sábado, 6 de noviembre de 2021

 

                                             AMOR ANÓNIMO

 


Ese día, tenía que ser distinto, algo especial, inolvidable, cruel. Caminaba con un tanto de enojo y aburrido, mirando con la vista perdida, valla a saber dónde o por quien, que ese instante me entretenía, cuando una vos muy sensual y angelical, hizo cambiar toda mi postura. Nada ni nadie se había asomado de esa forma, una bella mujer, ojos grandes, labios carnosos y muy rojos, se hacían cómplice de una preciosa sonrisa, su cuerpo elegante, vestido con ropa muy ajustada, ilustraban aquellas curvas que recorrí con goce de arriba abajo y plasmé todo mi fantasía en un instante de mi adolescencia.

Ella, una mujer de cuatro décadas, yo portaba la incertidumbre y el sentir de los deseos de mis dieciocho, un encuentro de edades y choques de juventudes, todo era bendito.

Su voz, golpeó mi alma, mi pecho y mi cerebro, aturdido y emocionado, sin saber lo que dijo, acerqué mi boca a su mejilla y ella muy delicadamente, rozó su piel sobre mis labios. Su mano tocó mi cara, preguntando por un lugar, no supe donde me encontraba, solo delante de ella, balbuce como un niño de corta edad, su mirada penetrante fijaron mis ojos claros,

los de ellas serían más aún, estaba en el paraíso de la perfección, nos perdimos en ese cruce visual que dijeron gustar. Su pregunta y mi respuesta ya no fueron tal, solo saber con quién estaba ella y con quien me encontraba yo, me tomó de la mano y nos hicimos cómplices de lo que el silencio nos narraba. Subí a su coche, su perfume me abrazó más aún, sus piernas, tímidamente hablaban de su cuerpo, su pelo negro y la blancura de su piel, hacían el contraste perfecto de esa figura desnuda. Llegamos, el lugar un paisaje de colores sin control, nada nos dijimos, solo miradas de reojo, sonrisas cómplice de no saber hasta dónde.

Aquel momento sublime había llegado, quedamos solos, sin nada alrededor, sin motivo porque estar uno frente del otro, o sí… creo que mucho, los ruidos se callaron, el silencio cantaba una canción de amor prohibido, los dos a la vez despojándonos de todo lo puesto, mostramos todo,

yo mi cuerpo joven y fresco, ella, exquisita por donde la observara, toque su figura muy suavemente, temblando con ternura, abrí mis manos, se llenaron de sus pechos, los cobijé y los besé muy lentamente hasta sentirlos muy erguidos dentro mi boca. A medida que los cuerpos se tocaban se impregnaron de lujuria sin control, me sentí joven, me vi hombre, me sentí perdido y lo peor, me sentí enamorado de todo lo que esa mujer me estaba haciendo, enseñando, entregando, no sabía cómo complacer todo lo que ella pedía, o lo que pretendía.

Jugó con mi cuerpo, mis partes fueron de ellas y las suyas las obligaba a sentirlas donde quería. Nada era real, todo se trasladaba de una lado a otro en ese cuadrado de sábanas de seda arrugadas y mojadas, no me alcanzaban las manos y mis besos para recorrerla como ella deseaba, no acompañaba mi cuerpo y mi respirar por lo que me ofrecía, descontrolada y enloquecida, gritaba y gemía, quería y suplicaba, pedía y obligaba que no deje de estar dentro suyo. Agitado, rendido, enloquecido y dolido, desplomé mi cuerpo torturado de amor, sentí su boca mojada y caliente recorrer cada poro de mi piel. Quemaban los cuerpos mojados, suspiros galopantes murmuraban en ese lugar, y la quietud de los sentidos satisfechos, nos acunaron para quedarnos apretados en un temblor de abrazo. El tiempo del despido llegó de cachetada, no sabía el porque, quería seguir aquel momento, pero su temple y su desnudez, contaban un adiós de aquel prohibido amor, que nunca volví a ver.

 

                                     Orlando Mario Soverchia- YoAmor                   D/R

viernes, 5 de noviembre de 2021

 

PRESAGIO



Te di mi vida y mis sentidos,

 además de mis pensamientos.

Te di mis suspiros y hasta mi respirar.

Te di todo lo que era mío, y vos,

 solo me has dado dolor al corazón.

Es injusta la vida con el que ama,

y pervertida con aquello que es justo.

