viernes, 16 de marzo de 2018


Yo también estoy perdido entre las nubes y las estrellas, entre el limbo y realidades, pero nunca tuve sueños, porque jamás fueron míos.
       
                                                                               


                                                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor


Bella mujer, ven, ven solo un minuto, ven con tu ilusión de niña adolescente y tu amor de ternura incrustada en tu belleza, ven que quiero decirte que te amo...ven que te daré mi amor., ven porque deseo que estés en mi corazón
              
                                                             Orlando Mario Soverchia- YoAmor


Te conocí, y si era difícil pedir más amor a mi amor, te amé más, y si mis labios querían besarte, se callaron por miedo a dañarte... te amo y siempre lo haré.

                                  Orlando Mario Soverchia- YoAmor


Amor… a medida que estamos más juntos, existe más pasión y ternura, esa mezcla hace un momento de amor muy lindo y sencillo, pero con muchos deseos.
                                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor


Amar es cuando se ama con limpieza y sin hacer daño, no cuando uno cree que amar es sentir momentos de lujuria y mientras tanto otros sufren. Porque seremos egoístas en sentirnos enamorados y alegres mientras el otro ser, llora.


                                     Orlando Mario Soverchia-YoAmor

sábado, 10 de marzo de 2018

Veni....te doy un beso y mi boca muerde la tuya, porque mis labios te tocan y los tuyos se desvisten.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Como te besaría, sin dejar de acariciar, oler, y lamer, como para no olvidarme nunca más, el sabor de tu piel.
                         Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Me dices te amo, mi corazón se detiene, mis pasiones se estremecen, mis sentidos se avergüenzan, y mis labios te besan.
                          Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Mis ojos te dicen tantas cosas, y mis labios te miran todo el cuerpo.
                               Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Anoche, me tomaste de la mano, me miraste a los ojos muy dulcemente, tus labios sonreían muy pícaramente, y con solo apretarme la cintura, fui todo tuyo.

                                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
              Yo soy tuyo y mi placer te pertenece,  y si te pertenece, mi vida es tuya para lo que tú quieras. Quiero sentir dolor por lo que te amo, quiero sentir tristeza porque me alejo, quiero sentir soledad cuando tú no estás, quiero entregar mi alma a tus deseos, quiero morir en vida para no perderte.

                                     Orlando Mario Soverchia- YoAmor       
Siempre quise amar con pasión, siempre intente entregarme por completo, siempre fue siempre… Pero nunca imaginé que mis sentimientos y mis sentidos sientan tanto dolor, por amarle sin medida.
                           
                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor       
Los recuerdos, la nostalgia, el extrañar y el olvido, hacen mi presente una realidad, que me confunden.


                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor

viernes, 9 de marzo de 2018


Ayúdame, por favor, no sabes cuánto me haces mal, las nostalgias de tu amor, me vuelca los llantos sobre mi alma, y la desdicha de mi amor, es tan grande que nada importa porque seguir, por eso, ayúdame a escaparme de ti.


                              Orlando Mario Soverchia- YoAmor

jueves, 8 de marzo de 2018

Yo no tengo nada de tiempo, para mí, y todo el tiempo del mundo para amar.
                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
En la vida hay muchas cosas donde el final para algunos, es alegría de otros. Porque a veces un final es empezar a vivir.
                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Me gusta que no estés nerviosa, confundida o engañada, me gusta que quieras elegir, que te sientas bien, que hagas lo que te gusta y que todo lo tengas claro, y mucho más para amar. Porque yo te extraño, te quiero y te amo, como nadie te ha amado.
                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Por un amor he nacido, con amor he vivido, por un amor he sufrido, por amor he llorado, por amor he reído y por un amor he de morir.
                             Orlando Mario Soverchia- YoAmor
Esta noche, recordaré tus besos, recordaré tus caricias, pero esta noche, recordaré cuando aquella noche, dejamos los cuerpos tendidos, por esa pasión desenfrenada que no queríamos terminar. Y cuando llegó a su fin, sentimos los cuerpos mojados, calientes, que no pudimos despegar, porque nuestras bocas, se mordieron sin respirar.
                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
Pero la noche de esta noche está hecha para ella. Ella me acompaña, me mira, me acaricia, me habla, me dice que me quiere, me pregunta si la extraño, me besa los labios, me deja en silencio, y su figura me invita a amarla sin límites en esta noche perfecta.
                      Orlando Mario Soverchia- YoAmor. 
Cuando esta tarde vi tu figura, no quise pensar cuanto te amaba, y todo lo que necesitaba de ti, pero una cosa llego a mi razón, que eres mi camino de amor y por quien morir.
            
