Espero que tengas suficiente felicidad para hacerte dulce;
suficientes pruebas para hacerte fuerte;
suficiente dolor para mantenerte humano;
suficiente esperanza para ser feliz y
suficiente dinero para comprar regalos.
ESTADO
Me siento cansado, me siento
agotado.
¿Estoy saliendo, estoy llegando?
¿Estoy en lo último? - me
pregunto -
¿En dónde estoy? ¿Dónde?
Tantas veces deseé un
equilibrio,
tantas veces lo intenté, y
muchas lo imaginé,
sin embargo, no he vivido ni un
instante
del recorrido querido.
¿Quién detiene este atajo
que no veo mi horizonte
alineado?
Tampoco un destino sosegado.
¿Dónde busco aquellos días
que maltrataron los sentidos
y quebrajaron mi estado?
Nunca he pensado alinear mi
camino,
pero no me imaginé, un lugar
tan mezquino.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
DIBUJO ERÓTICO
En esa surrealista tarde de mi estado
necesité entretener mis concupiscencias.
Afirmé el caballete en el trípode de mi mente,
ajusté las razones acomodando el lienzo de la imaginación.
Empuñé delicadamente el pincel de mis ojos junto a los pensamientos,
ocupándome en delinear los recuerdos de mis manos acariciando esa modelo,
y sin dejar nada al azar comencé a plasmar el dibujo.
Retiré mi cuerpo dos instantes hacia atrás,
estiré el pulgar, una vez horizontal y otra vertical,
las líneas de esa mujer surgían como magia.
Su cara estaba sobre mí, la mirada se transformó placentera y deliciosa,
su boca empezó a surgir y los labios a sonreír.
Cada vez más, las líneas y la pintura se presentaban ágil y demostrativas.
Mi pincel de cerdas libertinas delineó sus piernas suaves y elegantes.
Sus nalgas delicadas y voluptuosas marcaban curvas excitantes,
curvas que se prolongaban en su estrecha cintura
para acompañar la elegancia de esa imagen
que se extendía en sus ingenuos y provocadores pechos,
adornados por la frutilla de sus pezones, rojo pálido y protuberantes,
mostrándose perversos, firmes, pero mágicos y avivados por la desnudez.
Nunca tuve que esbozar repetidas veces ese retrato,
los colores estaban, fluían en mi presencia como el mejor retrato.
El arte se plasmaba en esas líneas narradoras,
querían salir a la luz de mi vida
y palpar aquel dibujo erótico prodigioso.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
MUJER
DE LOS CINCUENTA
Ya no
eres la muñeca de los quince, donde todo era hermoso.
Ya no
tienes veinticinco ni tampoco treinta y cinco,
donde la
mujer de juventud superaba todo en este mundo.
Ahora
tienes cincuenta y tantos, pero todo está en esta presencia,
tus ojos
al mirarme, me hacen orgulloso de tu compañía.
Tu voz al
hablarme, acompaña mis sentidos.
Tu figura
de mujer realizada, estremece mis sensaciones.
Tu piel
blanca y delicada, se hace cómplice de mis caricias.
Tus besos
tiernos y llenos de amor, me dejan paralizado.
Tus
caricias intensas me debilitan sobre tu cuerpo,
pero tu
manera de amar y tus delirios de amor,
me hacen sentir
que los quince, los treinta y cincuenta,
ahora se
juntaron para estremecer todo mi ser.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
MUERTE
Sombría, cruel,
morbosa, despiadada, tenebrosa, oscura.
Es lo que florece
cuando te nombro.
Tienes todo el
poder sobre mí cuando te lo propones.
Y a veces intento
alejarte con curas drogueras,
para que no me
alcances y seduzcas mi cuerpo.
Juegas con mis
tiempos, mis miedos, y mis sentimientos.
Observas mis
fuerzas, dolores y templanza.
Tienes todo
controlado, te acercas cuando quieres
y te alejas cuando
sientes piedad de mi existencia.
Nadie te quiere y sin
embargo vives con todos.
Algunos te esperan
con clemencia, otros con desdicha
y muchos con
resignación infinita.