Has quebrado las entrañas de mi alma,

porque nada me has dejado,

solo mi entereza maltrecha.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derecho reservado

jueves, 4 de noviembre de 2021

 

PORQUE TE AMO…

 


¿Sabes porque te amo?...

Te amo porque necesito saber dónde estás,

saber si estas alegre, si tienes frío.

Porque necesito mirarte una y otra vez,

no pestañear y no perder un segundo tu figura.

Tocar la punta de tus dedos y sentir que mi piel se eriza.

No necesito beber, porque apenas tocando tus labios húmedos,

me alcanza para vivir,

¿Sabes porque te amo?

porque si no te tengo a mi lado,

sé que estoy muriendo a cada instante.

Te sueño de día, te extraño de noche,

te hablo dormido y respiro tu nombre.

Aprieto mis manos para pensar, que están las tuyas…

¿Sabes porque te amo?

Porque tu aliento es la brisa de ese atardecer,

eres el viento que pega en mi cara,

eres la tormenta de mis sentidos,

y la quietud de mi corazón.

¿Sabes porque te amo?

¡Porque simplemente TE QUIERO!!!...

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor     D/R

 

POR ESA MUJER

 


Mujer bella y delicada en su ser, todo tenía en su vida y en su andar.

Jugaba a su favor todo lo más lindo de su existencia, derrochaba alegría sin querer,

sentía su mundo libre para vivir, pero los sentimientos sin saber porque,

un día dijeron sentir el llamado de otra realidad.

Aquel hombre, florecido de un abrir y cerrar de ojos,

colmó su alma, extravió su mirada por sentirse impactada.

Toda en ella se convirtió en una sinfonía de suspiros,

quiso hacer su saludo y solo un simple hola… fue su accionar.

Sintió que era el sentimiento por quien pensar, juntó fuerzas,

entregó la sonrisa más hermosa que se pudo ver

y le alcanzó para conquistar aquel andante caballero.

Se sintió niña en su transitar, mujer en su seducción dedicándole todo a ese amor.

Ella se concentró en aquella figura del macho cabrío.

Ese hombre precioso para su gusto, la hacía sentir señora.

Cada día que pasaba adoraba los ojos por su mirada,

los labios por sus besos, las manos por sus caricias,

y su cuerpo, por cuanto le hacía sentir en su lecho de pasión.

Todo lo entregó sin condición, su corazón fue sacado de su pecho,

los pensamientos por él fueron su razón de vida, y todo de ella se hizo él.

Nada ni nadie podrían cambiar ese estado que llegó a sentir,

Pero nunca imaginó, que todo lo que vivía todo lo que sentía,

en un instante de aquel segundo preciso, ese caballero andante y hombre fatal,

le decía que no podría seguir a su lado,

porque otra mujer sin saber porque, le había conquistado,

ese amor que había tenido por ella.

Todo se hizo oscuro, todo dejó de existir, la vida ya no valía.

Dejó sus sueños en un rincón, no comía para no seguir viviendo.

Desaliñada y triste, levantaba ese cuerpo maltrecho y golpeado.

Miraba su piel desquebrajada, sus ojos fatigados por no dormir,

su pelo narraba desorden y su alma abatida por tanto dolor.

Su tiempo en años se habían doblegado, no quería seguir viviendo,

las horas detenidas en agonías estúpidas, consumían su nostálgica belleza,

Porque los tiempos creídos conquistados, fueron robados sin pedir permiso.

Por esa mujer.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor                                     

lunes, 1 de noviembre de 2021

 

 

MIRÁNDOTE

 


Siempre me encuentro en un solo pensamiento,

Cuando te dejo por las mañanas,

No me acostumbro alejarme de tu cuerpo,

Me quedé inmóvil mirándote el lunar en tu pierna,

Tu cuerpo desnudo es una poesía de amor,

Tus partes son mías con la mirada más tierna y sensual

Desgasto los instintos sin tener límites de pasión,

Quiero tocarte y tocarme, a la vez que mi beso llega a tu piel,

Te mueves, te estiras, me deslumbran tus pechos,

Sufro los vaivenes de mis deseos con las ganas de amarte,

Te abres de pierna para relajar tu cintura, me enturbia la vista,

Me dejas aturdido de todo lo que ofreces, pero eres mía…

No contuve mis manos, descontrole mis besos,

Cuando mi boca se hizo dueña del venus que tú ofrecías,

Sentiste locura y yo delirios de ganas de estar dentro de ti,

Enredados de fuego y súplicas, quejidos y suspiros,

Sentada sobre mí ser, gemías con furia y locura,

Apretados desnudos, vestidos de placer,

Sentimos la hoguera de nuestro desorden pasional.

