se deslizaban muy suavemente,
Haciendo tus formas delgadas
Caminos de grandes locuras
Acerqué mi cuerpo al tuyo, piel y
piel
Todo transcurría, todo lo sentía
Junté mis manos con las tuyas
Entrelazados en nuestros cuerpos
Nuestras caras, piernas, brazos,
Sinfonía de ansias, respiros
profundos
Tu boca mojaba mi espalda, la mía
tu cuello
Tu boca pedía mis besos, la mía
sentía tus senos
Sentimos calor muy profundo,
Nos sentimos los dos dentro de
uno
Apretados unísonos nos quedamos
Y cada uno nos encontramos,
derramados con la dicha de los
placeres.
Es por esa razón, que sentí
amarte.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
D/R
viernes, 11 de noviembre de 2022
TARDE DE AMORES
La tarde nublada y triste me llama sin saber porque.
Llamo a los sentidos y también están nublados y tristes.
Descanso en una nube de ternuras calmas y pesarosas.
El corazón late, mi alma suspira, y la mente resuena
en un torbellino de amor que jamás me deja.
Observo pasiones que les he dedicado
y cuanto me han lastimado,
sin que yo los haya olvidado.
Quiebro mi angustia con un golpe sobre el pecho,
y mis ojos llorosos intentan acercarse aquellos recuerdos
donde forman parte de aquellos tiempos.
Acaricio esos amores, delicadamente con un parpadear,
Y las manos se acercan mansamente a mi cara
y yo pueda llorar.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
martes, 25 de octubre de 2022
lunes, 24 de octubre de 2022
SI SUPIERAS
Cada segundo de mi vida, es un instante de
mi mundo,
Y ese mundo eres tú, eres para mí, mi
propia existencia.
Nada puedo realizar pensando que tú no
estás a mi lado.
Siento que respiro por mí y por ti, vivo
para ti,
sin pedirte nada a cambio, solo que me
dejes amarte.
No puedo imaginar mis días, que mis ojos no
puedan verte,
acuesto mis pensamientos y descansan en tu
figura.
Me siento vacío sin tu presencia, me siento
solo sin tu querer.
Quiero que entiendas amor, que solo es
tenerte en mi corazón,
que, si tú me dejas, te llevarías toda mi
alma y con ella mi razón.
Necesito cuidarte y simplemente que sepas
que te deseo muy dulcemente.
No sé el porqué, que no te puedo olvidar.
No dejo de extrañar tus caricias y las mías
sobre tu cuerpo.
Ya no tengo fuerzas ni forma para decirte
de mil maneras…
Si supieras cuanto te amo.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
martes, 18 de octubre de 2022
PORQUE
Porque
te lloro, si cuando estoy contigo soy feliz,
porque
te extraño si siempre te tengo conmigo,
porque
me duele pensarte,
¡Si
todo lo que hago es necesitarte hasta mas no poder!
Porque
sos mi amada mientras que tu no me tienes en tu vida.
Porque te recuerdo tanto,
y porque pienso que eres mía...
Si yo sé que estás
en otros brazos.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
jueves, 13 de octubre de 2022
ESA MUJER
La vida
me dejó caminar libremente,
hasta que
me buscó, me alcanzó,
me
abrazó, me apretó, me asfixió.
Nada en
ese momento, podía liberarme
a una
tranquilidad habitual de esos días.
Y en un
instante, todo me lo devolvió,
cuando
dejó que esa mujer, reclame mi libertad.
Sus ojos,
brillantes llenos de inocencia recorrían mi ser.
La
sonrisa, era la novia de sus carnosos labios.
Su voz,
la melodía de una sinfonía de ángeles.
Su
ternura me abrazaba, sin ganas de que me suelte.
Su vida
cruel, ejemplo de la desdicha.
Su corazón,
maltratado por el desamor de los otros.
Su
figura, la increíble imagen, de una criatura sin cuidado.
Pero su
alma, llena de sentimientos acongojados,
necesitados
de caricias y de besos.
Besos que
fueron, paños fríos de mi dolor,
y las
caricias, en las mejillas de mí soledad.
Esa
mujer, me encontró arrodillado
en el
altar de mi vida, me tomó en sus brazos,
y levantó
mi frente hacia aquel horizonte que no era mío.