No quiero citarte,
ni quiero pensarte,
pero muchas veces
te recuerdo doblegado
en aquella puerta que
se abría, a un mejor lugar.
Me produces
tranquilidad, si decides irte sola,
y me incomodas, por
coquetear el presente.
Me haces llorar
cuando acercas tu desino,
hacia el final de
aquel, que no lo ha elegido.
Hay mi querida y
enemiga mía, cuanto te evocamos,
cuantos te tienen
en sus nostalgias y llantos,
pero cuantos, como
yo, te recorremos sin nombrarte.
Orlando Mario
Soverchia- YoAmor
NO ESTÁS
Me senté
en el lugar donde escribo, prendí la luz, miré a mi alrededor, todo era calmo, mi
mesa de trabajo estaba llena de apuntes, libros, mis anteojos a un costado, los
tomé y cuando me los iba a colocar, vi tu foto en el portarretrato que tú me
diste, detuve los pasos a seguir, lo hice mío para pensar cuanto tiempo de mi
vida te habías llevado. Estabas alegre, posabas de una manera muy sensual, realmente
hermosa, tu vestido rojo y el pañuelo que te había obsequiado para tu año más
de vida, estaba decorando todo tu hermosura, plasmé momentos inolvidables que
vivimos juntos, situaciones entre familia, discusiones tensas que nos enseñaron
a crecer y lo maravilloso de sentirte
mujer, me hacías hombre pleno. Tu cuerpo lo desnudé tantas veces como la mente
me lo permitía, tu voz fatigada por el amor, tus labios humedecidos, enrojecían
por los besos llenos de pasión. Estabas ahí, frente a mi mirada penetrante en
esa postal, cada tic tac de ese reloj frente a mí, era la única música que
mataba el silencio de los recuerdos, mis ojos comenzaron a cubrirse de
lágrimas, mis manos muy lentamente trataban de secarlas, pero cada vez más se
llenaban de dolor y tristeza. El llanto ganó mi estado y no pude contener el
grito de… ¡Mi amor porque te fuiste!... Nadie respondió a esta pregunta, solo
la soledad de la verdad estaba a mi lado, donde me contaba que nadie sabía
dónde, solo una respuesta de tu existencia de aquella mañana cuando nada de ti
habías dejado, solo vacía nuestra cama, tus pertenecías no habitaban nuestra
casa, solo y simplemente mis recuerdos de cuanto te amé.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
NO ME DEJASTE
Te pensé, te vi, y te pude tener.
Pero no me dejaste que te amé.
Me dejaste que te mire, que te toque,
que te saque la ropa muy despacio y te acaricie toda.
Dejaste que mi cuerpo desnudo esté pegado al tuyo,
que te bese toda la piel, que huela parte por parte tu cuerpo.
Me dejaste porque pediste que esté dentro tuyo,
dejaste que mis labios estén entre tus piernas.
Me dejaste libertad de hacer lo que sintamos,
me dejaste sentir tus deseos y los míos en un gemido sin igual…
Pero sigo pensando que no me dejaste, que te haga
el amor
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
NO SE
Jamás
pensé que sentiría… esto por tí,
Te
preguntarás que es lo que siento, no lo sé,
Solo que
me hace cosquillas mi estómago…
Pero
además, me gusta pensar que te veré,
y también
que te escucharé, ah… y que estarás cerca
Pero no
sé qué puede ser… tal vez a lo mejor…
¿Será que
me siento solo? O porque te haré compañía,
Pero no
quiero dejar de hablar contigo, aunque me traigas líos,
Te
pregunto, ¿tú no sabes que es lo que me pasa?
Porque a
la vez todo me gusta cuando estas frente mío,
A lo
mejor, por lo que me dices, o por cómo estas vestida,
¿Será el
día? Porque está muy gris bien de otoño… pero yo lo veo hermoso
Además,
me parece que tienes un hermoso pelo, ¡y una lindísima sonrisa!...
Ah… pero
que hermosos ojos… debe ser eso, no… no creo,
Si ya sé,
tu mirada, y tus dientes,
Si claro
tus manos con tus dedos finos y delicados
La verdad
mí querida amiga… No sé lo que me pasa contigo.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor
NO TE IMAGINAS
Detuve mi estado emocional y me doy cuenta
que nada ha cambiado y todo sigue igual.
