jueves, 20 de diciembre de 2018







Me acerqué y tus ojos fueron cómplices con los míos y nada detuvo el destino. Tu beso fue el que imaginé y nuestras lenguas sintieron el deseo del placer. Suspiros, caricias, miradas lentas y pausadas, nos contaban la pasión que nuestras pieles sentían. Tus manos apretaron mis partes, y las mías buscaron mojarse entre tus piernas. Gemidos de suaves llantos contagiaron mis instintos, froté mi cuerpo suavemente sobre tu venus, y enloquecida de un zarandeo lento, acompañaron tus dedos en mi carne, y la lujuria fue el escenario que a los dos, nos dejó llenos de amor y sensaciones prohibidas.

Orlando Mario Soverchia - YoAmor 

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