Y los dos deseosos nos buscamos, ardientes de amor

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

domingo, 31 de octubre de 2021

 

                                                       PLACER

 


Amanece… te llamé, te encontré, ¡te invité… te tuve…! Te sentí muy cerca, tu perfume mimaba mis mejillas, las sensaciones embriagaban mí cuerpo, comencé dibujar tu cuerpo con mis manos, la piel de tu cintura trasmitía calor, sentí que te movías suavemente entre mis brazos, solo suspiré, recibí los tuyos, quedamos en una sola sensación, nada existía, nada quisimos, todo sucedió. Sentí que recorría las praderas del placer, mis labios querían comprobar, mis ojos experimentar, solo sé que me interné en esa inmensa alucinación de amar, cada parte de tu cuerpo lo examiné sin dejar lugar, de saberlo que era mío, te movías muy suavemente entre las cálidas sábanas que manoseabas, celoso yo de ellas, más te apretaba para no perder un instante de saberte junto a mi cuerpo. Tus ojos con lágrimas, los míos fijos a los tuyos, es donde me estaba dando cuenta que ya éramos uno solo… ¿Decir palabra? no, solo respirar profundamente, escuchar lo que no se puede, nada queda alrededor, ¡solo dos cuerpos apretados en un solo deseo… sentirse!, apreté tus manos, mi boca buscaron la tuya, los labios entre secos y mojados se acercaron muy fuertemente, nos dejamos todo lo que sentimos en instante de un hermoso placer.

                                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor           D/R

 

PERTENENCIA

 


No te tengo para mí,

no me perteneces, no soy para vos,

porque distintos son los tiempos entre los dos.

 Los sentimientos no entienden nuestra realidad.

Los tuyos te exigen encontrar un  amor,

ese amor que quieres de mí,

y yo no sé lo que tengo,

pero si, que estoy sufriendo.

 Por eso mi amor, volvamos a nuestro hogar,

 y cada uno seguirá con lo que elegimos.

 

          Orlando Mario Soverchia- YoAmor         D/R

 

sábado, 30 de octubre de 2021

 

Mi mundo mujer



Mi mundo es como tanto de otras personas, pero hoy, en este momento, siento que lo única ganas, es simplemente sentarme a escribir lo que está en mi percepción, mi alma, mi corazón y tal vez con  resentimientos propios, me quedo pensativo, como empezar todo lo que está en mí, porque nací, crecí, maduré, elegí la forma de vida y tantas situaciones, algunas buenas, unas no tanto y otras sin medir errores sobrepasados. Quiero gritar en letras, todos mis aciertos, un amor, unos hijos, una familia, y el recorrer la vida sabiéndola compartir con mi ser amado. Llega todo sin darme cuenta, al principio tuve miedo, me sentí débil, sin experiencia y un tanto inmaduro, como todo hombre a la temprana edad de los veinte años, lindo tiempo de la vida, pero sin sentido formal de la responsabilidad, por supuesto otros sí, pero en general nosotros maduramos mucho después que una mujer. ¡Mujer!!!  es el centro de la vida, del mundo, es el amor, el odio, la desesperación, la esperanza, la traición, la angustia de amarla hasta los celos, es la mentira sin culpas, la madurez con complejos, el error justificado, el equilibrio del dolor sin mostrarlos, pero siempre está con su más querido, eterno, incontrolable e incondicional, que nada lo supera, el amor de su creación, un hijo, su hijo… Porque lo inventó en su pansa, los transformó en un nada y le fue dando forma perfecta, como nadie puede construir en este mundo. Es la parte de la naturaleza con vida y muerte, pero es lo que más, la hace suprema. Cuando se nace nos aferramos a su olor, su piel, sus pechos que es nuestro segundo alimento después de su control interior, nada nos gusta más que ese lugar, sentir sus caricias, sus besos, su aliento en nuestros ojos y labios, su canto arrullador a nuestro incesante llanto del no saber el porqué, pero la mujer, nuestras madres lo logra con solo tenernos en sus brazos. Sin darme cuenta lo que tenía en mente, dos amores, el que me dio la vida y el que la continuó, y también estoy enamorado de mi madre, de la madre de mis amores, mis hijos, porque me los ofreció siendo de ella, sin darme cuenta que el amor no es solo sentirla mujer en un lecho de la intimidad, sino que la amo por ser mujer, porque admiro y admiré a LA MUJER. Todo parece simple, pero también me doy cuenta que son amores distintos de una misma identificación humana, corro tras la compañía como un niño ante la soledad y el miedo, pero solo ella me lo sacaba, como ahora. Necesito de otra figura de mujer para que cumpla el mismo rol, pero con sentimientos plasmados de caricias deleitables, compañía, diálogos, ternuras amorosas, placenteras, miradas intimidatorias y provocadora, pero esta mujer, es el que me hace sentir hombre, sentirme que soy alguien por quien estar o acobijar; Todo es lo que debo, pero no siempre se logra en el momento justo, los destiempo de las alucinaciones, sacudidas por el sentimiento sorpresivo, casi acompañando el desdén de lo prohibido, logra la estupidez de no saber que mi mundo es mi MUNDO MUJER