Jugué a la escondidas con el tiempo y mi destino,
sintiendo la niñez de mis sentidos y los sentimientos resentidos.
Apareciste sin querer, surgiste de las profundidades del percibir,
como si nada hubiese pasado, como si nunca me hubieras dejado,
y solo estuvieses en mí.
Dejaste fragmentado y sin arreglo mi corazón,
rompiste el cristal de mi amor, y la pureza de mi creer.
Nunca dije nada, más que aquel último…- Por favor no me dejes. -
Se doblegó el espejismo de tu querer,
al saber que ya no estabas, y mi razón no lo aceptaba.
Oía tus pasos alejarse y nos los quería escuchar,
maltrataban mi respirar y nada lo podía remediar.
Lloré y grité a Dios, pidiéndole que no fuera real,
que solo sea un momento mal ubicado,
o un instante de una noche, de haber soñado.
El día me sopapeó con desparpajo y sin pudor,
Trasgrediendo la dignidad de mi cuerpo abatido,
desconsolado y atormentado me sentí solo y con mucho dolor.
Todo te llevaste, mi alegría, mi respirar,
mi devoción y admiración de tu figura con color.
No te imaginas, que sin dejarme nada,
todavía tengo todo, lo que siento por vos.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
EXPRESIÓN
Hola… Sí, a vos, la que está leyendo esto.
La de los ojos hermosos con mirada inocente y
traviesa.
A vos, sí, la de sonrisa bonita, angelical
y de una voz quejosa y sensual.
Sí, a vos, la que eres pura ternura y dulzura.
Todo lo cuentas,
con tu caminar sumiso y lujurioso.
A vos, sí, la que tiene manos suaves y mansas.
La que habla con gestos en silencio
y nada perdona, pero no traiciona.
Sí, a vos, quiero decirte y pedirte… una sola cosa,
que me mires, me sonrías, me acaricies y me
quieras.
Porque yo solamente deseo,
amarte con locura
y sin límite.
Total… mi expresión, seguro no te hará daño.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
CUANDO SE AMA
Cuando se ama de verdad,
no hay distancia,
no hay defectos,
y no hay figura que dibuje ese querer.
Solo el corazón mira a ese amor,
con los sentidos marcados a fuego,
y los sentimientos sintiéndose débiles.
Cuando se ama de verdad,
no existe el orgullo, ni florecen rencores,
no hay tiempo para pensar en otras realidades,
y no hay mirada que alcance para observar ese ser.
Cuando se ama de verdad,
lo único que se siente es placer,
al escuchar la voz de su ternura,
las caricias de sus labios,
el apretar de sus manos,
y en solo esas tres formas tan simples,
me doy cuenta que estoy enamorado.
La vida y el amor, es un juego sin manual, es la realidad, segundo tras segundo, es la cara de la alegría o la tristeza, es el reflejo de lo que uno apuesta, es el resultado de cuanto se invierte o la mala suerte de una partida, te levantas cada día sin saber dónde llega nuestro destino, esperanzado de muchas ilusiones y frustrado de tantos fracasos.
¡SUEÑOS! encontrados
¡Soñé, soñé y soñé!
Soñé, con un amor esperado
que a ti
había llegado.
Que pude estar a tu lado
que mis
sueños habían anclado.
¡Soñé, soñé y soñé!
Soñé; que podía amar nuevamente
que ya estaba
en tu mente
que mi niñez
volvió de repente
que todo en
mi estaba latente.
¡Soñé, soñé y soñé!
Soñé; que mi corazón podía tener dueño
que mi
esperanza no era un sueño
que volvía a
tener mi ensueño
que vos
fuiste mi empeño:
¡Soñé, soñé y soñé!
Soñé; que podías estar en mis brazos
que estaba en
tus pasos
que me
dejabas compartir mis fracasos
que había
dejado atrás mis ocasos.
¡Soñé, soñé y soñé!
Soñé; por ¡vos mi amor!
por los dos,
Amor!
por tu amor,
Amor!
por nuestro
amor, Amor!
