viernes, 3 de diciembre de 2021

 https://youtu.be/cQ_rLQ6zXb8

CON ESTA MÚSICA

 

Amor... con esta música te conocí, con esta música te imaginé en mis brazos. Con esta música me enamoré, con esta música te abracé y te besé.

Con esta música te adoré y con esta música te amé.

Con esta música te alejaste, con esta música me dejaste.

 Con esta música te vi con otro y con esta música te lloré.

 Con esta música quise olvidarte, fue recordarte,

  y con esta música sentí tristeza al no encontrarte.

Con esta música dejé todo mi dolor en tu imagen,

y con esta música estoy muriendo en cada instante,

porque con esta música mi amor...

Moriré, para que no me dejes.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor          

 

 

                                  CUANDO SE CUMPLE AÑOS


Cuando se cumple los años, siempre que seamos niños, estamos contentos por los regalos. Cuando somos adolescentes, estamos ansiosos por ser más grandes, cuando somos jóvenes esperamos ser mayores. Cuando somos grandes esperamos liberarnos de compromisos que nos dio la vida. Cuando llegamos adultos nos ponemos nostalgiosos y cuando somos viejos, queremos ser nuevamente niños. Cuando somos niños, no sabemos de rencores, de adolescentes se puede sentir esto si alguien nos agrede, de jóvenes, por algún amor que nos abandona, de grande, por un mal negocio, de adulto, por un problema de familia, y cuando llegamos a viejo, todo lo perdonamos. Cuando somos niños, amamos sin límites a nuestros padres, cuando somos adolescentes, amamos a nuestros amigos sin condiciones. Cuando somos jóvenes, amamos a un amor perdidamente, cuando somos grandes, amamos sin medida a nuestros hijos, de adultos a nuestros nietos, y cuando llegamos a ser viejos, amamos a la vida sin condición. Porque, al cumplir un día más de vida, quisiera sentir todas esas situaciones en un solo tiempo, para darme cuenta, que la vida es una sola y no cuando sea viejo.

 

                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor           

jueves, 2 de diciembre de 2021

 

CORAZÓN DE NIÑO


 

Siento tanto amor por ti,

que a mi corazón lo siento pequeño.

Juega con ilusiones de niño,

correteando en llanuras de grandes pasiones.

 

Saborea el dulce sabor de tus labios,

dibuja tu figura a cada momento,

huele el aroma de tu piel sintiendo placer,

observa tus ojos casi encantado.

 

Te mira, te toca, te siente,

no deja de correr a tu lado,

llega a ti y vuelve a su eterna ilusión,

se siente contento, se siente feliz.

 

Caerá en ese eterno pensar,

que algún día te pueda tener,

montañas de amores para contar,

lo dejarán a él poder descansar.

 

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

                              CONVERSANDO CON  EL SILENCIO

 


Sentados uno frente a otro, nos tomamos de la mano, nos miramos a los ojos, las sonrisas fueron mutuas, recostaste la cabeza sobre tu hombro, me seguiste mirando sin pestañar. Te observé  con alegría, tristeza, miedo, y todo lo que produce un amor casi enfermizo. Me punzaba el pecho el saber que te alejabas, no entendía porque me habías dicho que no podías estar más a mi lado. La tortura del pensamiento y el dolor, se mezclaban para sentir que mis ojos se ponían brillosos. Respiré muy profundo como pude, la voz entrecortada, y con miedo. Te pregunté.- ¿Ya no me quieres? Y tu respuesta fue eterna, el silencio acariciaba mi frente, sentía que no quería escuchar lo que tus labios rojos expresarían, apreté más fuerte tus manos, bajé la mirada hacia un costado, busqué refugio en esa flor que en otro momento era bella, tuve frío, calor, ya no sabía que sentía, o sí, desesperación al darme cuenta que mi corazón empezaba a estar solo, mi cuerpo no estaría tocando el tuyo. Confundido, enojado sin soltarte y  desafiándote, reclamé por tu amor. Tu gesto fue uno solo, dejaste la sonrisa y la mirada tierna, y dibujaste la parquedad en un instante diciéndome.- No tengo amor, ya no  me importa. Se paralizaron los sentidos, se aquietó el lugar, nada se movía, solamente mis ojos sobre tu cara, mis manos ya solas en dos puños, con dolor. Callaste… fríamente mirabas mis vergüenzas producidas por mis sentimientos engañados, mordí mis labios y tú, nada decías. La pausa hablaba con mi alma, turbulencia  de conjeturas y explicaciones se expandían en mis entrañas. No sabía que decirte… que más preguntarte... no quería culparte, pero no era la forma ni tampoco la manera. El silencio se puso a conversar con el tiempo que pasó, y todo seguía igual, parado frente a vos, sentada sin cambiar tu postura, solo la que mis ojos percibían, y era tu indiferencia. Caminé dos pasos hacia tu imagen, miré de un lado a otro para encontrarme con esa realidad, te pedí que me mires, mis palabras entrecortadas fueron.- ¿Estás con otro? Y tu silencio volvió hablar, tardé en reaccionar, mentí a mi sospecha, en querer escuchar un… NO, pero todo fue gritos callados de tu boca, con el brutal movimiento de tu cabeza de arriba abajo. Quiero soledad, necesito quietud, espero piedad, para poder conversar en silencio con mi conciencia maltrecha, y esperar mi desalmado destino.