                                           Orlando Mario Soverchia- YoAmor     

Mis manos te extrañan, mis labios te piensan, mis deseos con nostalgia de tu figura, mi mente te quiere tener, y mis instintos enloquecen.
                         Orlando Mario Soverchia- YoAmor

Los egos, los tengo, los quiero y los rechazo, son míos, me lastiman, me provocan. Quiero al juez, que libere estos instintos, pero más necesito, aquel que deje suelto mis deseos.

                      Orlando Mario Soverchia- YoAmor
Todo lo que sientas, pienses, o te parezca que este es el lugar para compartir tus pensamientos o tus opiniones, este es el lugar , como el amor de tu alma. Yo no soy escritor ni poeta, solo escribo sencillamente lo que siento, con pasión y sentimiento de mi estado emocional. Y te invito a ti, que hagas lo mismo en mi página y compartas lo que sientas, gracias

domingo, 4 de marzo de 2018


                                        DOLOR DE UN MOMENTO


Aquella noche, un llamado llego a mí, alegre y sorprendido  vi que era ella, sentí preocupación por la hora, era tarde, atendí y su voz tensa y firme, me dijo.- Quiero hablar contigo y ahora.- No me dejó decir nada, solo que volvió a repetir lo mismo y hasta casi fastidiada. Le dije que ya iría a su casa, pero me respondió muy rápidamente.- No, no, te espero en el bar de siempre.-
La distancia no era de mucho tiempo, pero a mí, se me alargó una eternidad. Entré, ella estaba en una mesa muy alejada de todos, pero con muy poca gente. Nerviosa, me miró casi desinteresadamente con una falsa sonrisa, quise acercarme para darle un beso, pero su mejilla se alejó con desprecio.- Hola, te llamé porque tengo algo que decirte y hace un tiempo largo que debí decírtelo.- Dejé mi expresión tierna y mi rostro se tornó tenso y preocupado, nada entendía, pero por su mirada y sus manos temblorosas me decían que algo no estaba bien. Con una intención calma, le pedí que me cuente, y fue que en ese instante empezó el pánico del dolor.
-Tengo que decirte que… Estoy con otro hombre hace casi un año y me voy a casar.- me sonreí con sorpresa y confundido a la espera de la risa de una broma, pero nada cambiaba, ella muy sería y con los ojos fijos a los míos, me gritaban que era verdad. Me sentí un niño tonto y desamparado, por tanta barbarie para mi querer, pero el derramamiento de mis sentimientos, estaban en ese lugar y mi amor desangraba no pudiendo contener aquel estado. Mi mente se extravió, mis oídos se cerraron al poco movimiento de ese lugar, y mis ojos tristes con las primeras lágrimas hacían que se valla nublando la imagen de esa cruel mujer.
Sin pensar en nada de lo que me había confesado, recordé a mi madre por sentirme tan infante de mi alma y tan inocente, por haberle dado esos años sin condición y sin pensar en otra cosa que hacerla feliz, como yo me sentía con ella, pero la vida me apuñaló una y otra vez, sin pedir permiso y sin dejarme defender de aquella traición. Giré mi cuerpo herido, dolido y maltrecho, avergonzado con mi conciencia y sin poder convencerme de lo que había pasado, salí de aquel cepo de tortura, llegué a la calle solitaria, llena de risas de fantasmas burlones, que me acompañaron hasta aquel banco de una plaza y sin luz. Y ese lugar fue testigo de mi grito desgarrador de un.. No!… y desde ese día estoy muriendo con mi vida.

                                     Orlando Mario Soverchia- YoAmor

domingo, 3 de diciembre de 2017

                                                             DIEGUITO ME ENSEÑO


En una tarde cualquiera, conocí a Dieguito. Su carita dulce, tierna, inocente, y  una mirada preciosa y firme, de ojos grandes y negros, me hablaron sin decirme nada y todo me lo expresó. Sus manos fueron su primer diálogo, llevándola a la pancita diciéndome, ABUELO… ¡HAMBRE!!! … siguió con un, AGUA… MATE!!!... fue el discurso de presentación de aquel ángel que Dios me presentó, en ese angelical día. Conocí el miedo del no poder, el pánico de la vida, la impotencia de la injusticia, cuando él tenía tanto por vivir, y poco hacer. Algunos dicen discapacitados, otros especiales o diferentes y todo es al revés, los discapacitados especiales o diferentes, son los de este mundo. Dieguito está lleno de verdad, pureza, simpleza, deseos, instintos, Dieguito está lleno de amor, tiene todo y no puede con todo, pelea sin saber con su propia vida y juega cada día con su  propio Dios, desafía su destino y nadie sabe cómo le gana al segundo, sin que nadie le ayude. En su alma que su cuerpo no  acompañó, están sus sentimientos, ama como nadie imagina, y desea vivir como nadie lo piensa. Su mente es están sublime, que deja que nos creamos que él es diferente, mientras nos muestra, que nos supera viviendo en desventaja,
Dieguito tiene todo en su cuerpo, que la existencia de la vida, no le dio la oportunidad de ordenar, lo que  el mundo desordena.
Él tiene derecho a seguir, él necesita estar con su gente, porque él, es un ángel en esta vida, porque Dieguito, me enseña lo que es vivir.



                                                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor

lunes, 13 de noviembre de 2017

                                                     ESTA NOCHE
                                                  
                                                       


Esta noche, quiero tenerte frente a mí, esta noche, necesito sentir tu voz, esta noche deseo escuchar tus pensamientos, esta noche quiero que sea, como aquellas noches que me mirabas y me decías. -Te amo… no me alcanzaban los brazos para apretarte, respirar tu aliento, darme cuenta que nada ni nadie nos separaría y tu amor, era incondicional y tan fuerte, que mi vida se enmarañaba en la tuya. Esta noche, tiene que ser como tantas noches donde te escuchaba decir.- Nunca me dejes, porque sin vos no sé qué haría… y yo, muy dulcemente, lleno de ternura y de sentimientos, mis labios llenaban de besos,  tu frente, tus mejillas, tus ojos y tu boca. Esta noche, pido ver tu figura, moviéndola de un lado a otro seduciendo mis deseos,  riendo con esa sonrisa tan juvenil diciéndome. - ¡A que no me agarras!… corríamos como adolescentes sin darnos cuenta que nos miraban, pero sentíamos que el amor jugaba entre nosotros. Esta noche, solicito que mi vida me regale ese sueño, que hoy estoy pidiendo en recordarte junto a mí. Y no quiero recordar cuando escuché de tí y de tu otro amor, decir que ya no me querías. No quiero de esta noche, que esa imagen, tomados de la mano y sin pensar el dolor que me causaban, resucite entre las tumbas de mis sentimientos, pero la realidad me golpea sin piedad y sin vergüenza.
Quiero que esta noche no me haga sentir lo que había vivido. El corazón galopeaba entre los escombros del dolor, aturdido y perdido por no entender, porque la vida, me ha dejado en un abrir y cerrar de ojos, el alma vacía y atormentada. Quiero que esta noche mis suspiros de  dolencia, me abracen como yo la he abrazado, cuando ella me decía que moriría si yo no estuviera. Quiero que esta noche mí respirar y mi llanto solo me alcance para gritar, cuanto la quiero y cuanto la extraño, para llorar sin llorar todo lo que mi ilusión en una alegría de amor, termina en suplicar a Dios, que esta noche ya no me interesa vivir.

              

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor       
                                                      Los dos cuerpos desnudos…



Miré tu figura sin nada y tu mirada en mi cuerpo sin ropa, los ojos no sabían que reflejar. Las bocas entre abiertas y los labios mojados se mordían entre sí. Nos gustaba desearnos, tocarnos y no tocarnos, cada parte de mí, empezaba estar caliente y tú, temblando por tus deseos en sentirme. Nuestra respiración comenzó hacer más profunda y más sentida, los ojos brillosos comenzaban lagrimear, los suspiros eran el reflejo de nuestro estado y todo se borró a nuestro alrededor. Ya nada importaba que las ventanas estuviesen abiertas, la privacidad se quedó en el  apetito de nuestros cuerpos, jugamos con las puntas de nuestras dedos, el mío en tus pechos y los tuyos en mi cuerpo, cada instante se reflejaban en el cosquilleo que sentíamos, nos acercábamos hasta sentirnos piel con piel, los dedos no fueron suficiente y las manos llegaron a nuestra intención. Suave fueron las caricias, los poros se sentían rasposos, signo de goce y encanto, ya nada era distancia, solo dos cuerpos apretados, y revolcados en la lujuria por sentirnos abrazados y deseados. Tus manos llegaron a mis partes y tu boca quiso mi verga, todo era desenfreno de pasión y codicia, me pediste que te bese y mis labios, a tu vagina mojada y caliente. Los besos de los dos, nos hicieron vivir el encanto del goce, y sin darme cuenta, estabas de espalda  ante mí, diciéndome.- Soy tuya. Todo se volvió descontrol, tus nalgas eran el sostén de tu cuerpo parado convulsionado hacia adelante y atrás, me gritabas con exaltación que eras mía y sin pensar en nada más lo que  sentía, mis manos apretaron más aún tus pechos, mordí tu boca que me la ofrecías y juntos llegamos a la locura de un hermoso orgasmo de amor.



                                  Orlando Mario Soverchia- YoAmor

jueves, 19 de octubre de 2017

                              CONVERSANDO CON  EL SILENCIO


Sentados uno frente a otro, nos tomamos de la mano, nos miramos a los ojos, las sonrisas fueron mutuas, recostaste la cabeza sobre tu hombro, me seguiste mirando sin pestañar. Te observé  con alegría, tristeza, miedo, y todo lo que produce un amor casi enfermizo. Me punzaba el pecho el saber que te alejabas, no entendía porque me habías dicho que no podías estar más a mi lado. La tortura del pensamiento y el dolor, se mezclaban para sentir que mis ojos se ponían brillosos. Respiré muy profundo como pude, la voz entrecortada, y con miedo. Te pregunté.- ¿Ya no me quieres? Y tu respuesta fue eterna, el silencio acariciaba mi frente, sentía que no quería escuchar lo que tus labios rojos expresarían, apreté más fuerte tus manos, bajé la mirada hacia un costado, busqué refugio en esa flor que en otro momento era bella, tuve frío, calor, ya no sabía que sentía, o sí, desesperación al darme cuenta que mi corazón empezaba a estar solo, mi cuerpo no estaría tocando el tuyo. Confundido, enojado sin soltarte y  desafiándote, reclamé por tu amor. Tu gesto fue uno solo, dejaste la sonrisa y la mirada tierna, y dibujaste la parquedad en un instante diciéndome.- No tengo amor, ya no  me importa. Se paralizaron los sentidos, se aquietó el lugar, nada se movía, solamente mis ojos sobre tu cara, mis manos ya solas en dos puños, con dolor. Callaste… fríamente mirabas mis vergüenzas producidas por mis sentimientos engañados, mordí mis labios y tú, nada decías. La pausa hablaba con mi alma, turbulencia  de conjeturas y explicaciones se expandían en mis entrañas. No sabía que decirte… que más preguntarte... no quería culparte, pero no era la forma ni tampoco la manera. El silencio se puso a conversar con el tiempo que pasó, y todo seguía igual, parado frente a vos, sentada sin cambiar tu postura, solo la que mis ojos percibían, y era tu indiferencia. Caminé dos pasos hacia tu imagen, miré de un lado a otro para encontrarme con esa realidad, te pedí que me mires, mis palabras entrecortadas fueron.- ¿Estás con otro? Y tu silencio volvió hablar, tardé en reaccionar, mentí a mi sospecha, en querer escuchar un… NO, pero todo fue gritos callados de tu boca, con el brutal movimiento de tu cabeza de arriba abajo. Quiero soledad, necesito quietud, espero piedad, para poder conversar en silencio con mi conciencia maltrecha, y esperar mi desalmado destino.


                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor

domingo, 1 de octubre de 2017

Buenas tardes; El día va dejando su camino, cansado, maltratado, su cara está gris, su cuerpo humedecido por el llanto de la naturaleza. Quiere sobrevivir unas horas más y terminar algo templado. Mientras tanto, vivo mi realidad con expectativa, esperanza... con miedos, incertidumbre, y todo...es un trayecto sobre mi vida, que en unas horas más, terminarán con mis ojos cerrados, para descansar mi cuerpo y mis pensamientos, en nuevos sueños de un gran amor.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor D/R
derechos reservados


29.9.2017

lunes, 4 de septiembre de 2017

AMO



Amo tus manos.
Amo tus caricias.
Amo tus labios.
Amo tus besos.
Amo tu boca.
Amo tu sonrisa.
Amo tu cuerpo.
Amo tu figura.
Amo tu querer.
Amo tu amor.
Amo tu bondad.
Amo tu ser.
Amo tu vos.
Amo tus palabras.
Amo tus ojos.
Amo tu mirada.
Amo tus deseos.
Amo tu lujuria.
Amo tus sensaciones.
Amo tu placer.
Amo a esta mujer.
Amo su todo.


              YoAmor

martes, 18 de julio de 2017

SITUACIÓN


Te pedí un beso, tú me diste una caricia, te mendigué una caricia, me dijiste no sé por qué, te respondí, la necesito, me dijiste, total estas a mi lado, me acerqué más a tu lado y te corrías muy despacio, te dije que te quería, y solo sonreíste, pensé que solo jugabas, para hacer el momento algo distinto, pero tus instintos y las mentiras, me dijeron otra realidad, te fuiste y nunca más volviste. Hundiste mi corazón bajo mis pies, doblegaste el equilibrio de mi cuerpo sin piedad, vaciaste mi nobleza hasta secarle, pero no me importó que humilles mi amor, lo que no puedo superar, es no poder verte más.


Orlando Mario Soverchia- YoAmor