¡Sueños!
perdidos
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
TARDE
DE AMORES
La tarde nublada
y triste me llama sin saber porque.
Llamo a los sentidos y también están nublados y tristes.
Descanso en una nube de ternuras calmas y pesarosas.
El corazón late, mi alma suspira, y la mente
resuena
en un torbellino de amor que jamás me deja.
Observo pasiones que les he dedicado
y cuanto me han lastimado,
sin que yo los haya olvidado.
Quiebro mi angustia con un golpe sobre el pecho,
y mis ojos llorosos intentan acercarse aquellos
recuerdos
donde forman parte de aquellos tiempos.
Acaricio esos amores, delicadamente con un
parpadear,
Y las manos se acercan mansamente a mi cara
y yo pueda llorar.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor
TE CONOCI
Cuando te
conocí, todo me habías contado, y yo también,
cuando te
empecé a querer tu decías que también,
cuando me
dijiste que me amabas y sin pensarlo yo también.
Pero al
tiempo, ya no te conocía, sentí que no me querías.
Tu vida
no era la que dijiste, y tu amor lo habías vendido.
Pero aun
así, escucho tus mentiras del pasado,
porque yo
te quiero y te amo,
En todos
tus estados.
Orlando
Mario Soverchia- YoAmor D/R
TE QUIERO ASI:
Te quiero con simpleza y en la
humildad.
Te quiero con bondad y con
paciencia.
Te quiero sin condiciones y sin
pensarlo.
Te quiero de día sin mirarte.
Te quiero de noche con mis
sueños.
Te quiero con nostalgias,
alegrías y tristezas.
Te quiero en silencio, suspiros y
en lamentos.
Te quiero en los pensamientos y
con toda realidad.
Te quiero con ternura y sin
piedad.
Te quiero porque te quiero en mi
querer.
Orlando Mario
Soverchia- YoAmor
DESAYUNANDO
UN AMOR
Hoy, en esta
madrugada despertó mi vida el sueño,
Sentí la sensación
tan difícil de explicar, pero muy clara en sentir,
Saque toda mi
existencia de su lado, nuestra cama,
La miré contento, la
miraba triste, la sentí muy lejos,
Preparé nuestro café
de siempre, de nuestro momento de charla,
De espalda a su
figura, sentí los pasos entrecortados, por su despertar,
Miré su belleza,
contemple su pelo, observaba sus ojos, sentí mil deseos,
Sonrió muy amable,
estiró su mano y acerqué su café.
Mi sorbo, fue la
pausa de mi interrogatorio, de dudas que no comprendía,
Pregunté, que le
estaba pasando, respondió muy tranquila…
nada solo cansada,
Insistí nuevamente…
te siento distante… te veo muy sería con tus respuestas,
Insegura cuando me
hablas… fastidiosa cuando te beso… molesta de mis caricias,
Movió su cabeza de un
lado a otro sin palabra alguna, mirando su taza,
Volví a mis dudas
preguntando… - ¿hay alguien en tu vida?…
Si hay un hombre quien
ocupa tus pensamientos, o un amor que me aleja de ti,
Te pido simplemente,
no lo ocultes, no importa la realidad,
Resistió el sorbo,
cerró los ojos y cuando los volvió abrir…
Lágrimas sin
entender, regaban su cara, brillaban entre sacudidas,
Miró fijamente sus
manos temblorosas, yo no lo había notado,
Sentí miedo y
angustia, saboree el engaño confeso, resigné mi dolor,
Cuando una vos
entrecortada y abandonada, llenaron mis oídos de no entender,
Te digo que sí, hay
otro amor, imposible de que lo cambie, no quiero que eso pase,
En un instante
imagine su figura de hombre bello imposible de alcanzar,
Los imaginé juntos en
un lecho de amor, perdidos y lujuriosos,
Tuve la pintura de
dos cuerpos desnudos retorcidos del placer,
Cuando solo fue mi
intento en preguntar, que fue lo que te ha dado él,
Y como nunca imaginé
escuchar, de aquella esplendida mujer,
Que ese amor, que
tenía en su corazón y que nunca dejaría de amar,
Fue el desayuno de un
amor, por una mujer.
Orlando Mario
Soverchia- YoAmor