 

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

Atardecer...


 

Estoy erguido y desolado, ante este día mutilado,

No sabiendo que hacer o donde volcar mis penas.

Siento mi alma solitaria y extraviada,

Mirando nada y todo, recuesto mis pensamientos.

Descansa la imaginación en la lejanía de un horizonte apacible,

Me relajo mansamente confesando sentimientos magros.

Mi mente recorre el pasado y mi corazón extraña lo amado.

Se entrecorta la mirada entre árboles remolones,

Danzando suavemente por los mimos de una tenue brisa.

Los pájaros cantan sus sentimientos,

Trayéndome a mí aquellos momentos.

El crepúsculo acariciando el final,

Dejándome solo y abandonado.

Grito mi silencio y nadie lo escucha,

Canto mi tristeza aburriendo la audiencia.

Lentos y perezosos corretean mis sueños

Recostados en vagas esperanzas.

Sintiéndome dueño de amantes nostalgias.

Juegan mis fantasías en aquella lejanía,

Revolcando angustias en una bruma de suave llovizna.

El día termina, dando vueltas en mi destino evoco lo vivido.

Eludo el presente y alejo el futuro,

Cuando acongojo a este atardecer injusto.

Deseo ser libre en la penumbra de esta tarde envejecida,

Y sentir en mi rostro caricias de un creciente día.

Los deseos y vergüenzas se abrazan sin razonar,

Cuando el delirio de mi imaginación cae rendido

En este atormentado atardecer pasional.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

martes, 30 de noviembre de 2021

 

                                    AMOR DISTINTO




Quiero compartir el sentimiento de uno de mis incondicionales seres que merece todo mi amor. ¿Por qué? porque no miente, no me reprocha nada, porque no me contesta, porque es sumisa ante una voz en alto, porque cuando estoy triste, es la única que se da cuenta y con sus patitas, sus caricias, su cabecita, me consuela. Sin decirme una palabra, solo sus ojos me dejan tanta lección y consejos que nadie se imagina. Juega cuando yo lo deseo, come cuando le doy, nunca se queja por la comida, nunca reprocha nada, ni tampoco demuestra orgullo por haberle reprendido, solo baja su mirada con humildad. Su otro signo de demostración de amor, es la cola, la vuelve a mover como si nada ha pasado. Cuida mi casa aunque no puede ni contener una langosta, pero ella defiende su lugar. Me ha demostrado su amor incondicional, cuando parte de mi familia estuvo enferma y no se encontraban en casa, ella, recorría todos los lugares para encontrarlas y hasta se quedaba horas y horas cabizbaja, esperándolas. Sabía que algo no estaba bien, presentía la gravedad del momento, mucho antes que nosotros, pero cuando podía se me acercaba, estiraba su hocico, lamía mi mano y volvía a su lugar de descanso. También hacía su peregrinación de dolor. Por eso, y separando los amores humanos de los animales, me he dado cuenta que mi amor es casi igual, hasta pensaría que es más puro.

Pero hoy LARA quiso partir, no me abandonó, solo siguió su camino, porque creyó que era su destino implacable, pero real. Solo esperó que la acaricie, sus ojos enceguecidos con cataratas, me buscaron, me olfateó, sintió mis manos, miro hacia arriba como mostrarnos su viaje eterno, y dejó en mis pupilas, TERNURA, PAZ, SENCIBILIDAD, Y UN DOLOR DE VACÍO. UN AMOR DISTINTO.  

                                  Orlando Mario Soverchia - YoAmor       

sábado, 20 de noviembre de 2021

 

CONFESIÓN DE UN DESEO

 

 


 

Confieso algo de muy dentro de mí, me gustaría tenerte en mis brazos, desnudarte toda...  sentir los cuerpos rozándonos hasta que la piel se caliente, nuestras bocas se entreabran y las lenguas mojando los cuerpos contorneándose a mas no poder. Tus manos y las mías se entrelazan para no perder un instante de nuestros deseos, deseos sin frenesí, lujurias sin contención, placeres perdidos hasta lo sublime del profundo amor de dos cuerpos calientes.

  Jadeos...  y más gemidos... confunden el ambiente, movimientos incontrolables hacen tu cuerpo el zarandeo de una hermosa sirena en celo. Te llegue a lo más profundo de tus entrañas, sentí el calor de tu esperma, gemí, grite, lloré por sentir lo que sentía, desvanecí sobre tus senos, mi labio seguía necesitando de tan hermosa creación. Mojaba tus pezones, oía tus súplicas, mi ser no sabía cómo atender a tanto placer pedido, fue cuando entonces gritamos, deliramos, palabras perdidas, entrecortadas pidiendo no llegue el final. Sentí que todo lo había logrado, mojados y mezclados acariciando nuestras partes, como si todavía nada hubiese pasado, que recién el placer de lo erótico hubiese empezado. Volvimos a mirarnos, tocarnos, sentirnos, y un destello en nuestros ojos avisando la ira de un nuevo AMOR.

 

 

                      Orlando Mario Soverchia- YoAmor

martes, 16 de noviembre de 2021

 

GANAS



Tengo tantas ganas de vos…

Tengo tantas ganas de sentirte, escucharte,

de caricias en tu cara, tengo ganas de morder tu piel.

Tengo ganas de gana, deshacerte a besos,

 romper tus sentidos con los míos.

Tengo tantas ganas, que quiero sufrir para vos,

porque mis ganas son tantas,

 que ganas de morir por vos.

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

 

 

 

 

 

 

SOLO

 






Estoy aquí, me siento solo teniendo a todos.

Encuentro en esta frase confusión y disturbios.

Recorro mi alma dialogando con mi conciencia.

Todo es confuso, algo liberado, siempre presionado.

Tiene sentido y nada deja claro mi estado.

Pregunto para mis adentros, ¿Dónde está mi camino?

siempre lo mismo, allá…donde va mi destino.

Sigo consultando a mis emociones,

 solo responden, tal vez cualquiera sea lo mismo.

Abro mis ojos, para mirar más lejos,

y nada lo encuentro, solo un espejo.

Mi corazón busca un amor y nada le interesa.

Consulto todo el tiempo, ¿Dónde está el que tú quieres?

y la eternidad es la que asoma.

Miedos me acompañan ante esta respuesta,

sabiendo que él no sabe latir, sin un amor a quien seguir.

Revuelvo el baúl de mí pasado,

 explorando algún sentimiento olvidado,

descubriendo vivencias lindas y algunas feas.

Las intento sacudir, para revivirlas en mi alma,

pero el tiempo ha pasado, y están algo dañadas.

Como puedo imaginar mi futuro

si aún omito el presente,

sentenciado por lo que fue mi pasado.

Aprieto mis puños, enojado con mis días,

necesito aliviar mi dolor requiriendo lucidez a mi estado, 

pero fracasos y culpas golpean mi ser.

¿Por qué me encuentro solo? ¡Si todos están a mi lado!

 

Orlando Mario Soverchia- YoAmor

lunes, 15 de noviembre de 2021

 

                        CADA DIA DE MIS DIAS



Cada día que pasa me alcanza la vida, me toca con sus compromisos o sus problemas, me empuja, me provoca que reaccione de una u otra forma, yo no sé si dejo que lo haga por querer esperarla para ver como actúa conmigo o soy el cobarde que no la sabe enfrentar, reaccionar y darme vuelta y responderle con una actitud de fuerza, decisión, firmeza y convencido de mi persona. Tal vez en un principio la subestimé, reí de lo que ella podría dar o sacar y que lograba de mí... un estado paranoico, sí, un estado de no saber que quiero, como quisiera vivir, como planear mi día a día, pero claro, si tampoco me deja pensar, no encuentro el orden de la realidad con todo lo que acarrea. ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Que tengo? y si todo esto tuviera una respuesta, no la sé encontrar o buscar con equilibrio armónico.

Cada día que enfrento siento la necesidad de desafiar mi estado, mi conducta y narrar mis días como una novela de ficción y reírme del pasado o más que eso, jugarle la apuesta, con la que ella me arrinconó, ahora puedo contarla como una edición para un drama de otro drama.

Me pregunto hasta donde me dejaría escribir de mi vida o desde donde empezar... me intriga, me hace sentir débil de palabras queriendo transportar mis emociones a este lugar, pero sigo dándome cuenta, que nunca tendré un día donde empezar, donde terminará ni cómo. Tal vez nunca empecé y nunca viví, tal vez sea un sueño de otro ser o de otra vida, pero la verdad ¡Es tan real!... Porque encuentro amores y desamores, sonrisas y lágrimas, abstención y tentaciones, tranquilidad y nervios, ¿Todo es real? Como puedo saberlo si cada día de mis días son todos los días con el primer día de mis razones. 

 

                                    Orlando Mario Soverchia-  YoAmor

viernes, 12 de noviembre de 2021

 Buenas tardes.



 El día va dejando su camino, cansado, maltratado, su cara está gris, su cuerpo humedecido por el llanto de la naturaleza. Quiere sobrevivir unas horas más y terminar algo templado. Mientras tanto, vivo mi realidad con expectativa, esperanza... con miedos, incertidumbre, y todo...es un trayecto sobre mi vida, que en unas horas más, terminarán con mis ojos cerrados, para descansar mi cuerpo y mis pensamientos, en nuevos sueños de un gran amor.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derechos reservados


 

ALEGRE DE TRISTEZA



Amanece, siento movimiento del día, me doy cuenta que tengo una jornada más para enfrentar, mis ojos poco abiertos, mis pensamientos todos partidos, es cuando sin saber porque, me alegro por sentirme triste. Emociones chocadas, caben en mi estado en este momento, inmovilizo mi cuerpo en mi lecho, entrelazo mis brazos conteniendo mi cabeza sobre la almohada, analizo este nuevo paradójico sentimiento. Quiero entender porque está en mí, que reflexión hace esta insensata existencia, una triste sonrisa se dibuja en mis labios, cuando llegan informaciones al unísono narrando las secuencias de la rara locura a este día. Me siento alegre por estar triste, porque es cuando mi corazón se recuesta en la nostalgia, cuando memorias remotas se tienden junto a mí, siento que no quiero enojarme en este tiempo, creo que no puedo gritar, solo hablar o sencillamente charlar con ternura y comprensión, querer tener en mis manos, soluciones a todo ser que esté a mi vista, profundizo más tristeza al encontrarme solo en este lugar. Mi tiempo del pasado golpea mi pecho, equivocado fui, por tanto mi pena paga el error. Necesito mostrar mis culpas para no esconderme de la vergüenza, no volver a producir dolor, desengaño y mentiras. Enfrentar la vida con poco orgullo, donde la humildad inunde mi ser. Pedir disculpas a todos, cuando con vehemencia me expresé. Evoco a mi madre, mi primer amor, mis hijos y por supuesto con sus frutos. Deliro amar por amar, retozo entre mis sábanas sintiendo confuso momento y necesito llorar,
para sentir mi triste felicidad.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derechos reservados

jueves, 11 de noviembre de 2021

 

                                         ABUELOS



Viajando por la enmarañada  vida, me detuve en una parte de ella,  fue el momento que necesité para contarles  a ustedes… mis hijos, cuánto hay de sus vidas formadas por sus abuelos. El tiempo parece tan lejano y a la vez tan cercano, que hoy los recuerdos se hacen presentes. Eran pequeños con diferencia de dos años uno de otro, ustedes los varones, y ocho después llegó su hermana. El trajinar de su mamá y el mío era tan exigente, que sus nonos, entraron en nuestras vidas como parte de una necesidad derivada a un mismo amor. Por suerte para todos nosotros, estaban  para brindarles todo a sus nietos. Desde muy temprano, las abuelas  se hallaban junto a ustedes, los mimaban,  jugaban, y se repartían el día para cuidarlos, y así tenían el mismo contacto con cada una. Y contigo mujercita ¡!!… Fue distinto, por el solo hecho que tus hermanos, ya grandes, tú tenías un trato muy diferente a ellos, eras la bebé. Hacían una trilogía, nietos, abuelas y abuelos. Desde muy pequeños a los tres les enseñaron su forma de vida, sus costumbres, sus experiencias. El tiempo que les dedicaban eran  como si fuesen uno más de sus amigos, jugaban a las cartas o cualquier juego de mesa, contando cuentos, muñecas, juguetes de nenas, y en algún momento, se hacían cómplice de las inocentes travesuras. Cada deseo de ustedes, para ellos eran una orden, no había tiempos, límites y situaciones que se interpusiese  al pedido que les demandaban. Cuando nos descuidábamos les habían comprado golosinas, regalos de los que se les podía ocurrir, pero ellos, nada los detenía, eran sus nuevos motivos de vida, diría que sobrepasaba al amor de sus propios hijos. Era tan grande el sentimiento de ellos hacia ustedes, que todo quedaba a segundo plano, comprometidos de mente y corazón, por el pedido nuestro de que los cuiden. Los problemas de salud y hasta sus propios tiempos, quedaban postergados. A medida que iban creciendo, exigían más de sus vidas, momentos, cuidados, consejos, hasta ser anfitriones de amistades en sus propias casas, pero no les importaba que no tuvieran privacidad, o postergar  compromisos con sus familiares, solo la necesidad de tenerlos consigo y participar de sus alegrías, era motivo para que todo lo dejasen para otra oportunidad. Fueron pasando los años, ustedes crecían y ellos envejecían, ustedes los retaban y ellos obedecían, pero eran felices igual, porque los tenían ocupados.  Sabían que de a poco se alejarían, y por tal razón aceptaban esas condiciones. Ustedes se hicieron hombres y mujer, tenían vida propia e independiente, motivo que no observaron, ellos los veían distanciarse, necesitaban más de ustedes, como así también, se fueron dando situaciones, donde los tenían que ayudar. Decayeron, comulgaron con los sentimientos encontrados de la indiferencia… Y no se dieron cuenta, que los abuelos más los necesitaban, porque no había y no hay momento que no pregunten por cada uno de sus nietos. Algunos nonos ya han partido, y los demás están marchitando entre enfermedades y torpeza del tiempo, pero siguen preguntando y preocupados por sus nietos. Ya solo se conforma con la información de lejos, algo de independencia tiene,  solo un  pálido reflejo de intenciones  de su autonomía. Descansa obligada en sus asiento dejando que las personas que están a su alrededor, disponga de sus días. Días que le son difíciles, días copiados de la rutina, días que nunca pasan y a la vez, l exigen a su ya lento transitar. Por eso en este párrafo de recuerdos y algo del hoy, les digo que yo también soy abuelo, pero también me he dado cuenta, que los nonos que han tenido y tienen, fueron y son mejores, de lo que soy. Ah!!! … Preguntó por ustedes…      

                                                               Papá

 

                             Orlando Mario Soverchia-YoAmor      

 

A TI MUJER



Esa piedra que sientes llevar, la forma de soltarla es dejar de ser mitad y mitad, y solo sé una mujer. No sirve y no alcanza con decirlo, hay que demostrarlo. Trata como quieres que te traten, habla como quieres que te hablen, quiere como quieres te que te quieran, sé mujer como quieres que te vean, acepta a los demás como quieres que te acepten, ama como quieres que te amen. Todo eso se logra con voluntad de entrega, con voluntad de cambiar, y no con la voluntad en decirlo. Las cosas bellas llegan si demuestras belleza, las cosas simples están con simplezas, la ternura existe si sos tierna, la comprensión fluye cuando toleras.

 

                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor   

 

                                  ¿Porque?




Me pregunto… te pregunto…, que me ha pasado, que fue que me hizo pensar que tú me podías querer o alguna vez amar… hasta donde mi ingenuidad, imaginó que yo podía ser mirado. Cada momento que pasaba, todo se  hacía increíble, sabía que jugaba con lo difícil, no solo yo existía en esta travesura,  me has dejado seguir para mirar algo distinto, solo eso producía a tus sentidos, fue curiosidad saber, hasta donde podía entretener, te gustaba distraerte con mis delirios, te sentías importante que mi boca o mi voz, dijeran  palabras que vos me inspirabas, no te dabas cuenta lo que en mi crecía … Tantas veces te he preguntado ¿ Qué piensas de mi ? y solo unas pocas señales, dejaban mis pensamientos algunas dudas o creer que había algo de verdad, de lo que sentía y suponía. Estoy perdido entre mis sentidos, quiero deshojarlos uno a uno y darme cuenta donde ubicarlos. Increíble la vida como ironiza mi caminar y mis tiempos, cuando te conocí, o cuando te hablé, el día oscurecía y se bañaba de una lluvia ruidosa y ahora, estoy sentado ante esta película de frustraciones, y los recuerdos de esos momentos se me acercan con la misma pintura de ese día que te vi. Siempre supe que el extrañar, pensar, querer y amar con locura, solo te deja secuelas de la intensidad que exponemos al corazón, se agotan las palpitaciones, se lastima con heridas que poco cicatrizan, las nostalgias te rodean mofándose porque has creído. Pienso… ¿qué sentís? ¿Te da igual, no? Claro, yo no me di cuenta, que tu corazón golpeado, no quería nada de amores o palabras de amor, encerraste los sentimientos de pasiones y quedaste con el alma con amores sensibles, tus hijos. Lo otro, ya no te importa, ya no juegan en tu memoria y pensamientos, por eso cuando me presenté con emotivas palabras de simpatía, dejaste que se cayeran al suelo, donde las pisabas sin importar y yo sin darme cuenta, por eso me pregunto… te pregunto una y otra vez, ¿Porque? Me he vuelto a lastimar …

                                               Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

¿Qué piensa una mujer?

 


Él, macho por naturaleza, sin darse cuenta,  hace el intento de arrimarse para entablar una charla y lograr una confianza, la mujer, al sentirse agradable, es cuando más se aleja de la situación casi sonriendo, para demostrar que ella es la hembra y tienen que seducirla. Puede ocurrir que no le interese ese hombre, y por el solo hecho de sentirse el eje de la tierra, subestima el momento, hasta dejar actos de soberbia y desinterés, donde todo le da igual. En definitiva la mujer, cuando sabe que la persiguen, se siente inocente y es un desubicado el hombre por lo que intenta, pero cuando no es observada, él, es un estúpido y otros calificativos porque no se anima.

Alguna vez me gustaría saber que piensa una mujer cuando se dirige a un hombre, cuando lo tiene en frente, sin que haya  nada en común, solo dos seres que se ven y tal vez se gusten.

QUE DIFICIL ENTENDER A LA MUJER Y QUE DIFICIL ES NO NECESITARLA TANTO….

 

                                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor    

miércoles, 10 de noviembre de 2021

 



MI SENTIMIENTO

 

Mi pasión es el sentimiento

que cuando quema se vuelve brusca,

y cuando amo se vuelve suave.

No le temo a tu despedida,

le temo a la desolación que inunda mi alma,

y saber que no he de perderme en tus ojos

o fundirme en tu piel nunca más.

Lo único que hice fue amarte con locura,

sentirte en mis entrañas

y dejar que mi conciencia se pierda en tu figura.

Cada noche con cada mañana,

todo viene a mi alma, a mis emociones,

a mis alegrías, a mis tristezas.

Cada noche, cada mañana, es nacer y vivir,

es un instante perdido.

Porque no te he tenido en mis brazos,

y es cuando mueren mis sentidos.



Orlando Mario Soverchia- YoAmor                           D/R

derechos reservados

martes, 9 de noviembre de 2021

 

LOS TE, DE UN AMOR

 




Te extraño, te pienso, te imagino, te necesito, te quiero ver, allá voy, estoy viajando, estoy llegando, te veo, te huelo, me acerco, te toco, te miro, te abrazo, te beso, te hablo, te comento, te enojas, te alejas, te llamo, te vas, te grito, te das vuelta, te pregunto, te excusas, te avergüenzas, y yo. Te dejo.


Orlando Mario Soverchia- YoAmor

 

 

El silencio otorga, la sonrisa confirma y la mirada habla.

Con el tiempo todo se descubre las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas.



 

Apaga las luces… déjate llevar, porque me gustan los verbos salvajes.