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

viernes, 29 de octubre de 2021

 

QUIEN ÉS


 

Hola buenas tardes… ¿Cómo estas mi amor?...

 

Ese saludo fue que despertó, la vida que tenía,

aquel que cacheteó mi razón y mis sentidos.

No me dejó acercar sus labios, mucho menos abrazarla,

Un paso atrás fue su movimiento, un tanto molesto e inesperado.

Me sorprendió, me confundió, me asustó… veía su cara muy sería,

Llevo sus manos a su cara, refregó sus ojos y con decisión, me dijo:

No quiero seguir más a tu lado, no te quiero y menos te amo.

El silencio nos abrazó a los dos, el lugar oscureció, el dolor me apretó.

Quería abrir mi boca, emitir sonido y solo mis labios entreabiertos,

hicieron una selfis de mi figura en negativo, en esa habitación.


Muy suave su vos, arrepentida dijo… lo lamento,

no quiero lastimarte, pero él es mi nuevo amor, lo amo y hace mucho tiempo.

Caído y pisoteado mi corazón y mis derechos… tomé aliento,

mi pecho galopando de tormento, mi cerebro,

atontado y manipulado por aquella realidad.

Quise ser guapo y hombre superado de ese momento,

extendí mis brazos, tomé y apreté sus manos nerviosas,

con bronca y confundido, rompí en llanto mi congoja,

mis ojos no veían, solo el torbellino por esa confesión.

Las palabras no existían, sola esa maldita canción del lamento,

acompañaban la escena vergonzosa.

Me incline abatido por tanto malestar, puso su mano sobre mi cabeza,

acarició mi pelo muy mansamente, dolida pero aliviada, intentó levantarme,

mis brazos caídos resbalaron entre los suyos, desplome todo mi ser,

rendido por el desgarro de mi alma, levante mis ojos en busca de una respuesta,

humildemente y sin importar como me veía, torturé mi amor, preguntándole:

QUIEN ES…

 

                                   Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

Hermosa mujer mía, te haría de todo, y estas palabras las canjearía para amarte como a mí me gusta.


                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor 

 


 Estoy pensando que no debo pensar más,

porque pensando, empiezo a querer,

porque los sentimientos no los mendigo,

ni lo creo a propósito.

Mis sentimientos nacen,
porque he decidido amar.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 





Nada puedo olvidar, 

cuando tu belleza, el placer, 

y la pasión junto con las sensaciones que me has hecho vivir, 

me atraparon y dejaron huellas en mi alma.


              Orlando Mario Soverchia- YoAmor 

 

jueves, 28 de octubre de 2021

 



Regresé, llegue con ideas confusas, quiero pensar en él hoy, sabiendo de mi corto futuro, conté de mi pasado, complicó mi presente, junté mis ideas en los distintos tiempos y solo me di cuenta que mi pasado, el presente y mi futuro no existe en esta realidad.

Soy un solitario que vaga por las sombrías praderas del sentir

La soledad, es una buena compañía, que nunca te deja. Y

yo, acá, juntando esperanzas, viviendo de ilusiones perdidas,

dejando mis sentidos recostados, pero más aun sabiendo que en mi ser, poco queda en el bolsillo de amor.

