lunes, 2 de marzo de 2015



                                             NOCHE LLUVIOSA
Llueve, la calle mojada brilla como un espejo, la quietud acompaña el lento caer de las gotas, lejos de mí, alguien camina resguardándose con su mano, sigo mi paso un tanto lento recostándome en las paredes de las casas a oscuras, el tiempo va ganando la madrugada, solo estoy por esta camino, dejo mi mente  jugar en el recuerdo de hoy, no muy lindos por cierto, quiero entender porque estoy en estos lugares, si ya la noche me acuesta y cobija en su oscuridad, pero debo llegar al lugar que no he podido encontrar, trato buscar la ruta en el mapa de mi lucidez, detengo mis pasos, un auto cruza muy cerca de mí, fastidia el trajinar de su ruido, pero solo miro como se aleja cruzando luminarias, donde se pierde en la lejanía de aquella calle a recorrer, regrese al sendero de aquel pensamiento, voy y vengo en este día, con rutinas de mi vida, pero sé que aún no he llegado, levanto la mirada, siento golpear mis parpados con tenues caricias de lluvia, un reflejo de  luz que da en mi rostro, me dice que sigue danzando partículas del llanto, que la noche me está regalando. Cada pisar de mi caminata, es la compañía, para alejar espíritus de mi soledad, increíble lo que cuenta el silencio, de una  noche serena y lluviosa, todo es melodía de canciones, sobre el paisaje de esta ruta tan corta y tan larga, me toma la mano, lleva mi cuerpo a su lugar que yo no quiero recordar, pero sin saber que estoy peregrinando, por las tantas vivencias de todo el pasado, se acerca a mis pasos la compañero en mi existir, mi sombra… la miro de reojo, quería hablarle, pero no se quedaba  en el mismo lugar, aparecía y desaparecía cuando la claridad me alcanzaba, continúo  mirando de un lado otro nadie me dice ¿ a dónde vas?... Mi razón confunde recuerdos vividos, el presente y el futuro, quiero seguir caminando por veredas donde hacen coro de quejas, obviar los fallos del suelo, como sacudir mis ideas, de quien no tengo. Sin darme cuenta llegué al lugar comprendiendo, era mi destino, por inercia saque mi llave, al entrar, la niñez y adolescencia, esperando contarme, que  podía saber en esta noche de lluvia. Entonces todo se hizo realidad, todo muy lejos y muy cerca, cada resguardo de aquel lugar, tenía nostalgias, el canto de lluvia más fuerte, desgastaba el ánimo, mirando, recorría cada rincón de los sueños, atraía mis juegos en esta habitación, lecturas de escuela, mi lecho de fantasías, secretos de ideologías y mucho más meditando amores que no se veían: Sigue lloviendo… la noche se está despidiendo, es cuando doy vueltas y más vueltas, de recuerdos que hicieron mi vida, de alegrías que dejó mi inocencia, de ansiedad que acarreaba dolencias, de amores que golpearon mi puerta, de errores marcando a fuego, de promesas no cumplidas, haciendo un camino de no transitar. Acuesto memorias un tanto inquietas, retorno con madrugada  con tiempos sombríos, pero toda mi vida, la trajine, en una noche lluviosa.
                                                                    YoAmor

No hay comentarios. :