Estoy jugando con mi destino
mano a mano, veo que nada puedo hacer ante esta partida todo lo tengo perdido y
nada podré recuperar, aposté mi dignidad, respeto, orgullo y lo más importante
mi amor. Quisiera levantarme, seguir
viviendo pero la ley del juego es sentarse,
llevarte todo o dejar todo; ¿elegir?... no te permiten, si no te gusta..., la vida lo planteó así y yo seguro de que nada me detendría, creí que ya le había
ganado al destino y riéndome por dentro, sobrando la jugada, mezcle las
barajas, levanté y empecé a sonreír, la primera mano era mía y sentí mi triunfo
cerca de mí. Cuán equivocado estaba..., no me di cuenta que solo me dejaba
creer que yo tenía todas en mi mano, que era mi momento de suerte, que todo estaba de mi lado, pero nada de eso
sucedió. Fue cruel, despiadada, injusta, soberbia, imprudente ante mi decisión,
ya sabía que no tenía ninguna salida de recuperarme pero me dejaba seguir para
mofarse ante mi desolación, desesperación, me tenía a sus pies, todo me lo
llevó y solo me dejó los recuerdos para demostrarme que no hay que jugar si no
se tiene los medios o no se sabe jugar.
Estoy sin nada en mi vida, todo lo
perdí; no me perdonó ni la última partida, ni tampoco permitió recuperarme.
¿Los sueños? Los golpeó; ¿las ilusiones? Las borró; ¿las alegrías? Me las
aplacó; ¿ mi alma? La extravió. ¡Cuánto aposté!... y ahora me doy cuenta que
ahí estaba todo, la vida de mi madre; sus sueños, sacrificios, alegrías,
tristezas, ilusiones y lo más importante su amor de amante y de madre, todo lo
había puesto en mi cuando decidió traer a su mundo la maravilla de la naturaleza que es la vida.
Ironía del destino... tan perfecto y tan malvado,
nada dejó a mi madre ni a mí, o sí, a
ella mucho dolor, a mí, vacío y solo. Muchas veces me pregunto ¿por qué creí en
mi destino? Pensando que el mío estaba
echo perfecto y ahora me doy cuenta que cada momento de nuestra existencia lo vamos construyendo con nuestras propias
vivencias. Mala jugada la mía, sabiendo que no podía, quizás algún día la vida
devuelva a mi alma perdida, todo lo que una vez creía, lo fácil que se podía,
vivir y dejar vivir sin hacer daño a lo que uno mas quería.
YoAmor
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