Porque estos sentimientos cada día lastiman más mi alma.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor                    D/R

  derechos reservados

miércoles, 27 de octubre de 2021

 El tiempo me pide que a la vida la tengo que transitar.

El tiempo me dice que haga todo lo que debo hacer.

Las situaciones me exigen que las cumpla en el menor tiempo y bien.

El cuerpo me trasmite que no puedo todo.

La mente me pide que me ordene para poder realizarlo.

Los sentidos se están mezclando,
y el corazón se está molestando.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derechos reservados



domingo, 24 de octubre de 2021

 TANTAS COSAS

 

Tanto pienso en vos,

tanto quiero expresar,

tanto te haría y sabes una cosa,

solamente quisiera mirarte,

desearte y después decirte… nada.

Porque así, pienso mucho más

en tenerte a mi lado.

Y las cosas que pienso son tantas,

Que nunca se irán de mi corazón y mi alma.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor                

 



Yo también estoy perdido entre las nubes y las estrellas, 

entre el limbo y realidades, 

pero nunca tuve sueños, 

porque jamás fueron míos. 

Yo no puedo tener sueños, 

porque los sueños sueños son, 

y aquel sueño hecho realidad, 

solo fue un sueño de una noche de ilusión.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

sábado, 23 de octubre de 2021

 SIN LIMITE


Noche de instinto de un enamorado, sin límite.

Madruga de suspiros, sueños y placer, sin límite.

Momento de sentirse indefenso sin límite.

Jugando con la inocencia de un querer puro, sin límite.

Temblando las pasiones sacudidas por el éxtasis, sin límite.

Tormentos de pensamientos hambrientos, sin límite.

Ternura, besos, caricias y desenfreno, sin límite.

Intimidad, posturas lésbicas y orgasmos, sin límite.

Terminar desencajados, entrelazados, y excitados, sin límite.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

TE ESCRIBO

 


¡Hola!!! … sabes que me gusta escribirte así,

de repente, sin pensar lo que te voy a decir.

Solo anoto lo que tengo en mente, en mi corazón.

Lo que dicta mi conciencia, y grita mi alma.

Sin versos, ni control de errores,

ni tiempos de verbos y

vaciando la esencia de mis ideas.

A ti mujer, me apasiona tu mirada,

tus labios, tu sonrisa, tu voz,

y las vivencias de tu vida.

Me enternece tus gestos,

tus expresiones de sentimientos nobles y bonitos.

Así, sin ser un poema de amor,

Tan solo unas líneas de todo lo que siento en mi ser.

Porque... simplemente te voy a escribir que...

Estoy enamorado de ti, mujer.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

LO QUE SOS Y HACES


 

Eres la mujer pervertida,

lujuriosa y trasgresora de los instintos.

Me calientas, me existas.

Me abochornas con tus juegos.

Me tientas sin pedir permiso.

Me entregas las tentaciones sin grises.

Me embriagas y me debilitas con tus gestos.

Me derribas con tus caricias.

Me enloqueces con tus besos.

Me saboreas, cuando me pierdo en tus extrañas.

Me tientas a la locura sin igual.

Me juegas con tu mirada desencajada.

Me quitas todo poder.

Me haces tuyo sin medida.

Me aprietas sobre tu cuerpo sin límite.

Me hablas jadeando en mis oídos.

Me dejas tendido sin respiro.

Me amas hasta que mi existencia muere feliz.

Me eres fiel, sincera y afable sin condición.

Cada segundo, cada momento, cada día,

te prefiero como mujer degenerada de amor y leal,

que mil putas juntas,

me engañen con sentimientos falsos.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

LA ESPERA







Amanecía, el sol acariciaba su rostro atormentado por no dormir.

Razón… no lo sabía… o sí, sentir su pecho aprisionado

por la confusión de sentimientos enlazados.

Quería levantarse de un solo movimiento,

salir de aquel torbellino de ideas maltrechas,

pero su cuerpo vencido, cansado, renegó de ese instante.

Relajó su postura, dejó sus brazos sobre su pecho,

miró a su alrededor, las paredes lo observaban.

Los pensamientos comenzaron transitar su despertar,

su mirada de tristezas dejaba saber,

que su corazón estaba llorando.

Su alma solitaria vagaba en su interior,

buscando entender aquella situación,

sentirse renunciado de un nuevo querer.

Cuando al instante de un pestañear,

se había dado cuenta que esa mujer,

lo abandonó con la espera de un, TE AMO.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor