MADRE…
Mamá… joven mujer, cuando un día decidiste entregar
tu cuerpo y generar la divina creación de un hijo, todo fue amor desde el
primer instante de pensarlo, pusiste todo tu cuerpo a su disposición, hasta tu
propia vida, te protegías hasta privarte de lo que más te gustara, pero todo
era para la vida latiendo en tu panza, yo, sin razonamiento, latía ahí, ahora tu amor
me lo hace recordar; Cada día tu cuerpo
cambiaba, tus sentimientos, más fuertes, ansiosos, preocupados por mi
crecimiento , te hacía linda, mimosa, sensible, llena de pureza. Tus manos me acariciaban suavemente
en todo momento, trasmitiendo amor y más amor, celosa, orgullosa caminabas de
un lado a otro, mostrando el poder de lo que logra una mujer, tus ojos
brillando contando alegría. El tiempo se acerca, cada día es un hoy, te
acuerdas de tu madre que ya no tienes… te sientes única en ese instante, la
vida te llama, revelas dolosa alegría y un llanto, te dijo … Aquí estoy!!!,
llorabas, me mirabas, mientras tu cuerpo cansado, los brazos temblando los
extendías, para sentir y oler parte de tu cuerpo, un llanto te avisó que llegué, necesitaba el calor que tú me diste en nueve
lunas, acobijaste aquel pedazo de existencia entre mantas, besos sobre mí, buscabas
mi boca para continuar el nacimiento, donde tus pechos calmaban, mi confundida
nueva vida. Todo corría… etapas con preocupados controles, alegrías, festejos,
mis primeros pasos, los viste como él día increíble de lo que habías soñado,
tambaleante extendía mis brazos en alto, para mantener equilibrio, tu sonrisa,
tus palabras, eran el imán de tu corazón orgulloso, me apretaste fuertemente, lágrimas
llenaron tus mejillas al ver que ya tenías tu amor caminando. Pasaron los años,
distintas experiencias y jamás me faltaste, el tiempo hizo su trabajo, cuando
la adolescencia golpeó nuestra casa, mi ser independiente parecía que solo lo
obtenía , muchas veces recriminé que tu
no sabías, pero siempre tu amor, yo lo tenía, sin darme cuenta en esos días que
sin ti, nada podía, atenta a mis vaivenes de persona adulta, con solo mirarte ya lo
sabías, te sentabas junto a mí , escuchabas, a veces charlas alegres, otras tristes, pero tu fuerza siempre fue el
sostén. La vida me alejó de tu guía, pero nunca dejaste de atender situaciones,
dulcificabas mis tristezas y ya todo cambiaba. Mamá… junto a mis hijos y nietos,
son el eje de mi vida, nunca quisiera que sufras, que llores, que enfermes como lo estás, pero Dios te observa, no te hizo una vida
fácil, siempre sufriste y siempre tiraste de ella, sin que importe más, que dar
tu amor, injusticias, dolores profundos, hasta peligrar tu presencia en este mundo. Cada día que pasa
es un desafío a tu cuerpo, vives por tus hijos, tu esposo y tu familia toda,
pero sé que cada mañana, eliges que dolor convivirá contigo. Soy un hombre
adulto pero soy tan chico a tu lado como el primer día que me tomas en tus
brazos y me besas. Mamá TE AMO, y no quisiera que la ley de la vida cumpla con
el veredicto cruel, porque ese día madre, ese día mi alma se irá contigo.
YoAmor