Apretamos
los cuerpos huérfanos de comprensión,
y mi alma
sintió que mis sueños de amor,
lo tenía
esa mujer.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
ESE DÍA
Ese
día seré todo para vos y vos todo para mí.
Será
cuando ya nada me importe,
solo
estar con tu cuerpo desnudo e inquieto.
Saber
que mis manos estarán ocupadas
con
lo mejor que la vida me ha regalado,
donde
nada se sienta, más que el canto de nuestras almas,
deseando
todo de nada y nada del otro.
Mirar
tus suspiros, sentir tus deseos,
caer
en el suplicio de no alejarnos.
Rogar
que nuestras vidas terminen juntas,
para
no dejarnos concebir
y
lograr amarnos eternamente.
Porque
ese día, ese día moriré en tus brazos.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
miércoles, 12 de octubre de 2022
MISMO LATIDO
Del primer instante que me has sentido en tu
panza,
decidiste entregar tu vida sin condición.
Respiraste por mí, comiste por mí, bebiste por mí,
te has enfermado por mí, y te has cuidado por mí.
Fuiste y sos mi sostén, de un solo sentimiento,
amor...
Como lo será siempre, porque sos mi verbo y
existirás en mí.
No habrá pasado ni habrá futuro de tu vida,
y solamente estará tu presente en mi alma.
Jamás se borrarán tus palabras, los besos,
tus caricias y tus abrazos,
arrullándome
en mi descanso,
sintiendo tu dulce y suave canción en mis oídos.
Lloraste de alegría cuando nací,
me gruñiste para corregir errores,
y te has reído al ver mi vida transitar.
Nunca imaginé al crecer,
sentirme tan minúsculo ante vos.
Cada gesto, cada palabra,
como también ahora, tus lentos movimientos,
la vida me lo presenta casi sin medirlo.
Transitamos diferentes caminos, en distintos
tiempos.
Pero estaremos siempre juntos, en el mismo latido.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
martes, 11 de octubre de 2022
TORMENTO
DE OLVIDO
Esta
tarde de lluvia, es un canto de ángeles, en mi sepelio de olvidos.
Necesito negar
tu mirada alegre, por mis monerías,
borrar tu
sonrisa, provocada por decirte… ¡TE QUIERO!
Callar mi
conciencia, de lo existido junto a tu alma.
Lloro
cada instante de mis errores,
reprocho
cada momento de mis actitudes,
pero
ningún medicamento, para la hemorragia de estos dolores,
y
consuelo por estos sentidos maltrechos.
Oigo
romper en mil pedazos mi corazón sobre mi pecho,
pero nada
importa ya, las ruinas de aquel amor.
No dejan
seguir adelante, anulan mi camino a una vida de paz,
y solo
queda revolver escombros de culpas malditas.
Mi
pensamiento, mi corazón y mi alma,
solo se
encuentran en días sin sol.
Es la forma
de limpiar aquellos cielos de tormentos,
plagados
de infinitos descuidos,
de los momentos
mal vividos.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
TU
CUERPO
Tu
cuerpo tiene cuarenta años,
tu
boca tiene veinte,
tus
ojos tienen quince
y
tu piel apenas diez.
Con
aroma muy especial,
me
gusta tocarla, besarla,
y
por eso te quiero conmigo.
Sos
una envoltura de cosas dulces,
donde
me empacho de besos y mordidas.
Te
siento junto a mí,
te
siento dentro mío,
suspiro
con tu aliento
y
me derramo en tu alma.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
sábado, 8 de octubre de 2022
ESE
DÍA
Ese
día seré todo para vos y vos todo para mí.
Será
cuando ya nada me importe,
solo
estar con tu cuerpo desnudo e inquieto.
Saber
que mis manos estarán ocupadas
con
lo mejor que la vida me ha regalado,
donde
nada se sienta, más que el canto de nuestras almas,
deseando
todo de nada y nada del otro.
Mirar
tus suspiros, sentir tus deseos,
caer
en el suplicio de no alejarnos.
Rogar
que nuestras vidas terminen juntas,
para
no dejarnos concebir
y
lograr amarnos eternamente.
Porque
ese día, ese día moriré en tus brazos.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor