“El ave del atardecer”

En un instante fui ave

En un atardecer de crepúsculo triste;

Me hice hombre

Y seguí viviendo

Aunque ahora deseo más la muerte que la vida

Pero quiero seguir viviendo

Para conocer a la muerte,

Que me espera llorando

En los andenes solitarios del ferrocarril.

En un instante estuve triste,

Viendo el sol enterrándose

En la línea horizontal

Que limita el fin de los continentes,

Y el suplicio de los árboles

Estirando sus brazos al cielo,

Quemándose con el anaranjado círculo

Y respirando las últimas nubes

Que aparecían quietas y dormidas

Sobre los tonos grises y azules de lo inalcanzable;

Sufrían el dolor de aquella ave,

De este hombre,

Que ha muerto de amor

Y nadie lo sabe.

EMANUEL SOVERCHIA