QUIEN ÉS
Hola, buenas tardes… ¿cómo estás mi amor?...
Ese saludo despertó la vida que tenía,
aquel que cacheteó mi razón y mis sentidos.
No me dejó acercar a sus labios, mucho
menos abrazarla.
Un paso atrás fue su movimiento, un tanto
molesto e inesperado.
Me sorprendió, me confundió, me asustó…
veía su cara muy sería.
Llevó sus manos a su rostro, refregó sus
ojos y con decisión, me dijo:
-. No quiero seguir más a tu lado, no te
quiero y menos te amo. -
El silencio nos abrazó a los dos, el lugar oscureció,
el dolor me apretó.
Quería abrir mi boca, emitir sonido, y solo
mis labios entreabiertos,
hicieron una selfie de mi figura en
negativo, en esa habitación.
Muy suave su voz, arrepentida dijo… -. Lo
lamento,
no quiero lastimarte, pero él, es mi nuevo
amor, lo amo y hace mucho tiempo.
Caído y pisoteado mi corazón y mis
derechos… tomé aliento,
mi pecho galopando de tormento, mi cerebro
atontado, y manipulado por aquella
realidad.
Quise ser guapo y hombre superado de ese
momento,
extendí mis brazos, tomé y apreté sus manos
nerviosas,
con bronca y confundido rompí en llanto mi
congoja,
mis ojos no veían, solo el torbellino por
esa confesión.
Las palabras no existían, solo esa maldita
canción de lamento
acompañaban la escena vergonzosa.
Me incliné abatido por tanto malestar, ella
puso su mano sobre mi cabeza,
acarició mi pelo muy mansamente, dolida
pero aliviada intentó levantarme,
mis brazos caídos resbalaron entre los suyos,
desplomé todo mi ser y
rendido por el desgarro de mi alma, levanté
mis ojos en busca de una respuesta,
humildemente y sin importar como me veía,
torturé mi amor preguntándole:
¿QUIEN ES…?
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor